Capítulo 38

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Roberta:

Camino junto a Mia por los pasillos del hotel. Diego se fue a su habitación preocupado, solo porque le prometí que estaría bien, y es que Mia no supo cómo decirme quien estaba en la recepción con mi papá y Santiago, no entiendo nada solo sé que estoy preocupada, Martin me dijo que no podría venir entonces ¿Que hace aquí? Algo se trae entre manos, lo conozco sé que algo trama. Dios mío solo pido que no sea nada en contra de Diego porque no lo soportaría, ya bastante tengo con el loco de Santiago.

Roberta: Barbie, solo espero que no sea alguien que quiera terminar de arruinar mi vi... –Me quedo perpleja en mi sitio. Llevo ambas manos a mi boca y siento unas cuantas lágrimas deslizarse por mis mejillas, no lo puedo creer, volvió, después de tantos años sin vernos, sin estar juntos ni compartir aquí está de nuevo, de verdad no lo puedo creer. __Eres tú. –Musito emocionada. Tal parece que me escucha porque voltea a verme y sonríe feliz, como yo no puedo moverme de lo impresionada que estoy el corre hasta a mí y me envuelve en sus brazos, da vueltas conmigo en el aire y río feliz mientras lo abrazo por su cuello. __ ¡Volviste! –Digo feliz y beso su mejilla. __No sabes lo que te extrañe, Mau. –Lloro como niña pequeña y acaricia mi mejilla.

Mau: No llores, pequeña ya estoy aquí, mira lo grande y hermosa que estas. –Besa mi frente y me abraza a él. __Uy no sabes lo que te extrañe, estaba contando los días para verte, mi niña hermosa, mi princesa. –Susurra con ternura en mi oído y sollozo. De verdad fue una tortura estar sin él, aún lo miro impresionada y sonríe. __ ¿Porque me miras así? Hey si estoy aquí, si soy yo hermanita. –Ríe tierno y besa mi frente una vez más. Si chicos tengo un hermano, Mau Reverte, tiene 24 años un año mayor que yo, siempre vivió lejos de nosotros, el nunca soporto a papá y si tuvo el valor de irse he independizarse, mi hermano es mi todo, siempre está para apoyarme y estar conmigo siempre.

Roberta: Te juro que no lo puedo creer, estas aquí. –Sonrió aun llorando. Observo que Mia nos mira con una sonrisa tierna, Santiago nos mira fastidiado y papá, juro que puedo describir su rostro y sé que se va a terminar de aprovechar de esta situación, si su rostro dice "Te tengo en mis manos ahora más que nunca querida hija" y eso me asusta.

Mau: Aquí estoy, y te prometo que estaré siempre, ya no me iré. –Acaricia mi cabello y sonrió confundida.

Roberta: ¿Vienes a Argentina conmigo? –Pregunto esperanzada y asiente. Doy un pequeño grito de alegría y me lanzo a sus brazos. __Mamá estará súper feliz. –Limpia mis lágrimas con su pulgar y sonríe.

Mau: Yo estoy ansioso por verla otra vez, Dios, me hicieron muchísima falta. –Me toma por la cintura una vez más y divisó a mi padre acercándose.

Martin: Bueno, bueno, no la mimes tanto, hijo, si no creerá que es una consentida. –Sonríe con falsedad y ruedo los ojos.

Mau: ¿Que dices? Ella es mi consentida, tu deja de tratarla como si fuera tu esclava porque no lo es. –Dice serio mientras me abraza de lado. Papá me fulmina con la mirada y me encojo en los brazos de mi hermano como un ratoncito asustado.

Martin: No deberías decir esas cosas, son tonterías, tu hermana es mi niña, la quiero con mi vida. –Dice entre dientes y niego decepcionada. Mentiras y solo mentiras, es lo que este ser calculador y sin corazón sabe decir. __¿No es así cariño? –Sonríe. Toma mi mano y la aprieta un poco hasta el punto de lastimarme, siseo de dolor y Mau me aleja de el un poco.

Roberta: Todo va bien, hermano. –Miento y con disimulo sobo mi mano. Martin es una bestia.

Santi: Increíble, celebremos la llegada de mi cuñado ¿Que les parece? –Cínico como el ninguno. Sonríe mientras palmea el hombro de Mau y este lo mira mal.

Mau: Este de risita de niña ¿Quién es? –Pregunta en un susurro refiriéndose a Santiago. Suelto una pequeña carcajada y beso su manilla, debo admitir que mi hermano y yo parecemos novios debido al modo que me tiene abrazada, su mano se en encuentra en mi cintura mientras me abraza de espalda a él.

Roberta: Es una larga historia. –Murmuro y asiente entendiendo que le contaré después. Mau voltea a ver a Mia y sonríe mientras me suelta para ir abrazarla a ella.

Mau: ¡Mira tú lo hermosa que estas rubia! –Grita mientras da vueltas con ella y sonrió. Hago una mueca de dolor cuando mi papá con disimulo me toma por la muñeca de mi mano izquierda.

Martin: Mucho cuidado con lo que haces y dices, recuerda que yo no juego, ahora que tu hermano está contigo no me va a importar nada, mantente derechita querida hija. –Dice molesto solo para mí. Asiento aún con dolor y suelta mi mano dejando una marca en esta.

Mia: Que insoportable eres, Mau Reverte. –La oigo decir y sin pensarlo me acercó hasta donde están ellos alejándome lo más que puedo del enfermo de mi padre.

Mau: Oh vamos, admite que me extrañaste. –Pellizca su nariz y golpea su hombro levemente.

Roberta: Siempre tan amorosos ustedes. –Comentó mientras me cuelgo del cuello de mi hermano.

Mau: Esta rubia me extraño, ¿Verdad que si? –Le dice con voz de bebé y río al ver la cara que hace Mia.

Mike: ¡Hey! te recomiendo que no vuelvas a tocar a mi novia. –Dice serio. Toma a Mia por la cintura y la acerca a él, Mau me mira confundido y me encojo de hombros.

Roberta: Miguel te presentó a mi hermano, Mauricio, Mau él es Miguel el novio de Mia. –Los presentó.

Mia: Tranquilo. –Susurra y besa sus labios.

Mike: Lo siento, no sabía ya sabes que esta mujer es muy bonita y no puedo dejarla sola ni un segundo porque ya me la quieren quitar. –Niega fastidiado y le extiende su mano a Mau.

Mau: Tranquilo, te comprendo, además Mia es como una hermana para mí. –Mike asiente y besa la mejilla de Mia. __Bueno ahora tú y yo vamos a hablar porque tienes que contarme como te ha ido todos estos años. –Arrugó mi nariz y me mira con advertencia.

Roberta: De acuerdo, hablaremos. –Digo rendida. Sonríe y me abraza.

Diego: ¡Hey tú suelta a mi novia ya mismo! –Grita enojado mientras se dirige hasta aquí con los puños apretados. Oh no.

Mau: ¿Eso es conmigo? –Me pregunta extrañado y trato de detener a Diego con la mirada pero no me presta atención. Afortunadamente mi papá y Santiago ya no se encuentran en la recepción y en parte eso es bueno.

Diego: ¿¡Escuchaste o no!? ¡SUELTA A MI MUJER! –Grita más que furioso y por primera vez no sé cómo detenerlo.

Se desatara la tercera Guerra mundial.

Princesa (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora