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— ¿Estas bien?— Mirai salio de sus pensamientos para prestarle atencion a Yoongi que tenia un ceño frunido en su frente. Ella asintio con la cabeza mientras que el pelinegro se encogio de hombros volviendo a mirar por la ventana.

— De hecho...

— Lo siento por la espera, hay mucha gente y casi no hay personal.— La mesera llego interrumpiendo con los dos platos de comida que le correspondian. Mirai preferio guardar silencio ahora indecisa en seguir hablando o no, pero con todas sus preguntas en la cabeza. Miro la comida y se le hizo agua la boca, hasta parecia que tenia mas hambre que cuando llegaron, tomo los palillos y espero a que Yoongi diera la primera moridida para despues estar con la confianza de empezar a comer.

— Ibas a decir algo.— Empezo a decir Yoongi mientras volvio a tomar de su bebida.

— No era nada.— Respondio volviendo a tomar otro bocado de su comida.

— No te pregunte, estaba esperando a que dijeras lo que quieres decir.— El pelinegro solo la miro haciendo un ligero puchero con sus labios.

— ¿Que es lo que quieres lograr?— Pregunto dejando de comer para mirarlo a los ojos.

— ¿ A que te refieres?— Dijo de regreso.

— A esto, no somos ni siquiera amigos y ¿me traes a comer?

— ¿Como iba a dejarte que te desmayaras?— Y a pesar de que tenia un punto, para Mirai no era suficiente con esa respuesta y muy en el fondo, para Yoongi tampoco era una buena respuesta.

— Gracias, pero no tenias que hacer todo eso, no soy una niña chiquita para que me esten cuidando.— Respondio haciendo a el pelinegro poner los ojos en blanco. Ambos ya habian pausado incluso comer debido a que ninguno de los dos estaba conforme con la respuesta del otro.

— No te mataria disfrutar y terminar de comer, por que si pareces niña chiquita.— Dijo empezando a perder la paciencia.

— Entonces, como toda niña chica, me ire.— Y a pesar que Yoongi penso que estaba bromeando, no lo penso mas al ver como se levantaba de la mesa y tomaba sus cosas, incluso dejando la comida a medias.

Incluso hasta ese momento penso que todo seria una broma, pero al notar como Mirai se alejaba mas sin voltear atras y como cruzaba la puerta del restaurante, rapidamente se levanto, no sin antes dejar algo de dinero en la mesa. Cuando salio del restaurante miro hacia los lados tratando de encontrar a una cabellera negra, la alcanzo a observar caminando hacia la parada de autobus, camino hacia ella y cuando estuvo cerca se sento aun lado.

— Lo siento Mirai...

— Dime a donde quieres llegar con esto.— Respondio interrumpiendolo.— ¿Por que me invitas a comer? ¿Por que me tratas... como si te importara?— Dijo en esa ultima pregunta, donde se hacia el esfuerzo de no sentir ganas de llorar.

— Por que quiero saber mas de ti.

— Yoongi, yo no soy Hana.

— ¿Podrias de compararte con ella? Claro que se que no eres ella.

— No me comparo, solamente te lo recuerdo.

— Pues deja de hacerlo, se exactamente que no eres ella.— Respondio de una manera firme. Sin embargo, el bus llego en la parada en la que hacia Mirai, el conductor abrio la puerta esperando a que alguien de ellos dos subiera, y como Mirai noto que Yoongi no decia nada mas, camino hacia las escaleras de ese bus, Pero antes de que se subiera por completo, el pelinegro la tomo del brazo.— Tengo algo mas que decirte.

— Yoongi, en serio estoy cansada de esto...

— Por favor.— Respondio interrumpiendo. Y aunque estaba muy indecisa en si debia de escuchar o no, la bocina del bus la desperto.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora