Capítulo 5

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Regina entró a su habitación como alma que llevaba el diablo aventando la puerta que se cerró de un portazo y empezó a pasearse furiosa por el lugar.

Tenía unas ganas inmensas de ir con Snow a reclamarle el haberse atrevido a enviar a su lacaya a amenazarla de esa forma y además, estaba muy interesada en saber si el príncipe idiota estaba enterado y consintió que Ruby hiciera eso.

Si de verdad él pensaba dejar que la mataran cuando el bebé naciera.

Por un momento se detuvo ante el pensamiento y entonces sucedió algo que no esperaba: sintió ganas de llorar al pensar en la posibilidad de que David estuviera de acuerdo en eso.

Soltó un reniego y estampó un pie contra el suelo molesta consigo misma.

El embarazo la tenía muy sensible y estaba odiando con todas sus fuerzas el ponerse así de sentimental por cosas que normalmente la llenarían de sed de venganza y no de lágrimas. ¿A ella qué le importaba si el pastor inmundo quería matarla, si quería encerrarla o mandarla de nuevo al exilio? Lo que él hiciera o dejara de hacer no tenía por qué afectarla emocionalmente.

Apretó los labios mientras ponía ambas manos en su cintura y volteaba hacia arriba buscando calmarse. Respiró un par de veces, bajó la cabeza y concentró la mirada en su apenas notable vientre

- Te amo pedacito bello, pero no es gracioso - le dijo a su bebé y entonces, se llenó de un sentimiento hermoso que nunca antes había experimentado porque era la primera vez que hablaba con ese pequeño ser que crecía en su vientre, que le había cambiado la vida por completo y por el cual lo estaba arriesgando todo.

Llevó la mano derecha hasta ese lugar en su propio cuerpo y empezó a acariciar la diminuta lomita mientras retomaba su andar, pero ahora a un ritmo calmado que logró tranquilizarla.

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Granny estaba tejiendo tranquilamente en la alcoba que compartía con su nieta cuando ésta entró

- ¿Qué hiciste ahora? - preguntó sin siquiera voltear a verla. La conocía muy bien y sabía cuando la joven lobo se metía en algo

- Quizá algo que no debía - habló molesta consigo misma. Volteó a ver a su abuela quien ya la miraba por arriba de las grandes gafas - Amenace a Regina con matarla cuando nazca el bebé - confesó de golpe. Sabía que no tenía caso mentirle a su abuela

- ¡Ruby! - le llamó molesta

- Ya sé, ya sé - le dijo con un poco de histeria porque sabía que Granny le daría un sermón

- No me agrada esa mujer y no estoy contenta con lo que está sucediendo, pero me parece reprobable lo que has hecho - la reprendió - Si David se entera se va a molestar y causaras un conflicto entre él y Snow - le dijo - Además, Regina es una mujer embarazada y no está bien que le digas esas cosas en su estado - la regañó está vez

- ¿Te preocupas por sus sentimientos? - preguntó sorprendida

- Sí, porque su estado anímico afecta al bebé que es un ser inocente - explicó su sentir sin dejar de mirar a su nieta con severidad.

Ruby se mordió el labio inferior en conflicto al pensar en ello y se sentó en la cama

- ¿Crees que el bebé nazca enojadito por eso? - preguntó con genuina curiosidad causando que su abuela no pudiera evitar reír.

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Regina estuvo toda la noche pensando en lo que planeaba hacer. No estaba convencida, pero no veía otra forma de conseguir irse de ahí un día con todo y su bebé, y si era con su pedacito bello en el vientre aún, mucho mejor.

A New BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora