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Hana se levanto de la mesa que compartía con sus amigas, a veces la fortaleza se le derrumbaba y cuando eso pasaba quería ocultarse lo más que podía de ellas. Así que solo se disculpo, se levanto de la mesa sintiendo la mirada de sus dos amigas y tomando su té se fue de la cafetería a paso veloz. Al primer paso que estuvo fuera de la cafetería, se recargó en la pared y suspiró profundamente. Tomo su teléfono escribiendo en el grupo de mensajes que estaba con sus amigas que estaba bien y que solo le habían hablado para que estuviera más temprano en el ensayo para los nuevos estudiantes.

No era la primera vez que salía huyendo así, ella recordaba como Hoseok hacía su gran esfuerzo por estar cerca de Yuusei, la pelirroja no sentía celos por esas acciones, ambas habían hablado de eso. Pero aun así ella sentía el sabor agrio de que esas atenciones fueran con ella y aunque sonara egoísta quería tener el mismo coraje que sus dos amigas y no tener que salir huyendo cada vez que sentía sus ojos vidriosos.

Camino hacia el baño y se miró detenidamente en el espejo, miro su cabello rojizo, que por más refuerzo que hacía por peinarlo seguía igual de rebelde, de sus ojos grandes que estaban ocultos por unos grandes lentes y de algunos lunares que tenía en el rostro. Tomó algo de agua fría y quitándose sus lentes froto el agua fría en sus ojos, alejando un poco la hinchazón de ellos, producto de quedarse leyendo hasta muy noche o de ver dramas sin parar. Seco su rostro y aprovechó también para limpiar sus lentes, tomó algo de brillo labial y sonrió mirando al espejo.

– Estoy bien.– Repitió. Volvió a sonreír hasta que fuera más convensedor.

Salió del baño sintiéndose mejor y más aliviada. Fue hasta que sintió como tocaban su hombro, haciéndola voltear. – ¿Estas bien?– Pregunto el pelinegro. Yoongi estaba atrás de ella teniendo un gesto de preocupación en su rostro. Ella asintió con la cabeza y comenzó a caminar, aunque el pelinegro rápidamente le siguió el paso junto con Jimin. – Ya casi acaba el receso, ¿ya comiste?– Volvió a preguntar el pelinegro.

– A eso voy.– Respondio Hana. A veces se le hacía demasiado que se preocuparan por ella, pero ahí estaba Yoongi, preguntando si había comido cuando era probable que el tampoco hubiera comido nada.

– ¿Noona tambien esta ahí?– Pregunto el rubio con esperanza. Ella respondió moviendo su cabeza y miro a Jimin dar pequeños saltitos al acercarse al comedor y abrir la puerta.

Si, Hoseok seguía con ellas, no era menos viniéndose de el. Los tres estaba comiendo tranquilamente, parecía que Hoseok se había calmado un poco después de la emoción de ver a Yuusei. Así que, mientras Jimin y Yoongi iban por su comida, Hana fue a la mesa para seguir comiendo. Le sonrió a todos en la mesa indicándole a sus amigas que todo estaba bien con la mirada y empezó a comer en silencio.

– ¿Todo esta bien en el grupo de baile?– Pregunto Mirai.

– ¿Que paso?– Pregunto Hoseok sorprendido. El estaba en el mismo grupo de ella, pero se dio cuenta que no le llego nada. Ambas chicas se miraron con extrañes al ver que Hoseok no sabia nada y antes de que le pidieran una explicación Jimin y Yoongi se hicieron presentes en la mesa.

– Te traje esto, Noona.– Dijo Jimin sentándose enfrente de Mirai. Era el jugo favorito de ella, los ojos del rubio se escondieron regalándole una sonrisa y también una vista de sus mejillas regordetas y sonrojadas. La mayor se lo agradeció dejando salir una sonrisa que se convierto en un ligero puchero al sentirse incomoda.

Tenían a los tres sentados enfrente de ellas. Jimin tenía la atención de la mayor, Hoseok de la menor y Yoongi de la pelirroja. Es ahí cuando ellas mismas se preguntaban, ¿podremos alguna vez romper la distancia?

El celular de Hoseok y Hana sonaron haciendo sobresaltar a las tres amigas que estaban perdidas en sus pensamientos. Esta vez si era un mensaje del grupo que compartían, avisando que los ocupaban en el teatro de la escuela.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora