15. - BAÑO, TEMPLO Y AIRE FRESCO

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Deathmask se movía al ritmo de la música tomando a Mu despreocupadamente por la cadera. Ocasionalmente lo hacía dar vueltas para rozar sutilmente con su cuerpo.
Camus, de forma intencional, se acercaba al leonino dando ligeros toques en los fornidos músculos del griego.

Por otro lado, Shaka, resultó ser el más atrevido. Juntaba de forma descarada su espalda y su cadera al cuerpo del geminiano.

Los seis santos, formaron un pequeño círculo donde bailaban con y sin ritmo, se reían e imitaban entre ellos.
La música cambió a una pieza más lenta. El primero en tomar iniciativa, fue Saga. De manera delicada, acercó al de Virgo hacia a él, y este recargó sus manos en el pecho del mayor. Deathmask y Mu, por otro lado, se unieron casi al instante.

Aioria hizo que Camus diera una vuelta al hacerlo, lo atrajo hacia su pecho tomándolo inmediatamente por la cintura. El acuariano sonrió de lado mirándolo directamente a los ojos, se acercó a su oreja y susurró:

-Exactamente, ¿qué esperas de todo esto?

-¿A qué te refieres?

-Si, quiero decir, sé que quizá Milo y tú ya tengan algo, entonces...

-A mi no me interesa Milo. - interrumpió separándose ligeramente.

-¿No? - preguntó confundido.

-No. - respondió con obviedad -. Eres tu quien me interesa. Me atraes demasiado, no sé si solo es atracción sexual o...

El onceavo guardián, pasó una mano por su cuello y lo atrajo hacia sus labios. Un ansiado beso que rápidamente se transformó en uno cargado de sensualidad y deseo. Aioria lo rodeó por la cintura apretándolo con fuerza. Sutilmente comenzó a acariciar su espalda de arriba a abajo deteniéndose en su cadera.

-Baño. - dijo el acuariano sin despegar sus labios -. Ahora.

-Por todos los dioses. - dijo Mu sorprendido.

El ariano señaló en dirección a Camus y Aioria, a lo que el canceriano soltó un "mierda" mezclado con una pequeña risa. De forma casi instantánea, miró a Saga y este le guiñó el ojo con un toque de complicidad, pero sus ojos denotaban algo más.

Mu juntó sus cuerpos lo más que pudo. Y Deathmask lo abrazó por la cintura. Se agachó ligeramente y preguntó:

-¿Me dejarás darte un beso está noche?

-¿Sólo será uno? - respondió coqueto.
Ambos se sonrieron. El peliazul lo tomó por la barbilla para unir sus labios.

Caminaron rápidamente hacia los baños. En cuanto atravesaron la puerta comenzaron a besarse. Rápidamente el acuariano tomó el mando metiendo las manos por debajo de la camisa de su compañero. A empujones lo condujo hacia un cubículo. Una vez dentro, cerró la puerta y desabrochó lentamente su propia camisa.

El de Leo, descendió con húmedos besos por el cuello del acuariano hasta llegar a sus rosados pezones. Lo tenía sostenido por la cintura con una mano y con la otra acariciaba lentamente su redondeado trasero. Le mordió suavemente el hombro provocando un excitante suspiro por parte del francés.

Mutuamente buscaron sus labios y desesperadamente el de cabellos aguamarina desabrochó los pantalones del león. Con habilidad, metió la mano por debajo de los calzoncillos, palpando su endurecido miembro. Una serie de ágiles movimientos bastaron para que el griego pronunciara con deseo su nombre. Antes de que pudiera decirlo más fuerte, el Mago de los Hielos metió dos dedos a su boca y de forma automática empezó a ensalivarlos.
Aioria, bajó sus calzoncillos, le dio la espalda y se agachó ligeramente, recargándose en la pared.

-Hazlo. - susurró en tono de súplica.

-Y con exactitud, ¿qué quieres que haga?

Se giró lentamente quedando frente a frente. Con decisión, acarició el bulto sobresaliente de los pantalones del acuariano, se acercó hasta que sus labios rozaron el lóbulo izquierdo.

EL CLUB DE LOS CORAZONES ROTOS (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora