Amor no correspondido

~19~

El día paso terriblemente lento para Hana, después de que ensayó más veces con el castaño. Ambos estaban en el suelo con la respiración agitada, agradecía que ya no hubiera pasado más acercamientos con Hoseok. Mientras trataban de descansar y mientras el castaño estaba mirando su teléfono distraído sin ver alrededor, la pelirroja se le quedó observando mientras tenía su teléfono en la mano. Se quedó pensando en lo que había dicho momentos antes, cuando estaban bailando, en el momento en el que Hoseok la acercó a ella, en realidad quería que el castaño continuara, pero también sabía que si hacía eso, la única lastimada iba a hacer ella.

Hana se levantó del piso con la respiración un poco más tranquila, miro la hora en su teléfono dándose cuenta de que ya era tarde. La verdad no quería quedarse encerrada otra vez con Hoseok, así que desconecto su teléfono de la bocina y tomó su bolsa para irse. El día siguiente tenía que cuidar otra vez a las gemelas y tenía que tener energías para poder hacer las actividades del día siguiente.

– ¿Ya te vas?– Pregunto el castaño acercándose a la bocina junto a ella. En su rostro todavía se miraba la confusión sobre lo que había pasado ese día.

– Mañana tengo muchas cosas por hacer, ademas ya casi cierran aquí, ya es hora de irnos.– Respondió. Hoseok podía sentir la gran muralla que ella misma se estaba poniendo, estaba más seria de cuando la conoció, no estaba ya la chica tímida que se sonrojaba fácilmente y que se divertía cuando nadie la miraba.

– ¿Crees que podamos ensayar mañana?– Volvió a preguntar jugando con sus manos. La pelirroja se cruzó de brazos e inclinó su cabeza a la izquierda, eso puso más nervioso al castaño.

– No lo creo.– Respondió dándole una sonrisa.– Mañana tengo que cuidar a las gemelas y es probable que esté ocupada el resto del día. – Agregó caminando hacia la salida. Pero aún así el castaño la retuvo poniéndose en su camino.

– Te puedo acompañar como la semana pasada.– Sugirió. – Las niñas se divirtieron cuando fui.

– ¿Lo haces por que quieres estar con las niñas, o conmigo?– Pregunto levantando una ceja. Hana sabía que Hoseok trataba de hacer algo más, estaba segura que quería hacer lo que le dijo, esforzarse por ver que ella se equivocaba. Pero ¿enserio valía la pena? Sabía que todos comenten errores y que debía de dejarlos ir, el castaño no era una mala persona, era una persona confundida en su interior, quizás estaba teniendo una tormenta en un vaso de agua, pero todos la han tenido antes.

– Por que quiero estar contigo. – Respondió algo sonrojado, a pesar de lo que había hecho, Hana todavía consideraba esas pequeñas acciones como tiernas.

– Hoseok, ¿por qué quieres hacer esto?– Pregunto suspirando. Al no recibir una respuesta de el volvió a darse la vuelta. Pero el castaño la detuvo sosteniéndole de su muñeca, la jalo hacia el para que se diera la vuelta.– Creo que ya hemos hablado de todo, ya no hay nada de que hablar.

– Tu has hablado, pero tengo más que decirte.

– ¿Como que? ¿Que no sabes que hacer? Estoy cansada de escucharte decir eso.– Respondió alejándose un poco de el.– Ya no quiero salir lastimada.– Agregó en un susurró. Empezaba a sentirse débil y pequeña otra vez, quería ser reconfortada con algo pero sabía que eso no podía pasar por el, el castaño quería a su amiga pelinaranja. ¿Por que cambiaría así de drástico de opinión? Ambos se miraron a los ojos, Hana le quería decir mas, estaba enojada con ella misma. ¿Por que tenía que estar enamorada de él?

– ¿No puedes confiar en mi?– Pregunto algo triste. Incluso el mismo no sabía lo que sus palabras podían causar en la pelirroja, nos sabía lo desgastado que estaba su corazón de esperar algo de parte de él, aunque le hubiera dicho que no.