Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)

Capitulo 4.

Caminaban tranquilamente de regreso de su cita con Becky, se podía decir que la pasaron bien, claro, fueron al cine. Decisión de ambos, y ¿qué es lo que se va a hacer al cine? ¿Ver la película? ¡Claro que no! Al cine se va en pareja únicamente para andar besándose en los últimos asientos, sin darle tiempo ni de respirar al otro.

Bueno, eso estaban haciendo ellos, y llegaron a besarse tantas veces que Freddy tenía una pequeña mordida en su labio inferior, seguro le dolería después. Sin duda Becky tenía la experiencia de una de esas chicas que pasan de mano en mano, aun que jamás lo dudo.

Aún sentía algo de curiosidad de saber porque Bryan le hizo ese comentario de que tuviera cuidado con ella, pero no entendía. Es decir, no es como que ella sea una especie de vampira que se lo comería después de la primera cita. Bufó, estaba viendo demasiadas películas en la madrugada. Solo tenía que decirse ''Bryan exagera'' y listo. Se quedaría tranquilo.

Las calles por donde pasaba estaban vacías y únicamente lo iluminaba un faro al final de una de ellas, las demás, estaban oscuras, tanto que no podía llegar ni a ver si pisaba algo.

-Te crees muy galán, ¿verdad, imbécil?

Escucho como una voz le hablaba, de la nada, y justo se detuvo a unos pasos del faro, sobresaliendo de la oscuridad un chico. No lo conocía, nunca en su vida lo había visto. Pero este parecía sí conocer a Freddy, porque lo miraba con un desprecio único, uno que obviamente fue devuelto por parte del Leyva.

-Te equivocas de persona —dijo, buscando no tener problemas.

Se dio media vuelta, solo tenía que rodear la calle y llegar a su casa, no quería pelear después de un día tan cansado. Pero tras voltear, se encontró con dos chicos más, parados justo detrás de él. Y observando bien todo el panorama, otros dos estaban parados también ahí, entre la oscuridad.

-Tú no te vas, estúpido. ¿Te crees muy machito para salir con mi novia? —enfatizo la palabra ''mi''.

-¿Quién demonios es tu novia?

-Becky, me contaron que los vieron besándose y ahora sales con ella. ¿No sabes respetar lo de otras personas, infeliz?

Freddy solo gruño, ya eran demasiados insultos para su persona, pero no podía hacer la gran cosa. Un paso en falso y terminaría mal, era cinco contra uno.

-Escucha, no sabía que tenía novio. Ella no me dijo nada, así que solo olvídalo y...

-¿Olvidarlo? Yo jamás olvido Leyva, ella ya tuvo su escarmiento, ahora te toca a ti.

Los otros cuatro chicos se iban acercando poco a poco a él. Su mirada intentaba mantenerse en todos, pero le era imposible, estaba rodeado.

-Bien, entonces arreglemos las cosas por las malas pero no sean tan cobarde. Que sea entre tú y yo, no con tus amiguitos —Freddy buscaba intimidarlo, aunque le era muy difícil no mostrar lo asustado que estaba.

-No, no —rió cínicamente el otro—. Quizás sea cobarde, pero entre cobardes nos entendemos, ¿no, Freddy?

El líder les mando una mirada a todos los demás, ellos se lanzaron contra Freddy, buscando agarrarlo. Y después de un poco de forcejeo, ya lo tenían ahí, domado, claro que el teñido logró defenderse bien, pero por más fuerte que sea, no estaba al nivel de cuatro tipos.

-Agárrenlo ahí chicos, seguro que se le quitara las ganas de andar quitando novias después de ver como dejaremos su rostro. Te prometo que dolerá, niño bonito.

Consciente de lo que seguía, Freddy solo cerró los ojos, esperando el golpe que le caería de lleno a su rostro. No era su primera pelea, ni tampoco sería la última. Su rostro ya se lo habían malogrado tantas veces que perdió la cuenta. Pero, por suerte, él sabía muy bien cómo tratarse para que no le quedara marca alguna.

Quizás ahí entendió porque Bryan le dijo eso de Becky, es decir, Freddy era nuevo en ese lugar, no sabía de la fama de muchos estudiantes. Pero el maldito de Bryan no le explico bien, ¿o sería quizás que él no le dio tiempo de explicarle? Sí, la verdad era esa, se estaba comportando como un perro con el ojimiel, todo por sus malas experiencias y su miedo a conseguir un nuevo amigo.

-¡Está es para que aprendas, maldito!

Esperaba el golpe, ya estaba preparado para ese momento de dolor y sangre.