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Mis tías miraron confundidas y siguieron con lo suyo, acompañe a Alice a sentarse en la orilla para que jugara, estaba mirando el horizonte cuando llego mi prima, estábamos platicando cuando vio de reojo las plumas.

- ¿Qué es eso?

-Nada- dije nerviosa

Siguió viendo curiosa a lo que volvió a preguntar y la misma respuesta le di, cambié el tema, pero ella seguía sospechando, Alice se unió a nuestra plática después de un rato me pare y fui más adentro asegurando la capa a mi traje para que esta no dejara ver las alas, jugué con el agua por unos momentos cuando de repente sentí como algo rozo mis pies grite, mamá vino rápido

- ¿Qué sucedió? ¿Estás bien?

- sí, pero sentí como algo rozo mi pie

Mamá revisó el área en donde estaba cuando vi algo brillar debajo, me sumergí para sacarlo y para mi sorpresa era un collar, mi mamá dijo que no veía nada, pero que por mi seguridad regresara a la orilla hice caso de inmediato y fui con ella, papá pregunto si teníamos hambre a lo que conteste que sí, me trajo un coctel de camarones que compartí con Alice; anochecía rápido y a mi familia se le ocurrió hacer una fogata en la playa, el hotel nos dio permiso y todo lo que necesitábamos, cuando terminamos de encenderla, mi abuela se puso a contar historias sobre seres mágicos después de eso pusieron música y bailaron, yo me quede sentada viendo el mar por poco olvidaba el collar que me encontré así que lo saque del bolsillo, era muy bonito, parecía de oro tenía una pequeña esfera, parecía de cristal, sin darme cuenta mi abuela estaba a mi lado mirándome.

-es muy bonito ¿no lo crees?

-si abuela es muy bonito- dije mientras admiraba el collar

-ven vamos a caminar, hace mucho que no te veo querida-dijo sonriendo

Acepte a ir a caminar con ella, le platique sobre cómo me iba en la escuela y sobre kinich cuando de repente me pregunto.

- ¿y cómo te sientes con esas grandes alas?

Quede sorprendida, no sabía qué decir.

-tranquila querida sé todo, tu padre me lo ha contado

Me calmé un poco, le conté como ha sido todo y lo que estuve haciendo, también le conté que estaba cansada de ir al hospital entre semana y de no poder vestir como los demás, era divertido usar la capa, pero quería un poco de libertad.

Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora