Capítulo 2.

103 15 56
                                        

Eran apenas las ocho de la noche, Dara ya se había acabado su último bote de helado de chocolate, decidió que quería salir de su apartamento, realmente se sentía incómoda.

Era una hermosa noche de agosto, ni muy cálida, pero tampoco muy fría. El clima perfecto, salió con un suéter ligero color gris, unos jeans color beige y unos zapatos flats.

Caminó sin rumbo, cuando de repente, percibió cómo un auto color gris iba siguiéndola, a simple vista parecía que la chica estaba a punto de ser privada de su libertad.

Apresuró su paso, y alguien salió del auto, corrió sin mirar atrás y el sujeto la estaba persiguiendo, la tomó por la cintura y ella intentó gritar, pero fue en vano.

—Dara... —La chica se detuvo en seco al escuchar aquella voz ...

—Roger... —Volteó a verlo, la joven mujer era un manojo de sentimientos encontrados, por una parte quería golpearlo por el susto que le dio y por otro quería besarlo y jamás soltarlo.

—No quería asustarte, de verdad, pero te ví de lejos y ...

—Decidiste jugar al acosador psicópata y provocarme una diabetes del susto, ¿no? —Soltó la chica molesta.

La última vez que lo vió, tenía el cuerpo lánguido y ahora estaba más alto y con un cuerpo muy bien trabajado. El jersey color verde olivo que estaba usando le iba genial junto con esos jeans ajustados. Dara le dió un rápido vistazo, seis años sin verlo eran mucho tiempo, así que obviamente estaba irreconocible y ella pensaba que seguía pareciendo un costal de papas.

—No has cambiado nada. —El rubio le dijo, ella no sabía si tomarlo como un halago o un insulto.

—¿Gracias?

—Me refiero a que sigues estando igual de hermosa que hace diez años.

—Gracias —Agradeció sinceramente y se sonrojó. —Y tú ... —Lo tomó a propósito de los brazos y lo inspeccionó con el tacto en menos de un segundoVaya, cambiaste demasiado. —Se le quedó mirando como si su vida dependiera de ello.

—¿Te gustaría ir a cenar? —Roger preguntó con el afán de romper la tensión

—Me encantaría, pero no estoy presentable.

—¿Qué diablos? Luces guapísima, vamos ...

—De verdad, creo que tienes mejores cosas que hacer Roger, además yo salí a comprar leche ... —"Vaya tonta mentirosa. Dile que ibas por tres litros de helado, ¡Dile!" Pensó.

—Bien, vayamos por la leche, compramos comida china y cenamos en tu apartamento si es que te sientes "poco presentable" —dijo Roger haciendo comillas con los dedos—  que para ser una hermosa noche de lunes en Leicester estás perfecta.

Cenar en su apartamento implicaba qué, por ende, el postre sería netamente carnal.

—Veo que no te darás por vencido ... —Dijo la joven con las manos en la cintura.

—Sabes que cuando se trata de ti soy muy persistente. —Roger sonrió autosuficiente.

Dara rodó los ojos y terminó cediendo. Pasaron al mini súper que estaba cruzando la calle y compró lo que le dijo más un bote de helado. Pasaron por comida china y fueron a su apartamento. El camino realmente fue incómodo, no sabían de qué hablar.

—¿Recibiste el arreglo floral? —Inquirió Roger dando vuelta a la calle.

—Está precioso, muchísimas gracias. —Agradeció la joven mordiendo su labio.

You Found Me.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora