Capitulo 32.

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Despertó gracias a que ya se tenían que irse del hospital y dejar descansar a Jos. Alonso les dijo que él se quedaría, aunque luego tuviera una discusión con su madre.


Freddy y Bryan caminaban sin decir nada, el Leyva tenía aún esa miradita perdida en el suelo, mientras el otro no sabía qué hacer para subirle de ánimos. Se acercó más, tomándole la mano con ternura, sintió como Freddy entrelazó sus dedos con él y sonriendo suavemente.


-Supongo que Alonso y Jos te contaron todo —dijo, sin mirarlo.


-Sí —contestó Bryan, sonando totalmente calmado.


-¿Qué piensas sobre Leo?


-Que es un maldito que no merece vivir.


Escuchó una leve risita por parte de Freddy, eso fue bueno, iban mejorando. Cuando llegaron a la casa del Leyva, Melissa los esperaba algo preocupada. Freddy le dijo que solo se desviaron un poco y si Bryan se podía quedar a dormir.


La mujer no hizo más que soltar un largo suspiro, estaba impaciente por tener ''La charla'' con su hijo, aquella en la que él confíese estar enamorado de su mejor amigo. Pero sin decir nada, solo asintió con la cabeza, dándole la bienvenida a Bryan, claro, siempre diciéndole que tenía que decirle a su madre. Por ese lado tampoco hubo mucho problema, según narró el Mouque.


Ya en su habitación, lo primero que hizo Freddy fue sacarse la playera, lanzándose a su cama. Se cubrió con su antebrazo los ojos, era demasiado para un solo día. Bryan se sentó a un lado en la cama, tomándole la mano de nuevo, pero ahora, Freddy lo apartó.


-Escucha, Bryan, tenemos que...


Sintió los labios de Bryan colocarse sobre los suyo, dándole un brusco beso, evitando que continuara hablando. A pesar que al comienzo se sorprendió, no tardo mucho en corresponderle aquel gesto. El Mouque acaricio su mejilla con suavidad, pidiéndole el permiso suficiente para entrar a la cavidad del teñido, quien no lo dudo y lo dejo. Hacía ya un rato que no se besaban de esa manera, con tanta pasión, tanto sentimiento, tanto amor.


Cuando se separaron por el maldito aire, Freddy abrió los ojos con suavidad, notando como tenía al ojimiel aún muy cerca. Sus narices rozándose y compartiendo sus respiraciones.


-¿Por qué fue eso?


-Porque piensas tonterías —dijo Bryan, con su voz grave.


Se besaron de nuevo, Freddy se incorporó un poco, apoyándose en sus codos, dejando que Bryan continuara con lo que estaba haciendo. No se podía resistir a sentir aquellos labios devorar los propios, quizás hasta ya se estaba olvidando de a donde quería llegar con esa conversación.


Colocó su mano en el pecho de Bryan, apartándolo un poco, intentando recuperar rápidamente la respiración.


-Bryan, espera. Tengo que decirte algo.


-No quiero escucharte decir tonterías, Freddy —Bryan se apartó, despeinando sus cabellos—. ¿Crees que quiero escucharte decir ''Bryan, por tu bien, lo mejor será que nos alejemos para que Leo no te haga nada, no quiero que te lastime'' y más parloteo?  Pues no quiero y desde ya, no lo acepto.


-Pero es la verdad, no quiero que te haga daño.


-Freddy, no me pienso alejar de ti así tenga que acosarte todos los días, ¿comprendes? Así que deja de pensar boberías y mejor bésame de nuevo.


Escuchar esas palabras salir con firmeza de la boca del Mouque era sorprendente, o al menos para Freddy lo era. Soltó una sonrisa sincera, levantándose más para darle un suave eso en la punta de sus labios.


-No quiero que después te arrepientas —murmuró contra sus labios.


-Esa palabra no entra en mi vocabulario.


Ambos sonrieron, eran un par de idiotas. Los dos estaban más preocupados por el opuesto que por ellos mismos. Pero al menos se iban a cuidar mutuamente.


**


-Así que... tiene un amiguito —rió Leo—. No sabía que Freddy nos saldría más marica de lo que parecía, eso es interesante.


-Nosotros lo vimos, Leo —dijo Brad, señalándose a él y a Gary.


-Sí, salían del hospital juntos y luego se tomaron de la manos.


-Quiero que me averigüen todo sobre ese gay que estaba con Freddy, hasta lo más mínimo. Por ahora, es bueno, ya sabemos donde vive.


Leo reía mientras sacaba su celular, era el momento de comenzar a moverse si quería lograr algo en el Leyva.


-Y quiero todos los datos para mañana en la mañana. En la tarde tendré una cita —sonrió.


Tecleo algo en el aparato y lo envió, guardándolo, sin borrar esa sonrisa burlona en su rostro. La verdad, copiar el número del gatito desde el celular de Alonso cuando este se encontraba inconsciente fue buena idea, ahora se divertiría más.


VOTEN, comenten y recomienden.

Y como dije, las cosas van empezar a ponerse mal u-u


Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora