La primera en levantarse fue Hana, a pesar de que el día anterior había llegado cansada del quedó hablando con sus dos amigas hasta más noche. Todavía con su cabello alborotado camino hacia la cocina mientras se tallaba los ojos con su mano, era temprano pero necesitaba café para despertaste por completo. Puso el agua a calentar y en su taza favorita puso las cosas necesarias para prepararse un café, camino de regreso a su habitación tomando una liga de su cajón para amarrarse el cabello, paso hasta un mueble donde tenía ordenados los libros tomando su favorito. Le gustaba a veces empezar el día leyendo, más cuando era viernes y sabia que los demás días estarían libres de la escuela.
El agua empezó a hervir indicando que ya estaba, así que camino de regreso, dejó el libro en el sillón y fue a la cocina para vaciar el agua caliente en su taza. Soplo repetidas veces y tomó unas galletas de la alacena y camino con emoción para leer en la sala casi aventándose al sillón. Había tomado uno de sus libros favoritos para leer, que, aunque lo leyera muchas veces siempre iba a ser su favorito de siempre. Tenía resaltadas las hojas con pasadores en sus partes favoritas para recordarás y hasta subrayar la frase. Se sentó de forma India en el sillón tomando su libro con una mano y el café con otra empezando a leer desde donde se había quedado la última vez. Se quedó tan concentrada en la lectura hasta que la despertó de esa lectura una voz proveniente de la habitación de aún lado de ella. – ¡Hana tu teléfono!– Grito. Ella se asustó un poco al escuchar la voz de Yuusei gritando, seguramente ya tenía tiempo timbrando y ella no se había dado cuenta.
– Te distraes muy fácil con ese libro.– Parecía que la mayor ya estaba despierta. Hana volteo y estaba todavía con su rostro medio adormilado y el cabello alborotado. – Será mejor que contestes o Yuusei se volverá loca.– Dejó su libro en la mesita del centro sin dejar su café y entro a su habitación. Creía que había dejado su teléfono en modo nocturno para evitar que la molestaran con llamadas o mensajes, pero aun así tomó su teléfono y lo reviso mirando quien la había llegado tan temprano. Tomó un trago a su café y al revisarlo casi se atraganta al saber que quien la había llamado dos veces era Hoseok. ¿Por que la llamaba tan temprano? ¿Le debería de devolver la llamada? Dejo su café en la mesa donde estaba antes su teléfono, lo tomó con ambas manos mirando el contacto del castaño. Quizás lo debería de hacer, cerró sus ojos y pulso el icono para hacer la llamada.
– ¡Hana!– Contestó con alegria. – Perdon si te levanté, se que es algo temprano pero quería saber si el sábado vamos a ensayar.– Aunque ella quisiera el fin de semana no podía hacer mucho ya que cuidaba a unos niños de su vecina.
– Lo siento, pero ese día tengo que trabajar.– Respondio disculpándose.
– ¿Tienes trabajo?– Preguntó curioso.
– Bueno, solo cuido a unos niños de mi vecina.– En realidad no lo tomaba como un trabajo tan difícil, a ella le gustan los niños y poder estar con ellos. Además les había prometido a los niños ir a un parque de diversiones el sábado, así que no podía dejarlos, debía cumplir su promesa.
– Esta bien, supongo que nada más ensayaremos hoy.– Reafirmó con un poco de desánimo en la voz. – Aunque, si quieres te puedo acompañar y aprovechamos para ensayar.– Hana frunció el ceño, parecía que se estaba esforzando por querer estar con ella cosa que se le hizo raro.
– No es necesario.– Y la verdad no lo era, Hana no quería comprometerlo y que hiciera cosas a fuerzas y a pesar de que el había dado la idea Hana sentía cierta presión en sus palabras. – No quisiera interrumpir si tienes otros planes.
– ¡No lo haces! – Respondio. – Es solo que, si queremos que el baile salga bien debemos de conocernos más ¡hasta podemos ser amigos después de esto!– La pelirroja suspiro. Parecía que había entrado a la "friendzone" sin siquiera todavía ser su amiga. Hana sabia que tenía razón en una cosa, debían conocerse más así que, aunque su cordura la regañara acepto que la acompañara.
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Amor no correspondido
FanfictionLa amistad no se le puede dar a cualquiera y menos quebrarse por cualquier cosa. Mirai, Hana y Yuusei son el ejemplo claro de eso, nadie las podrá separar, ni siquiera que tres chicos estén enamorados de ellas. Pero esto es un amor no correspondid...