Capítulo 5

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Roberta Reverte:

Ha pasado una semana desde que Diego se enteró que tengo novio. Desde ese entonces me trata de usted y evita tener conversaciones personales conmigo, ese día fue decepcionante y triste, él solo ver tristeza en sus ojos hizo que mi corazón se encogiera. Diego es muy lindo y tierno, y hasta ahora me doy cuenta de que lo quiero, pero él estar con él me es imposible, ¿Por qué? Pues porque mi padre jamás lo aprobaría, soy su única hija, bueno de hecho tengo un hermano, pero él vive lejos, se casó y tiene una familia y maneja la empresa desde donde esta, en fin, volviendo al tema, papá nunca aprobaría mi relación con Diego, él solo quiere que haga todo como él lo pide, quisiera escapar de todo esto, pero no puedo, Martin Reverte me tiene en sus manos. Él conoce mi debilidad y si se entera que tengo otra sería peor.

Laura: Estos son los reportes del mes, y estos son de contabilidad. –Explica mientras pone las carpetas en mi escritorio. Solo asiento y suspiro cabizbaja.

Roberta: Gracias Laura, ¿Diego ya llego? –Pregunto y niega.

Laura: No señorita, supongo que llegará en un rato, él que tiene rato esperándola es él señor Dereck. –Dice mientras se levanta.

Roberta: Pues hazlo pasar, sabes que mis amigos no necesitan ser anunciados Laura. –La miro obvia y asiente apenada.

Laura: Lo siento, es que como tenía que entregarle esto. –Se muerde él labio nerviosa y sonrió negando.

Roberta: No te preocupes, ya dile a Dereck que pase. –Asiente y sale. Al rato la puerta se abre y entra mi mejor amigo.

Dereck: Hola mi niña, ¿Como has estado? –Deja un pequeño beso en mi frente y sonrió.

Roberta: Muy bien changuito, ¿Y tú qué tal? –Lo invito a sentarse y así lo hace.

Dereck: No me puedo quejar, ya sabes como es. –Dice algo presumido y lleva sus manos hasta atrás de su nuca. Río por sus locuras.

Roberta: Y con Maite ¿Qué tal? –Alzo mis dos cejas con picardía y su sonrisa se borra.

Dereck: Estamos peleados, es que es muy exagerada, me cela de todas las chicas que se me acercan. –Bufa y cruza sus brazos.

Roberta: Querrás decir de las prostitutas que se te acercan porque Mia, Lujan y yo estamos prácticamente encima de ti y no te dice nada. –Digo obvia y me mira ofendido.

Dereck: Eso es diferente, ustedes son mis amigas, y sus amigas, además a mí no se me acercan ningunas prostitutas. –Se defiende y río.

Roberta: No claro que no, por Dios, Dereck ambos sabemos que las chicas que se te acercan son todas unas zorras y tú les das motivos para que coqueteen contigo. Maite tiene todo el derecho en molestarse. –Espeto con obviedad.

Dereck: Esta bien, tienes razón ya deja el tema. –Suspira como niño regañado y río. Tocan a la puerta y Dereck se acomoda en su sitio.

Roberta: Adelante. –Digo con amabilidad. Mi corazón se acelera al ver al chico que alegras mis días entrar.

Diego: Eh... Disculpe que llegue un poco tarde señorita, se me presento un problema con mi mamá. –Explica apenado. Mira a Dereck y luego me mira un poco decepcionado.

Roberta: ¿Pero esta todo bien? ¿Tu mamá no tiene nada grave? –Pregunto algo angustiada.

Diego: Eh, no, no. Tranquila, todo está bien. –Musita y observa una vez más a Dereck.

Roberta: Que bueno. –Suspiro aliviada. __Dereck él es Diego, es mi asistente, Diego él es Dereck, mi mejor amigo. –Sonrió mientras los presento y Dereck se levanta.

Dereck: Es un gusto conocerte amigo, se nota que eres importante para mí Robertita, por ende también eres mi amigo. –Sonríe amable y le extiende su mano. Diego alza una ceja extrañada y le acepta el saludo, con respecto a mí, seguro que mi cara debe estar más roja que una manzana.

Roberta: Dereck. –Musito algo apenada.

Dereck: Vamos mi niña, sabes que digo la verdad. –Ríe y cubro mi rostro con mis manos. __Ya, ya, te veo luego, tengo que ir a contentar a la celosa de mi novia, no puedo estar ni un segundo más lejos de ella. –Sonríe y besa mi frente. __Nos vemos amigo. –Le da un abrazo a Diego y sale. Diego solo pone cara de "¿Que paso aquí?"

Roberta: No te preocupes, él es así, es muy amistoso. –Sonrió y él asiente.

Diego: Bueno, ¿Necesita algo? –Pregunta algo frío y suspiro.

Roberta: Si. –Asiento y me acerco a él. __Que dejes de tratarme de usted. Diego yo... Yo lo siento, siento haberte mentido con respecto a Paco...

Diego: No tienes por qué explicarme nada Roberta. –Interrumpe serio. __Tu eres mi jefa y yo un simple empleado, no soy nadie. –Dice serio aun y niego.

Roberta: Tu eres muy importante para mí Diego, no digas cosas feas sobre ti porque no es cierto, tú eres muy lindo. –Susurro sonrojada y me mira fijamente. Admito que su mirada me intimida un poco, pero en él bien sentido.

Diego: ¿Quieres volverme loco? –Susurra frustrado y lo miro sin entender.

Roberta: ¿De qué hablas? –Pregunto confundida y se toma del cabello.

Diego: Vas a matarme mi amor. –Dice desesperado y abro mis ojos sorprendida. Acaba de llamarme mi amor, ¡Oh por Dios! Claro que lo hizo. __Esto no se puede, Roberta yo tengo que estar lejos de ti. –Dice frustrado. Niego y me acerco a él. Tanto que nuestras respiraciones se mezclan, su aliento mentolado da justo en mis labios.

Roberta: No quiero que te alejes de mí. –Susurro y poso mis manos en su pecho.

Diego: No me hagas esto. –Susurra y acaricia mi mejilla.

Roberta: No quiero tenerte lejos. –Cierro los ojos y me pierdo en sus caricias.

Diego: Mi amor. –Susurra con ternura.

Roberta: ¿Sí? –Contesto a su llamado de cariño y siento sus labios rozar con los míos. Sus manos se posan en mi cintura, me acerco más a él, quiero besarlo, quiero que él me bese. Estamos a punto de besarnos, pero la puerta se abre y Diego se separa rápidamente de mí.

Xxx: ¿Interrumpo algo? –Pregunta alzando una ceja.

Oh no.

Princesa (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora