- ¿Qué nos falta? - hablo Natasha con algo de cansancio
-Bueno...solo hemos recolectado dos kilos, ¿Crees que nos acepten eso?
-Todavía nos queda una semana, estoy cansada- reproche
-Ya les dije que solo hemos recolectado dos kilos, necesitamos uno más- Olivia se estaba quedando sin paciencia.
Ya no podía más con mi vida y ella seguía insistiendo, Claud también estaba cansado, pero no podía quejarse, por algún motivo le daba miedo Olivia cuando se le acababa la paciencia.
- ¡UNA TIENDA! - grito Natasha corriendo hacia el local
- ¡Oye! – Olivia fue tras de ella
No nos quedó más remedio que seguirlas; bueno, también me hubiera echado a correr si tan solo no me dolieran los pies, Olivia nos negó el derecho de ir por agua por un bueeen tiempo, así que era de esperar la reacción de Natasha.
Todos estaban adentro escogiendo algún refrigerio, mientras que yo descansaba en la banqueta cuidando el carrito, Claud me había preguntado varias veces sobre lo que quería y lo mismo le respondí, "sorpréndeme", fue divertido ver su cara, por un momento eché la cabeza hacia atrás deseando que rápido encontráramos el kilo de hojas faltantes, basto un parpadeo para ver que el collar destellaba un poco fuerte y de la nada aparecían las hojas, creí estar sola, "mierda", me quede perpleja cuando la note a ella a un lado de mi con su teléfono, la vi fijamente a los ojos intentando descubrir si había visto lo mismo que yo.
- ¡AHORA SÍ PODEMOS CONTINUAR!
Apareció Olivia con Claud, al parecer ellos no lo habían visto, pero seguía intentando descifrar si ella sí.
- ¿Nos perdimos de algo?
-Chicas, ¿de dónde aparecieron las demás hojas?
Volteé a ver a Claud y rápidamente volví con ella, que estaba callada viéndome, joder lo vio, volví con ellos.
-Emm... las trajo un señor- sonreí y volteé a verla para que dijera algo
-Sí, las trajo un señor, de hecho, se fue hace unos minutos
-En hora buena, ya podemos regresar- dijo feliz mente Olivia
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Ángel...
FantasyHola, ¿alguna vez escuchaste sobre criaturas mágicas?, ¿no?, bueno... Soy Metzin, tengo 16 años y casi toda mi vida la he pasado oculta, seguro te preguntarás ¿por qué?, bueno los religiosos me llaman milagro, ya que en mi espalda han crecido alas;...
