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gano, lo toque suavemente, como si de una cascara de huevo se tratara, apenas los rozaba y el borde de estos brillaba, era divertido; Sentí la mirada de alguien así que giré rápidamente, no vi a nadie, pero aun así seguía sintiendo su mirada.

Me aleje del árbol para observar su alrededor, pero no había nadie...

-Vaya has regresado... - su voz parecía suave, pero era un poco gruesa

Asustada, mire a todos lados, pero seguía sin haber alguien.

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres? – dije algo alterada

Nadie respondió, me esperé unos segundos, pero por miedo decidí irme, pero antes de alejarme lo suficiente lo volví a escuchar.

- ¿Ya te vas?

Lo escuche demasiado cerca, se me helo la sangre, me gire lo más rápido que pude, con temor de que no hubiera nadie, pero ahí estaba, igual que la primera vez. Me quede perpleja.

- ¿Te ha comido la lengua el gato? - dijo con burla

- ¿Quién...Quién eres? – tartamude

Camino hacia mí.

-Eres muy pequeña, de seguro eso te pesa bastante- señalo la capa

Y sí, a su lado parecía una pequeña niña de 9 años, apenas lo podía ver, pero sabía que era alto.

- ¿Cómo es...?

-Solo lo sé y por lo regular los Ángeles son más altos, ¿será porque eres mitad humana? - su voz se oía dudosa

¿Ángeles?, ¿De qué rayos habla? Él seguía bajo el árbol, a unos cinco pasos de mí, por lo que decidí acercarme para poderlo ver mejor y...

-Mierda- solté como un pequeño susurro

Él... él era demasiado alto, su pelo era largo y negro, su vestimenta era de cuero tenía una capa mucho más larga que la mía, simplemente su aura era amenazante.

- ¿Sorprendida? – expreso con tono de burla

No lo quiero admitir, pero es atractivo. ¿En qué estoy pensando?

-Dame tu mano

Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora