Un chico de su misma edad, cabello rebelde y un tanto largo —justo como él— de color castaño claro, y ojos hermoso, variados entre color chocolate y miel. Sí, un chico muy atractivo, si se le permitía decir pero, a pesar de todo, un nerd.
Freddy logró pensar que si ese tal Bryan no fuera tan buena persona podría llegar a ser su amigo y acompañarlo en sus fechorías, pero ese no era el caso.
Ambos se miraban, sin decir nada. La profesora los había dejado solo hace unos instantes y después de eso no hubo más que un largo silencio incomodo.
—¡Hola! —saludo al fin Bryan, al parecer, siendo amable—. Mi nombre es Bryan Mouque y...
—Lo sé, por algo te trajo la profesora —contesto sarcástico el Leyva—. Mi nombre es Freddy, no necesitas saber más —sonrió prepotente.
—Eres Freddy Leyva, no tendría porque necesitar saber más de ti.
Para el teñido ya Bryan le parecía un sujeto para más extraño, normalmente como nerd se habría quedado callado. Pero no, él le respondió y luego le sonrió de la forma más amable del mundo. ¿Qué se traía?
—Bueno, Mouque, no hay mucho que decir. No pienso pasar todo mi tiempo contigo, así que solo estemos juntos frente a la vieja y acabemos con esto rápido.
Las palabras de Freddy salían con toda tranquilidad del mundo, sea como sea, no cambiaría sus planes. No quería estar junto a ese raro nerd lindo todo el tiempo, es decir, tenía que estarse creando una reputación en aquel lugar y su plan no era que lo tacharan de nerd ni mucho menos.
—Lo siento —respondió Bryan—: pero no puedo hacer eso. Le prometí a la profesora que estaría contigo todo esta semana.
—No tienes porque hacerlo, no me perdí, solo quise llegar tarde.
—¿En serio? Qué extraño eres.
Freddy enarcó una ceja al oír eso. ¿Raro? ¿Él? ¡Claro que no! En esa habitación el único raro era Bryan y nadie más.
—Pero tampoco pienso pasar todas las horas del día contigo, con que nos veamos en los cambios de clase ya es suficiente para cumplir con lo que prometí y para que te dejen tranquilo, ¿no crees?
—Escucha bien, Mouque, lo repetiré solo una vez más: No quiero pasar tiempo contigo, traerás muchos problemas.
No dijo más, solo se dio la vuelta y salió del aula. Bryan no pudo evitar sonreír un poco, sin duda se había encontrado con una persona muy interesante.
**
Las clases pasaron lentamente, como siempre, la cosa más tediosa en la vida de todo adolescente. Freddy salió de su salón una vez que toco la campana, y con solo levantar la mirada se encontró de nuevo con esos ojos color miel.
—¿Qué haces aquí? —pregunto, obviamente molesto, frunciendo el ceño.
—Es un cambio de hora, te dije que estaríamos juntos en los cambios de hora.
—Y yo creo haberte dejado todo muy en claro cuando dije que no quería. Deja de seguirme, Mouque.
Intento continuar con su camino, y aunque le fue posible, sentía y sabía que aún Bryan estaba detrás de él, siguiéndolo. No tardo mucho en perder la paciencia y voltear molesto.
—¡Que dejes de seguirme! ¿No entiendes?
—No te sigo, Freddy. Tenemos la misma clase ahora.
—¿Es en serio?
Cuando Bryan asintó con la cabeza, el teñido se exaspero. Eso quería decir que muy aparte del hecho de tener que soportarlo en los cambios de hora, ¡también compartían alguna clase! Joder, ese chico comenzaba a dejarlo sin paciencia.
Continuaron caminando, ahora uno al lado del otro. Ninguno decía nada, solo Freddy observaba por segundos a Bryan con el rabillo del ojo y cada que lo hacía, soltaba un suspiro lleno de fastidio.
—Pero dime una cosa, ¿por qué no podemos ser amigos? —pregunto Bryan de la nada, captando la atención del teñido.
—No eres el tipo de persona del que me haría amigo y solo eso. Además, pareces más del tipo que le suelta todo a la profesora y le encanta sacar mejor puntuación, un hijo de mami.
—Creo que antes de calificarme de esa manera deberías de conocerme mejor.
—Los ojos son la ventana del alma, Mouque. Los tuyos dicen con claridad que no matarías ni una mosca y que no sabes mentir, no necesito conocerte para saberlo.
—Eres muy hábil, a mí me agradas.
Bryan le sonrío de la manera más sincera, mientras Freddy lo miraba totalmente fastidiado. Odiaba estar cerca a personas que se creyeran muy buenas con los demás y que en realidad solo busquen fama, y sabía que Bryan era uno de esos.
ESTÁS LEYENDO
Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)
FanfictionDos chicos muy opuestos, una maestra que los une como tutor y estudiante de malas notas, ambos heterosexuales y una hermosa amistad que supera limites inesperados. ¿Quieres saber que pasara con estos dos muchachos? Entonces entra a leerlo sin dudar...