Capítulo 11

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Se aflojó la corbata con molestia, definitivamente odiaba formar parte del comité deportivo. Odiaba la fiesta para celebrar los logros académicos y deportivos de la escuela...¡Vamos! A este punto todos lo sabían.

Caminaba por los pasillos sin rumbo, pues estaba algo fastidiado del ruido. Y todavía faltaba un rato, el ya quería irse pero su hermana Naru, que se había metido al club de arte, estaba muy divertida con sus amigas y no quería interrumpir su diversión...Pero tampoco quería dejarla sola, así que salió a dar una vuelta.

Decidió al final quitar el nudo de la corbata, puesto que ya lo tenía harto, dejándola colgada en el cuello de la camisa, solo que sin estar anudada. El saco también lo tenía colgado del hombro, el habría preferido no usarlo, pero su hermana había insistido en ello, incluso había pensado en darle un nuevo estilo, claro que eso ya no le había permitido.

Se detuvo al notar una luz que parecía provenir de la biblioteca.

—No sabía que estaba abierta —Se dirigió al interior viendo a la albina recoger libros. Frunció el ceño —Lya ¿También te aburriste?

—No me gusta venir a estos eventos —Lo miró de reojo y siguió con lo suyo —Tuve que venir por haber participado en el concurso de matemáticas y el de historia japonesa. Última vez que me inscribo a eso.

—No sabía que abrían la biblioteca los días de fiesta —Comentó distraído.

—No lo hacen a los alumnos, a esta hora la señora Han acomoda los libros —Aiger revisó la hora, las siete con quince —Y ella tenía ganas de ir a la fiesta. Como yo no quería ir, me ofrecí a ayudarla —Asintió encontrando un buena razón para quedarse.

—¿Te ayudo?

—Me da igual —El chico dejó el saco en una silla y se dirigió al carrito con los libros. Tomó uno y sin fijarse lo puso en un estante. Recibió un golpe en la cabeza con algo duro.

—¡Lya!

—Eso no va ahí —Tomó el libro de vuelta y revisó el título "Vida marina", el pasillo en el que estaban era el de literatura.

—Ugh ¿Van por orden alfabético? —Lya asintió acomodando un libro en el estante —Bueno, es más interesante que la fiesta.

Estuvieron alrededor de una hora así, entre pasillos y estantes, acomodando los libros hasta que terminaron. Cuando todos los libros estuvieron acomodados, revisaron la hora, notando que eran casi las 9 de la noche. Ya casi era hora de irse.

—Creo que iré a casa —Mencionó la chica, luego de unos momentos de silencio. El castaño asintió tranquilo hasta que la vio caminar a la salida del lugar.

—Espera —La detuvo —¿Cómo vas?

—Caminando —Respondió con simpleza.

—¿Sola? Te acompaño —Sacó su celular en lo que buscaba rápidamente el contacto de su hermana —Solo déjame avisarle a Naru que ahora vengo, le enviaré un mensaje.

—Como quieras —Mientras Aiger enviaba el mensaje, ella le quitó el saco del hombro para ponérselo sobre el vestido.

En el camino no tuvieron una conversación normal, en su mayoría Aiger hablaba sobre lo aburrido que había sido ese día y que no entendía porqué razón habían ese tipo de fiestas. Que prefería mil veces entrenar 20 horas sin descanso a asistir 3 horas a una fiesta sin sentido como esa.

—¿Podría usar tu baño —Preguntó cuando llegaron a la casa de la de apellido Kurenai.

—Pasa —Se hizo a un lado y el chico agradeció entrando a la casa. Era más que nada para refrescarse un poco, pues la caminata y la camiseta no ayudaban mucho a que estuviera fresco...No entendía como Lya, con el saco puesto, parecía estar bien. 

Se desfajó la camiseta, que igual ya estaba bastante desarreglada y salió luego de echarse agua en la cara. Luego de eso, se dirigió a la sala para tomar asiento en el sofá...Para recuperar aire (Estaba algo retirado y tenía calor, no podían juzgarlo)

—No puedo esperar a ir al dormitorio y quitarme esto —Murmuró harto de tener la ropa formal —Es mucho menos elaborado que lo tuyo, pero igual me parece muy incómodo.

—... —Al no obtener respuesta de Lya, mejor cambió de tema.

—¿Y por qué no invitaste a nadie? —El tampoco, pero no era porque no quisiera ir solo. Más bien le había dado pena acercarse a alguien y preguntarle si quería acompañarlo y que todos terminaran enterándose. 

Eso no por favor.

—¿Invitar a alguien? —Preguntó Lya ladeando la cabeza, con su expresión de siempre —¿De qué hablas?

—¿No sabías que puedes invitar a una pareja?

—Ah...—Asintió entendiendo a lo que se refería —¿Era obligatorio?

—No, claro que no... —Respondió —Creí que llevarías a alguien o que irías con alguien en su defecto.

—No, es una perdida de tiempo —Sentenció sin más, Aiger no pudo evitar sentirse curioso al respecto ¿Una pérdida de tiempo? ¿Cómo exactamente? 

—¿Por qué sería una pérdida de tiempo? —Lya se quedó callada por unos segundos aparentemente pensando en lo que diría.

—Dedicarle tu tiempo a otra persona es absurdo —Se sentó a un lado de el, para luego continuar después de una respiración profunda —¿Para que gastar tu tiempo en algo que no beneficia a nadie?

—¿Compañía? ¿Tal vez? No puedes buscar beneficios en todos lados, a veces no habrá beneficios que puedas ver.

—Que estafa entonces.

—A mi me hubiera gustado, quién sabe ¡A lo mejor y encontraba a mi futura novia! 

—... —Lya negó —Las parejas son lo peor.

—¿Y tu qué sabes? Estás igual de soltera e inexperta que yo —Comentó divertido, dándole un codazo amistoso, obteniendo una mirada neutral de la albina.

—Bueno, no necesito una pareja para ver lo que no me conviene —Respondió sin quitar su mirada de el —Tenemos de ejemplo a Suoh, antes era muy centrado y ahora se la pasa perdiendo el tiempo en el celular por andar hablando con...¿Cómo se llamaba?

—Suki Kang.

—Solo pierdes tiempo, identidad y no tiene sentido —Enumeró con sus dedos —Ojala y terminen pronto, para que no sea tan afectado por las graves consecuencias de los noviazgos.

—Okey...Si tu lo dices —Se levantó bastante divertido, debía estar bromeando. Aunque no lo pareciera —Aunque sería muy triste si cortaran, tardaron mucho en juntarse.

—Supongo...Que lo disfruten mientras dure.

—En fin, me voy. Gracias por dejarme pasar a tu casa, nos vemos luego —No recibió respuesta y salió de la casa, con destino a la escuela (Sin olvidar su saco, obviamente).

El método Aiger (Aiger Akabane)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora