Capitulo 20.

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La molestosa luz de la ventana le llegaba directo a su rostro. Rayos, normalmente era por eso que él dormía boca debajo o, de lo contrario, se pegaba a la pared de tal manera que los rayos no chocaran con su rostro. Pero ahora, había algo diferente.

Intentó estirar sus brazos, pero uno de ellos era aplastado por algo muy pesado. ¿Qué demonios? Pensó, y para cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue la barbilla de Bryan, mientras él estaba apoyado en el pecho de este mismo, abrazándolo por la cintura.

¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Qué? Todo su cuerpo se tenso, iba a moverse, pero al sentir que el castaño emitió un sonido, se quede quieto. Bryan solo se aferro más a él, dando a notar que también lo estaba abrazando.

Rápidamente las mejillas de Freddy se tornaron de un color carmín, y su corazón empezó a latir con fuerza. Ni siquiera podía mover sus piernas, ya que estaban enredadas con las del Mouque, era imposible moverse sin despertarlo.

Ligeramente, levantó la mirada, encontrándose con el rostro apacible y dormido del ojimiel. Sentía su respiración golpear contra él. Era extraño pero, no quería despertarlo, Bryan se veía el doble de adorable dormido.

Se mantuvo mirándolo por un rato más. Bueno fuera quedarse así todo el día, pensó. Pero como siempre, alguien tenía que arruinar la situación; escucho como sus hermanitas corrían fuera de su habitación, seguro estaban jugando a atraparse o algo por el estilo, pero gracias al escándalo, Bryan se despertó.

Freddy, apenas vio que el Mouque empezaba a moverse, cerró los ojos con fuerza, fingiendo dormir, mientras Bryan recuperaba el conocimiento.

Lo primero que hizo al notar que el teñido aún dormía, fue quedarse mirándolo, mientras Freddy temía ser descubierto. Pero por suerte, Bryan era demasiado ingenuo incluso para darse cuenta de ese pequeño engaño.

Aunque... algo había cambiado, ante los ojos de Bryan, algo era diferente. Miró a Freddy por unos segundos más, antes de empezar a sacar su brazo que se encontraba bajo del Leyva, buscando no despertarlo. Pero al parecer, no funcionó, puesto que apenas hizo un movimiento, ya Freddy empezaba a abrir los ojos.

-Uhm... –miró al Mouque, fingiendo recién levantarse, esperando que este dijera algo.

-Buenos día –dijo Bryan, con una de sus hermosas sonrisas.

¡Demonios! ¿Cómo era posible que alguien se viera tan perfecto incluso cuando recién se levantaba? Negó sus pensamientos, buscando las palabras para responder.

-Buenos días.

-¿Dormiste bien? –le preguntó el Moque con obvia preocupación.

Sí, la realidad era eso, solo habían pasado la noche juntos porque le dio una especie de ataque de pánico, nada más que eso. Solo por quererlo ayudar y ya.

-Sí. Gracias.

Ambos se sentaron en la cama, la pregunta de que si su madre los había visto dormir así de abrazados paso por la mente del Leyva. Pero la descartó, conociendo a Melissa, de seguro no se aguantaría y se lo diría apenas Bryan se fuera.

-Oye, Freddy, sobre lo de ayer –empezó el Moque.

-Bryan, es muy temprano, no quiero hablar de eso.

-No, es que tengo algo importante que decirte y... no te lo dije ayer porque estabas, ya sabes...

-Bien, dilo.

Se mantuvo mirando como Bryan buscaba las palabras exactas para soltar aquello que quería decirle, hasta que, armándose de valor, lo dijo:

-No me importa tu pasado. Yo te quiero por lo que eres ahora, Freddy. No tienes que avergonzaste de nada ya que ya pagaste por eso y no me gusta verte deprimido, así que, siempre que necesites algo, no dudes de que voy a estar aquí para escucharte y apoyarte en todo. ¿Está bien?

En el rostro de Freddy se dibujo una sonrisa. No por todas las cursilerías que dijo Bryan, porque, eso él ya lo sabía. Confiaba en que el castaño jamás lo dejaría solo. Pero ahora sonreía porque, en todo lo que dijo, no mencionó la palabra ''amigo'' en ningún momento. Muy por el contrario, le dijo que lo quería, que, aunque no fuera la gran cosa, logró emocionarlo de cualquier manera.

-Jamás lo dude, Bryan –contestó, sonriendo.


Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora