T2 C11

132 19 0
                                    

Roberta:

Abro mis ojos despacio sintiendo un olor diferente. Es olor a mar, olor a playa, observo todo a mí al rededor y me doy cuenta de que no estoy en mi habitación, Luciana esta junto a mí, respiro aliviada por eso, busco mi celular encontrándolo en una mesita de noche que esta junto a la cama, lo enciendo para ver qué hora es y me sorprendo lo mucho que dormí, son las 4 de la tarde y recuerdo haberme quedado dormida justo a las 11 de la mañana. Ni siquiera almorcé y ahora tengo mucha hambre, tomo a mi hija en brazos y noto que ya lleva un buen rato despierta, recorro el lugar y me sorprendo con lo hermoso que es todo aquí, ¿Quién me trajo hasta aquí? Mi duda queda atrás cuando al salir al pasillo veo en unas de las paredes un gran collage con fotos mías de Diego y Luciana, esto es obra de él, bajo hasta el living para buscarlo y no lo encuentro por ningún lado, que ni piense que con esto le voy a perdonar lo que me hizo.

Diego: Ya se despertaron mis bellas durmientes. -Comenta sonriendo mientras lo veo entrar por la puerta principal. Lo recorro con la mirada y evito las ganas de morderme el labio, ¡Está usando solo unos shorts playeros azul marino con rayas negras! Voy a morir de hiperventilación por Dios.

Roberta: ¿Que es todo esto, Diego? ¿A dónde nos trajiste? -Pregunto molesta. O más bien finjo, la verdad es que ver a Diego con el torso desnudo hace que uno se desconcentre un montón.

Diego: Hola para ti también amor. -Menciona mientras se acerca a mí y deja un pequeño beso en la frente de Luciana.

Roberta: No estoy jugando, Bustamante. -Digo con poca paciencia.

Diego: Yo tampoco estoy jugando Roberta Reverte. -Hace una mueca graciosa y besa mis labios repetidas veces. Eso, eso es una hermosa caricia, pero no puedo dejar que me cambie el tema.

Roberta: No me cambies el tema, solo dime donde estamos. -Pido ya cansada. Besa mi mejilla.

Diego: Estamos en un lugar donde nadie nos va a molestar ¿Verdad pequeña Bustamante Reverte? -Dice con dulzura mientras toma a Luciana en sus brazos. Mi bebé lanza algunas pataditas mientras sonríe al ver a su papá, lo se hija tu papi es hermoso.

Roberta: ¿De quién es esta casa? -Pregunto mientras lo sigo hasta lo que parece ser la cocina.

Diego: Tuya. -Contesta y alzo una ceja extrañada.

Roberta: ¿Mía? -Digo confundida.

Diego: Si tuya, y de Luciana. -Sonríe y mete a la niña en una porta bebé. __ ¿Tienes hambre? -Pregunta mientras me abraza por la cintura y asiento distraída. Aún estoy procesando todo esto, esta gran casa es mía ¿Cuándo paso todo esto? __ ¿Estas bien? -Susurra mientras acaricia mi mejilla y niego mientras me abrazo a él.

Roberta: Te vi Diego. -Murmuro con mi rostro pegado a su pecho. __Vi que estaban a punto de besarse, dime por favor que no paso, por favor dime te lo suplico. -Pido mientras lloro y cierro mis ojos con fuerza.

Diego: No paso, te prometo que no paso amor, en ese momento la aparte de mí y le deje bien en claro que no se acercara más, también le advertí que no se acercara a ti ni que intentara al menos hacerte algo porque no respondía de mí. -Explica mientras acaricia mi espalda baja. __Mi cielo yo no te haría daño jamás, te lo dije esta mañana y te lo vuelvo a repetir; Tu eres todo para mí, eres parte de mí, si tu sufres yo sufro, si tu lloras yo igual, no hay nada en este mundo que haga que yo deje de amarte, tu para mi eres perfecta, la más hermosa, la más dulce, la más tierna, te amo más allá del infinito Rob. -Susurra con amor en mi oído. Suspiro soltando un sollozo y me toma con sus manos de ambas mejillas. __ Te amo digna princesa de mi corazón, mujer hermosa y perfecta para mí, te amo -Me besa y cierro los ojos.

Roberta: Tengo miedo. -Admito quebrada. Mis pies abandonan el piso y sé que Diego me ha levantado para sentarme en la encimera. __No quiero sufrir más. -Susurro derrotada y niega mientras limpia mis lagrimas con su pulgar.

Diego: Ya no más mi amor, no vas a sufrir más. -Me dice con ternura y atrapa mis labios en un beso. Uno pausado y suave, rodeo mis brazos en su cuello y me dejo llevar por la sensación que se siente tener conmigo a este hombre tan maravilloso. __Ya no llores más, no me gusta ver tus hermosos ojitos así. -Susurra y lo beso castamente.

Roberta: Esta bien yo te lo prometo. -Me abrazo a su cuello y suspiro. __Te amo. -Dejo un beso en su cuello y su mentón.

Diego: Yo te amo, con locura. -Sonríe haciéndome sonreír a mí. __He preparado tacos, para la mujer más hermosa de todas. -Menciona mientras pone frente a mí un plato con tres tacos. Lo miro ilusionada, se me hace agua a la boca.

Roberta: Acabo de enamorarme de estos tres tacos, fin. -Digo como niña pequeña y ríe para después mirarme haciéndose el ofendido.

Diego: ¿Me quieres poner celoso de los tacos? Eso no se hace señorita. -Gruñe divertido. __Aparte esos tacos no te van a hacer el amor. -Dice coqueto y siento mis mejillas arder.

Roberta: Estas loco, pero te amo. -Sonrío y lo beso. __ ¿Entonces? ¿Desde cuándo soy dueña de esta casa? -Pregunto mientras como mis tacos.

Diego: A si, pues la compre hace unos meses, pensé que sería buena idea para cuando queramos relajarnos, sé que te gusta estar en paz, cuando la compre la puse a tu nombre y de Luciana. -Dice mientras saca de la heladera un sumo de jugo de naranja.

Roberta: Me encanta, esta hermosa. -Le doy un mordisco a mi último taco y tomo un poco de jugo.

Diego: Si, aparte esta es una playa privada así que nadie puede venir aquí aparte de nosotros. -Explica y se mete entre el medio de mis piernas.

Roberta: Me gusta. -Río por la mueca que Diego hace cuando muerdo lo último de mi taco. __Primero tengo que darle de comer a Luciana y luego dormirla para que me puedas tocar como quieres. -Anuncio sabiendo sus intenciones.

Diego: Esta bien de una vez te digo que ya me puse duro. -Dice como si nada y abro mis ojos de más.

Roberta: ¿Neta? A mira tú, pues creo que vas a tener que pedirle a tu amiga Manuela que te ayude mientras yo me desocupo mi amor. -Sonrío y dejo un beso sobre sus labios mientras me mira incrédulo. __Si que estas tenso allí abajo. -Acaricio su erección con la palma de mi mano y lo miro con maldad cuando traga en seco. __Te veo más tarde amor. -Digo divertida mientras tomo a mi hija en brazos dejándolo más que excitado.

Diego: ¡Me vas a matar! -Grita desde la cocina y río mientras termino de subir las escaleras.

Roberta: ¡Yo te amo! -Grito de vuelta y Luciana sonríe.



Me siento feliz y amada en estos momentos.



Princesa (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora