9. ENTRENAMIENTO

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-Comencemos el entramiento. - interrumpió Dohko -. Death, tu serás el primero, te enfrentarás con... - los miró a todos pensativo -. Con Aldebarán.

Ambos caballeros se acercaron a la arena, estirando en silencio. Afrodita se acercó al caballero de Tauro para desearle buena suerte, desconcertándolo ampliamente. Al alejarse, meneó exageradamente las caderas con el fin de que todos lo vieran.

Los demás caminaron hacia las gradas para acomodarse. Camus y Saga tomaron asiento en la primera fila. Aioros se sentó junto a su hermano una grada arriba de ellos. El caballero de Capricornio se sentó junto al arquero regalándole una cálida sonrisa.

Por su parte, Milo no perdió el tiempo, levantando con la mirada a Shaka, para sentarse junto a Aioria.
Por el rabillo del ojo, Saga observó a Sagitario sonrojarse con el español, respiró profundamente y recargó su cabeza en el hombro de Camus. Este se desconcertó brevemente, pero al escuchar la falsa risa del escorpión, hizo lo mismo sobre la cabeza de su compañero.

-Creo que no vuelvo a hacer esto. - dijo en voz baja.

-¿Beber? - preguntó Saga.

-Enamorarme. - dijo melancólico -. Aunque sí, quizá no vuelva beber de esa manera. Sí somos sinceros, creo que aún estoy ebrio.

-¿Te arrepientes de lo que pasó? - preguntó levantándose para observarlo.

-¿La verdad? - enarcó una ceja y el geminiano asintió -. No, honestamente no, incluso creo que lo haría de nuevo.

-Eso me parece excelente, porque... - se acercó a su oído y susurró -. Quiero volver a probarte, pero está vez completamente sobrio.

Las mejillas del onceavo custodio se tornaron completamente rojas y asintió con una pequeña sonrisa en los labios.

Todos estos gestos, no pasaron desapercibidos por el octavo y noveno custodio. Milo comenzó a mover desesperadamente la pierna derecha mientras apretaba el puño, por otro lado, Aioros se obligó a mantener la mirada al frente.

La batalla entre ambos Santos comenzó. El primer movimiento lo hizo el brasileño  arremetiendo con fuerza. DM se movía rápidamente de un lado esquivando los golpes del taurino.

-¿Ahora no hablarás? - preguntó Aldebarán con una gran carcajada.

-¿Qué? ¿Ya extrañas mi voz? - soltó sonriendo de lado.

Ambos caballeros se atacaban con fuerza utilizando sus mejores técnicas y esquivando a penas las tácticas contrarias. Al no ver aparente ganador, Shion detuvo el combate, resultando un empate. DM se dejó caer cansado al suelo, aspirando todo el aire que sus pulmones le permitían.

-¿Cansado? - preguntó el taurino.

-Das buenas batallas, grandote. - respondió jadeando.

El brasileño soltó una risa tendiéndole la mano, él la tomó y de un tirón quedó de pie. Volvieron con sus compañeros acomodándose en las gradas. DM se acostó recargando su cabeza en las piernas del acuariano.

Los siguientes en pasar fueron Milo y Afrodita. El griego se quitó la remera, ganándose casi todas las miradas. Desde su lugar, Camus rodó los ojos recargándose sobre el hombro de Saga.

El duelo fue bastante reñido, puesto que ninguno cedía. Un movimiento de Deathmask desconcertó al Sueco cuando lo vio poner su mano sobre el muslo de Saga, dándole la oportunidad al griego de derribarlo.

-Saga, Shura. - llamó Shion al azar -. Su turno.

El décimo caballero se puso de pie, bajó estoico, con la cabeza en alto y el rostro sereno. Saga por otro lado, sentía la rabia subir por su sistema.

-No hagas una estupidez. - dijo Camus rápidamente.

-Descuida, no la haré. - respondió con una falsa sonrisa, dándose la vuelta.
El caballero de Cáncer lo tomó por el brazo jalándolo ligeramente hacia ellos de nuevo.

-En serio, Saga. - dijo serio -. No hagas algo de lo que te arrepentirás luego.

El geminiano les regaló otra falsa sonrisa, avanzando rápidamente hacia el lugar del combate. El ambiente se tornó tenso, y todos se encontraban en súbito silencio.
Ambos caballeros caminaban en círculos analizando los movimientos contrarios.

El de cabellos azabache dio el primer paso lanzando un ataque de su poderosa Excalibur. El de la tercera casa la esquivó hábilmente, avanzó hacia él dándole un fuerte golpe en el estómago que lo hizo doblarse al instante. Arremetió de nuevo con un rodillazo en su rostro haciéndolo caer.

El español se levantó y se lanzó sobre él tomándolo por la cintura para derribarlo. Ya en el suelo, se sentó a horcajadas para golpear el rostro y el torso del peliazul.

-Maldito, hijo de puta. - dijo Saga forcejeando.

-¿Qué pasa, Géminis? - preguntó con soberbia. - Supongo que por eso Aioros prefiere estar conmigo.

Balanceó sus caderas de un lado a otro tirando al español. Rodaron por el suelo un par de vueltas, hasta que él quedó arriba. Comenzó a golpearlo sin cesar y con toda la fuerza que sus músculos le permitían. Ambos caballeros tenían notables y sangrantes golpes. Mutuamente se empujaron y de un salto volvieron a ponerse de pie. Shura elevó y concentró su cosmos.

-¡EXCÁLIBUR!

-¡POLVO DE DIAMANTES! - gritó Camus.

El acuariano congeló al décimo guardián, mientras que DM derribó a Saga lanzándose sobre él. El furioso ataque del español impactó contra un viejo pilar destruyéndolo al instante.

-¡CAMUS DE ACUARIO! - gritó el Patriarca furioso -. ¡SABES PERFECTAMENTE QUE NO SE DEBE INTERRUMPIR UN COMBATE!

-Lo sé, su Excelencia, pero...

-Nada de peros. - dijo serio -. Todos a sus templos, ¡AHORA! Excepto tú. - señaló al acuariano.

En cuestión de minutos el Coliseo quedó completamente vacío. Los nuevos amigos de Camus se ocultaron en los pilares para observar que pasaba, al igual que cierto Escorpión.

-Patriarca, yo... - intentó decir.

-Quiero que te calles. - amenazó -. ¿Qué pasa contigo hoy? ¿Podrías explicarme? Primero llegas tarde y ahora interfieres en los combates de tus compañeros. ¿Desde cuándo?

-Shion... - llamó Libra -. Estás exagerando demasiado. Yo estuve a punto de frenar esa pelea.

-¿Me llamas exagerado? - preguntó ofendido -. ¿Quieres acompañarlo en su castigo?

-Le agradezco su intervención, maestro Dohko. - dijo mirando al suelo -. Pero si el Patriarca considera que hice las cosas mal, aceptaré mi destino. ¿Cuál es mi castigo?

-Cien azotes. - respondió serio.

EL CLUB DE LOS CORAZONES ROTOS (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora