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Al día siguiente después de desayunar fuimos a un acuario, estaba muy grande el espacio y algo confuso con todos esos pasillos que llevaban a diferentes áreas y estanques, claramente se nos indicó que para nada del mundo nos alejáramos del grupo, pero como era de esperarse algunos niños se quedaban atrás o se perdían por estar distraídos con los peces así que la directora nos reunió a todos y nos dividió en cuatro grupos, cada grupo estaba conformado con la mitad de cada grupo inferior mientras que los de último y penúltimo grado nos encargaron ayudar a los padres para que los pequeños no se perdieran, en ese momento me acordé de la carta que me había dado aquella niña así que tome a Kinich por el brazo.

- ¿Qué pasa?

- Es que me acabo de acordar que ayer una niña de tu grupo me dio esto

- ¿Una carta? ¿Para mí?

- Sí, no sé qué diga, pero ten

Tomo la carta y sin decir nada la abrió, yo me hice a un lado pues quería darle espacio aparte de que no me quería entrometer más en esos asuntos, al poco tiempo termino de leerla, su cara estaba seria, así que intenté no molestarlo, pero me la dio a leer, me negué, pero él insistió así que no quedo de otra más que aceptarla, para mi sorpresa no era tan largo como imagine.

Hola Kinich

Hace tiempo que me gustas, pero no sabía cómo decírtelo, así que le pedí a esa niña que siempre está contigo que te la diera, espero que no te incomode; No sé qué son, pero espero que no sean pareja, no entiendo cómo te juntas con ella, es algo rara y siempre lleva esa capa.

Porfa responde la carta

Mi cara lo decía todo, estaba enojada, ¿Por qué sería rara?, le devolví la carta a Kinich, claro que noto que estaba molesta, suficiente tenía con su amiga como para que vengan y mendigan rara.

- ¿y le vas a responder?

-mmm no

- ¿Por qué?

-si viene a preguntar por la respuesta dile que venga conmigo

- ¿estás seguro?

-si

Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora