<<“¿Cree usted en el destino, que incluso los poderes del tiempo pueden modificarse por un sólo propósito? El hombre más afortunado que pisa esta tierra es aquél que encuentra el amor verdadero.”>> Bram Stoker's Dracula.
Dara.
Una semana.
Había pasado una larga y tortuosa semana desde que no veía a Brian, y por lo consiguiente, a Olivia. Desde que salió despavorido de mi departamento aquella tarde no volvió a llamarme, ni siquiera se tomó la molestia de venir a verme.
Me deprimí muchísimo, me enfermé, me enfermé de amor. Fue un sentimiento horrible sentir dependencia hacia Brian, lo amaba y lo quería de vuelta.
Freddie había intentado comunicarse con John, pero tampoco había respuesta. Lo único que supe es que había ido a un viaje de negocios, por lo tanto Livi se quedaría con su abuela unos días en Holmes Chapel, donde vivía Ruth May.
No había abierto mi salón de belleza en un par de días, Claire me regañó alegando que no podía deprimirme por un hombre y, dejar caer en picada mi negocio sólo porque me habían dejado sin darme explicaciones.
Pero ella no sabía la razón de la desaparición de Brian.
Le di su espacio, tal como me sugirió Freddie pero, siete días y diez horas ya era mucho tiempo.
¿Dónde podría buscar?
—Acabo de hablar con Julie. —Dijo Freddie a la vez que iba llegando a mi departamento.— Dios mío, Dara, luces horrible.
—Me abandonaron, de nuevo, ¿quieres que luzca radiante y fresca?
—Es la idea, date una ducha que nos vamos a Dublin.
—¿Qué carajos vamos a hacer allá, Freddie?
—Vamos a que te encuentres con Brian.
—¿Sabes dónde está? —Inquirí desesperada.
—Tesoro, te dije que había hablado con Julie Deacon, ella me dijo en dónde estaban. Prepárate cielo, será un viaje de casi siete horas y tú vas a conducir. —Me dijo mientras se sentaba con las piernas cruzadas.
No me quedó de otra más que asentir e irme volando a tomar un baño. No me había bañado en días, si podía ser honesta.
Salí alrededor de media hora después, tomé unos jeans entubados, una camiseta color negra ajustada y mis inseparables 'Vans'. Me maquillé un poco, dejando mi cabello suelto, guardé un par de cosas esenciales en mi mochila, cogí mi cartera, otro par de jeans, ropa interior y otras blusas y fui a la sala de estar con Freddie.
—¿Vas de campamento? —Me preguntó irónico, le eché una mirada asesina dirigiéndome a la cocina.
—Iremos a Dublin, Freddie, son las dos de la tarde, estaremos allá aproximadamente a las nueve de la noche, no iremos de entrada por salida y lo sabes.
—Carajo, yo nada más llevo éste cambio de ropa.
Reí por lo bajo, ofreciéndole una manzana. —Bien, tendrás que usar la ropa interior al revés.
—Eso sí jamás, querida, primero me muero. Debo ir a mi casa a recoger un par de prendas.
—Pero por supuesto que no, afortunadamente dejaste aquí unos cambios de ropa, y no te preocupes, prometo comprar ropa interior para ti allá.
—Eres un sol, ¿en dónde esta esa ropa, amada mía?
—En tu antigua habitación, salimos en diez minutos como máximo. Corre tiempo.
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You Found Me.
Romance¿Y si un día descubres que puedes tener una regresión a tu vida pasada?