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ADVERTENCIA, capítulo más largo de lo normal.

Me divertí tanto, lo disfruté, el único inconveniente era la mirada que sentía, quise no prestarle atención, pero era imposible, creo que me querían atravesarme la nuca; Cedrikc pareció notar mi incomodidad.

- ¿Todo bien?

- Sí, creo si

Al notar la duda en mi voz, encarno una ceja. Le susurré al oído lo que sucedía, discretamente miro alrededor, me notifico que no había nada fuera de lo normal, supuse que en verdad era así, me tomo de los hombros y me adentro al pequeño círculo que estaban haciendo los chicos.

Todo termino a las once, ya solo nos encontrábamos nosotros y otro grupito de cinco personas; estábamos sentados en la orilla de una jardinera, charlando.

-Bueno, aquí la gran pregunta que me mata de curiosidad es... ¿Dónde dejaste la capa Metzin? – exclamo Claud

- Nunca te la quitas, ¿Qué sucedió para que te la quitaras? – continuo Michelle

Ya tenía encima las miradas de todos.

-No es tan raro y solo tenía calor, aparte de que se iba a maltratar entre el mar de personas que había

- Esa solo es excusa

- Ya les contesto, déjenla en paz – contesto Kinich

- Aun así, es sospechoso – dijo Mateo entrecerrando los ojos

Empezó hacer más frío, de nuevo me puse la capa y los demás un suéter; esperábamos en la entrada a la madre de Kinich, ella nos llevaría a todos a casa.

-Mucho tiempo sin verte- me abrazo e igual yo a ella

La extrañaba, la extrañaba demasiado, era como mi segunda madre, hace tiempo que no estoy con ella.

- ¿Debo recordarles que estoy aquí? – chisto Kinich

- No seas celoso hijo

Se escucharon risas, Kinich cruzo los brazos.

- Niños es hora de que se suban al carro- la señora se alejó para abrirlo e indicarles cómo se acomodarían

Me dirige a la puerta de este, pero me detuvieron por el hombro, al darme vuelta vi que era un hombre de unos 30 años, se comportaba sospechoso.

- Disculpa, solo quería hacer una pregunta- asentí para que pudiera continuar- ¿eres la de la foto? - al enseñarme la foto mi cara refleja lo sorprendida que estaba- ¿entonces si eres el ángel? - en su cara podía notar el entusiasmo

-No, no sé de qué me habla señor- el miedo se apoderaba de mi

-Tranquila solo quiero hacer unas preguntas más

No de nuevo, es lo que mi mente podía decir en ese momento, me encontró, ¿A cuánta gente le dirá? ¿Cuánta gente se enterará?, no tenía palabras, mis pensamientos me carcomían, el señor seguía insistiendo. Julieta me libero de ese estrés al responderle por mí.

- ¿Quién se cree para hacerle preguntas a una niña? ¿Es que acaso es un pedófilo?

-No, señora, mire, ella es el ángel – le enseño la foto de nuevo

- No me interesa, ahora márchese- al no ver que se movía lo amenazo con llamar a la policía

Me subió al asiento del copiloto y empezó a conducir, hubo silencio en todo el trayecto. Fui la última, me preguntaron si estaba bien, respondí que sí, no quería que nadie se alarmara, que nadie se preocupara.

Ángel...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora