Capítulo 9

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A ver qué les parece este capítulo...

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La mañana del día siguiente fue un poco extraña. David se presentó en la habitación de la reina muy puntual a la hora habitual en que llevaba el desayuno para ambos. Regina le permitió entrar y sin mucho preámbulo se dispusieron a comer.

La reina había hecho su mezcla predilecta: manzana, con durazno, uvas, fresas, algunos trozos de queso y toda la miel que cupiera en el tazón. Degustaba fascinada porque aparte de lo delicioso que estaba y del extraño placer que le provocaba, el estar entretenida con ese antojo le permitía no pensar, mucho menos tener que hablar de lo sucedido entre ellos el día anterior.

Lo contrario era para David. Estaba que moría de ansiedad porque hablaran, pero ella parecía estarle torturando puesto que, como de costumbre, estaba soltando gemidos cada que se llevaba un bocado a la boca y saboreaba, y parecía no tener ni la más mínima intención en entablar conversación con él

- ¿Te gustó lo de ayer? - se aventuró a preguntar y al parecer su pregunta poco sutil surtió efecto porque Regina abrió los ojos de golpe

- Que delicado para preguntar, encantador - arrugó la nariz al decir eso

- Si te hubiera dicho que quería hablar de eso me habrías respondido que no había nada qué hablar - se justificó y la vio poner los ojos en blanco. No pudo evitar sonreír divertido

- ¿Qué quieres saber? - preguntó ligeramente irritada

- Eso - respondió - Si te gustó, si quedaste satisfecha - explicó más el porqué de su pregunta y desde luego se abstuvo de insinuar que si quería podían repetir.

La situación le pareció a Regina nueva y divertida. Ni siquiera tuvieron sexo como tal y David estaba preocupado por saber si todo estuvo bien y si le había gustado. Podría darle el gusto y decirle que sí, porque era la verdad, le había encantado y no dudaría en pedirle "una mano" de nuevo, pero no se lo pondría tan fácil

- Dormí muy bien - era lo único que le diría y que lo interpretara como le diera la gana.

El Rey frunció el ceño sintiéndose frustrado porque a su parecer ese era un sí, pero no podía estar seguro del todo

- Está bien - accedió a dejar el tema de lado - ¿Has sentido al bebé de nuevo? - preguntó con renovado entusiasmo.

La reina se le quedó mirando pues no podía creer que cambiara de un tema sexual al del bebé, así como así

- No - respondió llevando una mano hasta su vientre para acariciar y el Rey asintió

- Ayer, antes de que pasara lo que sucedió - no tenía forma de ponerle título a ese evento - En realidad fui porque quería proponerte que vayas pensando en la decoración de la habitación del bebé - le contó animado, pero al ver la leve preocupación en los ojos de Regina también se preocupó

- No quiero una habitación. Quiero que esté aquí conmigo - le dijo sintiendo un nudo en la garganta mientras llevaba también su otra mano hasta su pancita casi como abrazándola.

El verla así tan a la defensiva y claramente protegiéndose el vientre conmovieron profundamente al Rey porque la reina estaba temerosa de que en verdad le fueran a quitar al bebé

- Está bien - le sonrió buscando que se tranquilizara - La habitación tiene el espacio suficiente para la cuna - miró alrededor del amplio y elegante lugar. Sin embargo, para Regina eso no pareció ser suficiente - Nadie lo va a apartar de tu lado, te lo juro - prometió y ahora la vio inhalar muy, muy profundamente y después soltar el aire con lentitud mientras asentía muy levemente.

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