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No sabía qué decir.

-Mamá la estás asustando- escuché a Mateo

-Perdón, pero es que aquí adentro hace calor

-Jeje no hay problema señora

La señora me inspecciono un poco más con la mirada.

- ¿Es tu novia Kinich?, espero que no vayan a hacer cosas indebidas- dijo entre pequeñas risas

- ¿Eh?, no claro que no y no es mi novia es una amiga

-Oh bueno, siento que te he visto en algún lado pequeña- se dirijo a mí

Ay no, ella si ha de saber.

-Tal vez la esté confundiendo con alguien más

-Si tal vez sea eso

Mateo habló y subimos a su habitación, la señora se me quedo viendo curiosa, trate de no darle importancia, una vez arriba los chicos se aventaron a la cama y botaron sus mochilas al otro lado de la habitación, yo me quede en el marco de la puerta observándolos, tan solo unos segundos después todos se me quedaron viendo, seré sincera todos eran animales salvajes.

- ¿Por qué estás ahí parada?

- ¿Por qué no te sientas?

-puedes dejar la mochila en donde quieras

Empezaron a decir todos, pero al ver que no me movía se levantaron, se dirigieron a mí y me sentaron en la cama, Cedric se llevó mi mochila, esperaron a que dijera algo, pero no fue así, empezaban a desesperarse, hasta que Alejandro tomo mi mano y me pregunto si quería algo, claro tampoco respondí, se tiró al suelo dramáticamente y los demás le siguieron el juego, Kinich se mantenía a mi lado, no pude evitar reír, todos se veían tan tiernos.

-Acaba de sonreír

-Al fin muestra un gesto

Al instante negué y volteé a otro lado.

-Kinich dinos que le pasa

Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora