8.- AL DÍA SIGUIENTE

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~ COLISEO 8:30 PM ~

La mayoría de los guerreros atenienses se encontraban calentando. Ahora que la paz estaba restaurada y los tratados se habían acordado, los entrenamientos eran un poco menos estrictos.

Cómo cada mañana, el Patriarca acompañado del caballero de Libra, dirigían y supervisaban los combates. Aunque está sería distinta, puesto que Athena y los caballeros de bronce los acompañarían.

-Caballeros, reúnance, por favor. - dijo en voz alta y ellos acataron enseguida -. Bien, como todos ustedes ya saben, las cosas entre los tres reinos van mejorando. La señorita Athena les ha ofrecido a los dioses una cena de agradecimiento. - hablaba con seguridad mientras recorría con la mirada a sus caballeros -. Tendremos distintas tareas y... - se detuvo en seco -. ¿Dónde están Camus, Saga y Deathmask?

-Cómo si no conociera a Cáncer. - dijo Afrodita con soberbia.

-Tiene razón, caballero dorado de Piscis.- respondió serio -. Lo conozco tan bien para decirte que Deathmask podrá ser muchas cosas, pero la impuntualidad jamás se ha encontrado en esa categoría.
El último custodio del zodiaco guardó silencio de inmediato.

~ TEMPLO DE CÁNCER, MINUTOS ANTES~

Despertó gracias a los tenues rayos de sol que se filtraban por las ventanas. Sin abrir los ojos, intentó moverse. Sin embargo, un peso sobre su pecho se lo impedía. Casi por instinto, lo rodeó con los brazos acercándolo más, ante esto, el bulto soltó un suave gemido acurrucándose contra él.

Sus párpados de sentían pesados y un dolor de cabeza lo invadía poco a poco.

Abrió lentamente los ojos, parpadeando un par de veces hasta que las imágenes se presentaron claras. Bajó la cabeza encontrándose a Camus profundamente dormido sobre él. Sonrió de lado dándole un beso en la cabeza.

-Aún no me quiero levantar. - gimió el acuariano pegándose aún más.

-Tienes qué. - dijo Saga con ternura acariciando su cabello.

El onceavo guardián abrió los ojos de golpe al escuchar la voz de su compañero y se alejó rápidamente.

-Sa.. Saga. - tartamudeó confundido.

-¿Estás bien? - preguntó preocupado acercándose a él.

Los ojos del francés recorrieron a detalle el fornido cuerpo del griego, sonrojándose casi al instante. Desvío la mirada hacia la cama profundamente apenado.

-Es-Estás... - movió nervioso las manos-. Muy... Tu sabes... des-des-nudo.
-Sí... - respondió entre divertido y desconcertado -. Tu también lo estás.

-¿Qué? - se tocó rápidamente.

-Creí que no despertarían. - dijo DM entrando a la habitación.

-¿Qué diablos pasó? - preguntó algo alterado el menor de los tres.

-¿No lo recuerdas? - soltó sonriendo socarronamente. Se acercó a él como un depredador hasta quedar frente a él -. ¿Me dirás que ya olvidaste lo que hicimos anoche? - sacó la lengua pasándola sobre los labios de su compañero.

El color carmín de sus mejillas aumentó, al igual que su temperatura corporal. Su cabeza se encontraba trabajando al mil por hora sin poner en orden sus pensamientos. Se levantó de la cama y caminó hacia el espejo más cercano.

-Déjalo. - dijo Saga rodando los ojos.

-En fin, es hora del entrenamiento. - dijo alejándose -. Será mejor que se den prisa si no quieren que Shion suba por nosotros.

-Mierda. - murmuró mirando las marcas de su cuerpo.

Observó a detalle los chupetes de su cuello, y las marcas de las manos de sus compañeros sobre él, pasando suavemente sus dedos sobre ellos. Un suave dolor recorrió su cuerpo y pequeñas memorias inundaron su mente.

EL CLUB DE LOS CORAZONES ROTOS (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora