You Found Me.

Capítulo 12.

2020

Dara despertó de un sobresalto, incluso se encontraba sudando. Freddie la miraba atónito.

—Llamaré a mi asesor. —Dijo el persa jugando con sus manos.

—¿Por qué?

—Decías muchas incoherencias Dara, como si estuvieras viviendo en carne propia tu regresión. Llorabas, reías, hacías gesticulaciones e incluso con tus manos acariciabas a la nada. Admito que si bien ya sé del tema aún soy nuevo en algunas cosas, y necesito consejo.

—¿Algo malo sucedió?

—No, nada, solamente que me pareció extraña tu actitud.

—Por favor no lo hagas Fred. No por ahora. Créeme que lo que estoy viviendo es casi religioso.

—¿Por qué lo dices?

—Brian… —Susurró la chica.

—¿Él qué tiene que ver?

—Freddie, creo que Brian tiene o tuvo un propósito en mi vida. Realmente no lograba entender el grado de conexión que había entre nosotros, hasta que lo vi en mi regresión.

—¿Hablas en serio? —El chico se sentó junto a su mejor amiga dispuesto a escuchar todo.

—Amelie Smith estaba enamorada de Jeremy… Brian, pero está a punto de casarse con Christopher, quien es Roger hace unos siglos. ¿Crees que yo pueda hacer que Amelie deje de amar a Jeremy para que pueda tener un largo y feliz matrimonio con Christopher?

—No. —Contestó tajante.— Y te diré por qué, lo que tú estás viviendo es una regresión. No estás viajando al pasado, estás físicamente aquí pero tu alma está viajando a otro plano, no entiendo por qué tienes sentimientos hacia Christopher y tienes vivencias y hasta diálogos con ellos si se supone que tú deberías estar viendo todo eso de manera incógnita, como si estuvieras en el cine o en una obra de teatro.

—¿No habrá la posibilidad de que yo sea una viajera en el tiempo?

—Lo dudo mucho, querida. Son contadas las personas que pueden hacer eso. Realmente es como un don que pasa por generaciones. Es algo así como hereditario. Estadísticamente, estamos hablando que de cada cinco familias sólo una tiene la posibilidad de viajar en el tiempo. Probablemente tú, Brian y Roger reencarnaron, y de algún modo tal vez estaban destinados a conocerse, tendría que extenderme hablando sobre las almas gemelas y necesitaría tres caballitos de tequila para hacerlo.

—¿Roger será mi alma gemela?

—Probablemente. O Brian. Si tanto te inquieta tendríamos que seguir practicando la terapia un par de veces más hasta que des con la repuesta que más te convenza.

—Hagámoslo ahora…

—No Dara, debo decirte algo. Una vez finalizada la sesión ya no puedes volver a hacerlo. Mínimo se tiene que hacer día por medio. No funciona de esa manera. No por tu capricho con Roger vas a forzar a tu pobre alma a andar viajando de un plano a otro para que al final la última palabra la tenga el destino y no tú.

—Entiende que no es capricho, Freddie, yo amo a Roger y si no puedo estar con él aquí, quiero saber si por lo menos lo nuestro funcionó en el pasado.