2.- ENCUENTROS

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El onceavo guardián bajó rápidamente hasta la entrada trasera del templo de Cáncer. Al pasar por Leo un profundo malestar recorrió su cuerpo, sobre todo porque sabía que Aioria no tenía la culpa.

~FLASHBACK~

-Caballero de Leo, ¿me permite pasar por su templo? - solicitó.

-¡Camus, qué sorpresa! - dijo Aioria saliendo a su encuentro -. Hace mucho que no te veía, creo que no pasabas más allá de... - lo escudriñó de pies a cabeza-. Cam, ¿estás bien? Te ves...

-¿Puedo o no pasar? - preguntó irritado.

-Claro, amigo. - contestó con una radiante sonrisa.

-Con permiso y gracias. - avanzó dando grandes zancadas.

-¡CAM! - gritó a lo que el mencionado volteó -. Sí necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en pedírmela, ¿Sí? - guiñó coquetamente un ojo.

~ FIN DEL FLASHBACK ~

Ciertamente fijarse en el quinto custodio no resultaba complicado. Era un hombre alto, guapo, con una perfecta sonrisa, piel bronceada y un cuerpo de ensueño. Además, una gran carisma y personalidad.

-Soy un idiota. - masculló en voz alta con algunas lágrimas.

-Dime algo que no sepa. - dijo Death Mask encendiendo un cigarrillo -. No sabía que podías llorar.

-Caballero de Cáncer...

-Deja de fingir, Acuario. - interrumpió dando la primer calada -. ¿El bicho ya rompió tu corazón? Porque reconozco uno cuando lo veo.

-¿Y eso te importa?

-Tienes razón, no me importa. Sé que no soy la mejor compañía o el mejor confidente, pero tampoco soy lo peor, así que... -se encogió en hombros.

-¿Y a ti? ¿Afrodita ya te engañó? - dijo con cierta soberbia.

-Más veces de las que puedo contar, supongo.

-Yo...

Camus abrió desmesuradamente los ojos y un gran tono carmín tiñó sus mejillas. Se pasó una mano por el cabello. Intentó disculparse, pero no encontró las palabras adecuadas. La mano derecha comenzó a temblarle. Observó fijamente el cigarrillo de Death Mask, y siguió el trayecto en el que lo levantaba para llevárselo a los labios.

-¿Qué tanto me miras? - preguntó Death frunciendo el ceño.

-Dame eso. - dijo Camus arrebatándole el cigarrillo y fumando de él.

-No sabía que fumabas.

-Bueno, ciertamente hay muchas cosas que no sabes de mí y viceversa. - contestó antes de soltar el humo -. Estoy teniendo un día de mierda y lo último que quiero es que intentes ser mi terapeuta.

-Camus, Death. - saludó Saga -. ¿Puedo pasar por Cáncer?

-Creo, Acuario, que no eres el único con un día de mierda. - se acercó y comenzó a caminar en círculos alrededor de Saga-. Mira a esta pobre alma. ¿Te enteraste ya que tu lindo Aioros se acuesta con Shura?

-Hijo de perra. ¿Lo sabías? - preguntó tomando a Cáncer por la camisa.

-Todo el Santuario lo sabía.

-Saga. - intervino Camus colocando sus manos sobre el pecho del griego. -. No hagas cosas de las que te vas a arrepentir después.

-Créeme, cocinar a este cangrejo me hará muy feliz. - contestó enojado. De un momento a otro la confusión llegó a él -. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué ustedes dos están hablando y por qué Camus tiene un cigarro en la mano?

-Somos personas, Géminis. - contestó Death sarcástico -. Hablamos entre nosotros.

Camus que se había mantenido serio, trató de reprimir su risa ante tal comentario. Saga que era unos cuantos centímetros más alto que él, agachó la mirada e instivamente colocó su mano sobre la cadera del Acuariano, mirándolo con incredulidad. El venido de Francia observó unos cuantos segundos los ojos del peli azul y comenzó a reír abiertamente mientras recargaba la cabeza en el pecho de su compañero.
Saga y Death se miraron con sumo desconcierto, mientras que el Geminiano pasó sus brazos alrededor de su compañero. En respuesta, Camus abrazó con fuerza a Saga mientras algunas lágrimas escurrían por sus ojos.

-Hey, pequeño. - dijo acariciándole el cabello con ternura-. Cam, todo va a estar bien. - miró fijamente a Death -. ¿Qué pasó?

-Escorpio.

-Bastardo, hijo de puta. - masculló molesto-. Le dejé muy claro que si lo lastimaba iba a...

-Estoy bien, Saga. - dijo el acuariano limpiándose las lágrimas-. Estoy bien. Solo necesito una botella de vino, un buen libro y estaré de maravilla.

-Claramente no te ves bien. - reprendió Géminis.

-Me agrada la parte del vino. - dijo pensativo Death -. ¿Quieren un trago? Porque a mi me urge uno.

Saga y Camus se miraron mutuamente para luego encogerse en hombros y aceptar la invitación de Cáncer.

Para sorpresa de ambos, el cuarto templo del Zodiaco se encontraba totalmente recogido e impecable. Avanzaron admirando todo hasta la sala donde se sentaron.

De un Mini bar, Death Mask sirvió rápidamente los tragos y les dio alcance a sus compañeros.
Los tres bebían en profundo e incómodo silencio. Ocasionalmente, Camus y Saga cruzaban algunas miradas que para Death Mask resultaban extrañas.

-Supongo que no soy el único con un día de mierda. - dijo Camus mirando su bebida.

-¿Acaso dijiste una grosería? - preguntó el cuarto custodio abriendo desmesuradamente los ojos.

-¿Por qué te sorprende tanto? - respondió enarcando una ceja.

-¡Oh vamos, Camus! - dijo Saga rodando los ojos -. No puedes culparlo, si yo no te conociera mejor, estaría igual que él.

-Sigo sin entender el punto.

-El punto es, mi pequeña hielera. - comenzó Death -. De todos los caballeros, puedo creer que hasta el pequeño Seiya se sabe más groserías que tú.

-¿En verdad eso piensas? Porque puedo ofenderte fácilmente en 3 idiomas diferentes. - respondió llevándose la copa de vino a los labios. Los otros dos caballeros compartieron una rápida mirada y comenzaron a reír a carcajadas -. ¿Quieren explicarme qué es tan gracioso?

-¿Qué es lo más grosero que podrías decirnos? - preguntó el tercer custodio aún riendo -. Te conozco, pequeño, no eres alguien que actúe así.

-¿No crees qué pueda soltarme de vez en cuando? - preguntó ofendido.

-En definitiva, no. - dijo lacónicamente Cáncer. También riendo.

-¡Váyanse a la mierda! - contestó molesto-. Esto es un reto.

EL CLUB DE LOS CORAZONES ROTOS (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora