Capitulo 11.

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Llegó a su casa demasiado cansado, toda esa charla con Bryan, por alguna razón, lo tenía sumamente confuso. Por no decir alterado.

Ya el castaño le había explicado todo, es decir, Loli no estaba ahí porque quiera, su madre le hacía eso una vez cada unos cuatro meses. Solo saldrían, luego tendrían que decirle a su madre que no era la indicada y fin.

Pero a pesar de la sencillez con la que lo pintaba Bryan, no era así. Había algo más detrás de todo eso, algo más. Y la peor parte era ni poder reconocer qué es ese ''algo más''.

Quizás deseaba que su mejor amigo fuera feliz. Sí, era lo más obvio y por ello estaba tan confuso. No le gustaba la negativa de Bryan diciendo que, sin siquiera haber salido con ella, no se enamoraría. Quien sabe y esa tal Loli era diferente a las demás.

**

Caminaban tranquilamente por las calles, junto a Loli. Ninguno decía nada, bueno, así siempre empezaban. Ambos estaban buscando que decir, pero muchos de sus intentos, con el solo pensar ''no, eso no servirá'' ya era un intento perdido.

Volver a hablar de Freddy sería muy tonto, porque ya Bryan se la había pasado hablando de él todo el día anterior. Era muy probable de que incluso Loli pudiera hacerse una descripción grafica del Leyva no tan alejada a la realidad. Ya que incluso Bryan comprendía, que se había pasado un poco con la explicación.

Mientras que hablar de los amigos de Loli sería bueno, claro, pero quizás podía ponerla nostálgica y lo que menos deseaba era entristecerla, no, eso tampoco.

Y así muchas de sus ideas morían, no sabía casi nada de ella y empezar a preguntar le resultaba absolutamente raro, para él era como acosarla, no ayudaba mucho.

Su celular vibro dentro de su bolsillo. Recordaba haberlo cambiado de normal a vibrador para no incomodarlos mientras hablaban. ¿Quién podría ser? Lo más probable era que no fuera ni su padre ni su padre, ella seguro que estaba más que pendiente de que nadie los molestara, así que solo quedaba una persona.

Técnicamente no estaban hablando en todo en sentido de palabras. Así que, pidiéndole perdón a la ojimiel, sacó el aparato y leyó el mensaje:

'' ¿Por qué rendirse tan fácil? ¿Recuerdas ese día que hablamos sobre la chica indicada?
Si eres negativo, jamás llegará.
Suerte. ''

Sonrió un poco al leer el texto, quizás Freddy tenía razón, tal vez Lolo podía llegar a ser esa chica pero... algo no le sabía bien.

Sin embargo...

-Loli, ¿y qué tipo de música te gusta? –pregunto, guardando el celular.

**

No sabía si Bryan había leído el mensaje o no, pero tarde o temprano, lo haría. Dejo su celular sobre su cómoda y se lanzó en su cama, ahora debía de estar tranquilo. Había animado a su amigo a considerar salir con esa chica, eso era bueno, ¿no?

Y entonces, ¿por qué? ¿Por qué esa maldita sensación de vacío ahora se hacía más grande que antes?  Quería creer que era sueño, cansancio, aburrimiento, hambre o cualquier cosa rutinaria, pero engañarse no servía de nada, sabía que no era verdad, que había algo más.

Aún peor, recordó que para el día siguiente tendrían una salida. Se supone que lo habían decidido desde el miércoles, pero ¿y si Bryan le tomó la palabra? Lo más probable es que esa salida terminara cancelándose sola.

**

Pasaron una o dos horas, quizás tres, quien sabe. Sinceramente no tenía planes de levantarse a comprobar a qué hora había pensando ''mejor dormiré'' y que hora era actualmente. Aunque como ya está claro, no durmió nada.

Su celular empezó a sonar suavemente, soltó un largo suspiro de resignación, estirando lo más que podía su brazo para recogerlo sin hacer mucho esfuerzo.

Era un mensaje, de Bryan:

''Gracias. ''

Aunque fuera solo una palabra, solo siete letras y un punto final, algo cortante o quizás por el simple hecho de escribir bien, de nuevo, todo lo que había estado intentando olvidar, regreso a su cabeza.

Ya era oficial, lo del viernes, se cancelaba.

No supo a qué hora se había dormido, pero ahí estaba, recién abriendo los parpados. Agarro de nuevo su celular, solo para mirar la hora; 6:30. Y entraba a clases a las ocho.

Era raro que su madre no hubiera tocado su puerta ya, para despertarlo. Normalmente Freddy no habría los ojos con el despertador del celular, únicamente, después de los miles de intento de Melissa dándole golpes a su puerta, despertaba.

-¡Freddy! –escuchó.

Bien, ya luego venían los golpes a la puerta. Pero... él no tenía ánimos de ir a clases ese día. Además, ¡se lo merecía! En todo ese mes y las dos o tres semanas ya pasadas, ni un solo día se había tomado el lujo de faltar, cuando en su escuela anterior, lo hacía casi diariamente.

Claro, todo gracias a Bryan, ¿no? Pero quién diría que ahora lo de Bryan sería también la razón por la cuela no deseaba ni levantarse de su cama. Soltó un largo suspiro y se acomodo mejor en las sabanas, ya lo había decidido, no iría a clases.

-¡Alfredo Leyva! ¡Ya me estoy cansando! –seguía su madre.

-¡No iré a clases, mamá! Me siento enfermo.

-¿En serio? Voy a entrar –dijo Melissa, con notable preocupación.

-Mamá, solo estoy en bóxers.

Fue lo primero que se le vino a la cabeza, pero luego de escuchar una suave risita de parte de Melissa, comprendió que no le había creído nada.

-Yo te traje al mundo, Freddy. ¿Crees que eso va a detenerme?

Soltó un suspiro lleno de resignación y solo se quedo mirando como su madre entraba. Si estaba en bóxers o no, no era importarle, ya que tenía sus sabanas encima. Ella se acercó, tocándole la frente con cuidado, buscando tomarle la temperatura.

-Nunca has sido bueno mintiendo, Freddy. ¿Por qué no quieres ir a clases? –pregunto, sentándose a su lado en la cama.

-¿Es importante? Quiero decir, antes podía faltar cuando quisiera, ahora solo no quiero ir, mamá.

-Y yo quiero la razón. Me la das y no vas, ¿bien?

Ella le acariciaba el rostro con ternura, mientras el teñido se quedaba mirándola. Jamás podría resistirse a ella, es decir, era y siempre será su mejor amiga. Se levanto un poco, apoyándose en sus codos, solo para mirarla a los ojos.

-No sé, solo... no quiero ir.

-¿Paso algo con Bryan? ¿Discutiste con él o algo?

La pregunta de Melissa logró hacer que se estremeciera un poco, ella sonrío, eso había sido más que obvio que mil y un palabras. Freddy no podía decirle que sentía raro solo por ver a Bryan luego de saber que había tenido una cita el día anterior, es decir, ¡era una tontería!

-No paso nada, solo no quiero verlo hoy, mamá.

Sintió como su madre le despeinada los cabellos y le daba un suave beso en la frente. Luego ella se levantó y se fue, no sin antes sonreírle. Bien, eso se podía tomar como un ''Esta bien, no vas a clases hoy''.

**

Escuchó el timbre de su casa sonar, eran las 7:30, así que estaba seguro de saber quién era.

Se levantó de su cama suavemente y camino de puntillas, intentando no hacer ruido. No podía con su curiosidad. Se paró antes de bajar la escalera, solo para escuchar lo que le día su madre al castaño.

-Buenos días, señora. ¿Freddy ya está listo? –pregunto amablemente Bryan.

Hola, corazón. Bueno... Freddy se encuentra... indispuesto hoy, no irá a estudiar.

-¿Está enfermo?

-Digamos que sí –ella dejo de hablar un instante, y luego, algo alarmada, continuó–: Pero tranquilo, no es nada grave.

-¿Puedo pasar a verlo? Solo un momento, no será mucho tiempo.

De nuevo ese gran estremecimiento, y una extraña felicidad ahora, esa emoción era nueva. ¡Genial! Otra más para seguir confundiéndolo. No le gustaba hacer que su madre le mintiera a Bryan, pero literalmente no mentía, él estaba indispuesto y no tenía nada grave.

-Ahora está durmiendo, creo que no es un buen momento.

-Claro, entiendo. Por favor, dígale que espero se recupere pronto.

-Por supuesto, Bryan. Suerte en la escuela hoy.

-Gracias y hasta luego, señora Leyva.

-Ya te dije que me llames Melissa, amor.

Bryan solo rió un poco, o eso escuchó Freddy. Luego, después de sentir como su madre cerraba la puerta, regreso a su cama. Miró a través de su ventana, por suerte, desde el segundo piso de abajo no se podía ver si había alguien ahí, todo gracias a que nunca limpiaba esa ventana.

Ahí estaba, Bryan caminaba solo, hacía la esquina. Pero antes de doblar, el castaño le dedico una mirada a la casa de Freddy, o más claro, a esa ventana. Una mirada que Freddy pudo sentir con claridad cómo era dirigida hacía él. Parecía que lo veía, aunque era imposible.

**

Empezó a teclear en su celular, no podía llamarlo porque lo despertaría. Por lo menos, le dejaría un mensaje:

''Recupérate pronto. Ya me preocupaste. Xx''


Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora