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El dia era tranquilo, quien lo viera se sentiria comodo con una taza de cafe o chocolate mientras miran el cielo nublado. Quizas era una mala idea salir este dia, mas por que los pronosticos del tiempo que indicaban una fuerte tormenta y Mirai al notar el tipico olor a lluvia mientras estaba en la motocicleta del pelinegro. El camino se le hizo mas largo de lo normal, mas al sentir la cercania de Yoongi y su olor a perfume. ¿Como algo que se sentia bien en realidad era algo a lo que ella no podia hacer ilusion? Cuando por fin llegaron a la cafeteria, ambos se bajaron de la moto y cuando el cielo empezo a tronar Mirai con rapidez le extendio el casco a Yoongi y se adentro a la cafeteria, uno de los mayores temores que tenia eran los truenos y los relampagos.

El pelinegro con una ligera risa la miró adentrarse en el lugar, a pesar de ser la mayor de las tres a veces al mirarla podía sentir que era la menor de ellas. Yoongi al sentir las primeras gotas de la lluvia, guardó su casco en el compartimiento del asiento y de ahí logró sacar una gran chaqueta negra por si después la lluvia estuviera más fuerte. Al entrar, el olor a café inundó sus narices sacándole una sonrisa, para el, no había mejor olor que el del café. Miro a su alrededor hasta que encontró a Mirai, sentada en unas de las mesas cerca de una ventana, parecía distraída mientras miraba las gotas de la lluvia resbalarse del vidrio de la ventana.

– Tranquila, esperaremos hasta que la lluvia pare un poco para irnos.– Dijo en pelinegro tomando asiento enfrente de ella. Mirai se había sobresaltado, estaba pensando en demasiadas cosas como para notar que Yoongi ya se había sentado.

– No me da miedo mojarme.– Respondio volviendo su mirada la lluvia, que parecía que estaba cayendo con mas insistencia. Aun así ambos tomaron el menú de los desayunos y por supuesto de los cafés que tenían.

Su orden sólo contenía un café con leche sencillo y un americano, seguido de sus desayunos. Mientras esperaban, el pelinegro pensaba en las cosas que podía hablar con ella, parecía que el silencio no la incomodaba pero aun así habían venido aquí por una razón.

– Sobre lo que pasó hace rato.– Agregó rascándose la nuca nervioso. – Lo siento si te hice sentir incómoda.

– Esta bien, no tienes por que avergonzarte.– Respondio encogiéndose de hombros. Ambos miraron como sus cafés llegaban haciendo que interrumpiera a Mirai.

– Me iba a desquitar contigo, eso no fue justo.– Agregó. Ambos tomaron el primer sorbo a su café, cerrando los ojos disfrutando del sabor.– Pelee con mis amigos.– Dijo dejando a Mirai con los ojos abiertos.

– Todos los amigos lo hacen.– Respondio.

– Pero creo que esta vez si lo arruine.– Dijo bajando la mirada. Mirai antes de que le dijera algo el mesero trajo sus desayunos. Ella quería hacer algo, pero aun así no sabía como lo podía animar. ¿Que podría a ver pasado? Pero después de mirar a Yoongi solo jugar con el desayuno, decidió hacer algo.

— No hay nada que no tenga solución, ustedes han sido amigos por mucho tiempo.– Dijo llamando su atención. – Tal vez tome algo de tiempo, pero las cosas mejorarán.— Agregó acercándole el plato con la comida. El le sonrió como muestra de agradecimiento y empezó a comer, esa fue la señal para Mirai de comer también.

Pasaron la mañana en la cafetería, hablaron más y sobre algunas detalles de lo que pasó en realidad con ellos. La mañana se les pasó muy rápido juntos y hablando, lo único que los distrajo fue como la lluvia empezó más fuerte que hace unos momentos, las personas estaba corriendo de un lado a otro buscando un refugio, pero para ellos, era la hora de irse.

– ¿Que crees qué haces?– Pregunta con el ceño fruncido al ver a Yoongi levantarse del asiento y tomando la gran chamarra que se llevó consigo.

Amor no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora