Mi Chico Malo (Breddy Meyva/Moyva)

Capitulo 48.

Al fin, después de tanto, se encontraba frente a la puerta de la casa de Bryan. Nunca antes había entrado, a lo mucho la había visto de lejos, porque por alguna extraña razón el Mouque siempre intentaba cambiar de tema cuando hablaban de su hogar. Y ahora, sin más, lo invitaba a conocer a su madre. ¿Era acaso parte de un plan del castaño?

Cuando al fin las puertas se abrieron, Freddy se encontró con una muy hermosa mujer, de seguro, la mamá de Bryan. Ella lo recibió con una cálida mirada, sonriéndole sin siquiera conocerlo, después de que los invito a pasar. Está mirada a su hijo, esperando una explicación de quién era aquel muchacho.

–Mamá, él es Freddy –dijo Bryan, una vez que estaban solos en la sala.

–¡Oh, cariño! No me dijiste que traerías a tu amigo Freddy –le observo–. Es muy guapo, que bueno que al fin lo puedo conocer.

El Leyva se sonrojó un poco, ese tipo de cumplidos normalmente no le importarían, pero por alguna razón recibirlo de la mamá de su Bryan le era muy importante.

–Sí, él es Freddy, mamá, pero... no es mi amigo.

Bryan sin darse el tiempo de dudar, tomó la mano de Freddy, entrelazando sus dedos y presionó un poco el agarre, intentando que con eso le de fuerzas. Michelle los miraba confundida, sin saber que hacer o que decir, mientras Freddy sentía como su rostro le hervía como nunca antes le había pasado.

–Es mi novio –soltó Bryan, sin más.

La habitación quedó en un completo silencio por un indefinido momento, Bryan le regaló una hermosa sonrisa a Freddy, mostrándole que esa era la principal razón por la cual lo había invitado; para decirle a su madre que ya tenía a alguien y que se dejara de preocupar por él y sus relaciones.

Pero el problema estaba en como lo tomaría ella, siendo esa su impaciencia retumbando en ambas cabezas. Tal fue su sorpresa cuando Michelle sonrió y se acercó para abrazarlo; el Leyva sentía como aquellos confortables brazos lo trataban con ternura.

–¿Eres el novio de mi hijo? –le pregunto, cerca de su oído.

Bryan miraba sorprendido la escena, y a pesar de que aún no se soltaban del agarre que tenían, no interfería en el abrazo de Freddy con su madre.

–Sí –susurro, para que solo ella lo escuchara.

–¿Lo amas?

–Más que a mi propia vida.

Esa conversación le recordó a la que tuvo con Melissa, al parecer, las mujeres eran mucho más comprensibles, puesto que luego de eso, Michelle solo se aparto un poco y le sonrió, dándole una bienvenida a la familia.

El Mouque sonrió, al fin rompiendo el agarre con su novio, abrazando a su madre. No había sido tan difícil, y la razón era que conocía mejor que nadie a Michelle, ella no era de juzgar a las personas. Si él era feliz, sabía que ella lo aceptaría, sea tarde o temprano, en este caso, fue más temprano de lo esperado.