No conseguía digerir lo que había acabado de pasar y en el fondo, deseaba no conseguirlo nunca. ¿De verdad mi primer beso fue con Derek? ¿Con ese diablo que tengo a pocos metros de mi casa y que tiene por mascota al mismísimo cancerbero? No puedo creer en todas esas palabras que me dijo ¡no quiero! Ese tipo de chicos solo ven en mí una posible diversión, no tiene ninguna otra explicación razonable ¡no la hay!
Puede que sea un borde y un antisocial, pero quedó muy claro en el partido de la última vez que es muy popular entre las chicas y es evidente que no soy nada del otro mundo.
Caminé por horas. No sabía muy bien cuantas, pero mis piernas empezaron a notarlo. Pensé que cualquier lugar era mejor de todos los que ya conocía. Me dolía a morir la cabeza y aún pensaba en como regresar al Instituto a por mis cosas sin que me pillaran mis padres o cualquier otra persona.
-Parece que no puedo tener un momento de tranquilidad en mi vida- murmuré-.
Llegué a la esquina del instituto y miré de reojo en todas direcciones. Solo faltaban cinco minutos para que todos saliesen y ese era mi momento perfecto para entrar.
Me senté en el suelo y apoyé la cabeza en la pared mirando hacia la nada. Es la primera vez en mi vida que siento que algo que viene de alguien que no me importa, me afecta. Primero lo de Patrick y ahora lo de Derek. Es indiscutible que este es mi peor año, sin contar lo que me sucedió hace ocho años.
Ding... ding... ding...
-¡El timbre!- me tomó por sorpresa-.
Me levanté de mi zona de reflexión y me acerqué hasta la entrada principal. Los estudiantes empezaron a salir en estampida de aquella jaula de animales impidiéndome el paso.
-¡Kiara!- gritó Zach-.
Me giré y allí estaba mi salvación. Tenía mis cosas en la mano y corrí hacia ella de la emoción de ver que los profesores no se dieron cuenta de mi ausencia.
-¡Zach, mi mejor amiga del alma!- la abracé con todas mis fuerzas-.
-¡¿Se puede saber dónde coño estabas?!- dijo enfadada- ¡estaba muy preocupada por ti y para rematar te dejaste el móvil en la mochila!
-Lo siento...- bajé la cabeza- es que me paso algo...
-Déjalo- me interrumpió- ahora lo mejor es irnos de aquí antes de que te vea algún profesor.
-Ok.
Llamé a mi madre para decirle que iría a comer a casa de Zach y que teníamos que estudiar para un examen. No mentí porque tenemos un examen en tres semanas, pero omití esa parte de la información.
-¿Qué tal las clases chicas?- preguntó Noia mientras conducía-.
-Muy bien mamá ¿no Marley?- me miró alzando una ceja-.
-Sí muy bien- miré hacia otro lado-.
-Me alegro- sonrió- hoy tengo una operación de cráneo. Tengo que extirpar un tejido cerebral anormal que encontramos en una niña de catorce años, así que espero que os portéis muy bien mientras estamos fuera.
Me encanta cuando Noia habla de ese tipo de cosas como si hablara de ir a comprar verduras al supermercado. Me sorprende que haya gente capaz de abrirte la cabeza, hurgar en tus sesos y cerrarte como si nada.
-¡¿Vas a sacarle un tejido anormal del cerebro?! que envidia, yo quiero verlo- dijo Zach emocionada-.
-No te preocupes cielo, cuando empieces la carrera de medicina te hartarás de abrir cráneos y cadáveres para operaciones de ensayo.
ESTÁS LEYENDO
MAKTUB
Teen FictionMi vida no podía ser más "perfecta": tenía una única amiga, mi clase y casi todo el instituto me odiaban y mi inexistente vida amorosa era eso, inexistente, no porque no quisiera, sino porque detesto al sexo masculino y eso era un "pequeño" problema...