Lunes otra vez no por favor, cada lunes era un infierno porque me recordaba que la semana apenas había empezado y quedaban otros cuatro días para tener un descanso del antro de mala muerte.
Hice exactamente lo mismo que hago todos los días antes de ir al instituto, parecía un robot programado. Solo deseaba que los años en ese sitio pasasen lo más rápido posible, para poder largarme cuanto antes.
-Adiós papá, que tengas un mejor día que el mío- me despedí al bajar del coche-.
-¡No seas pesimista, seguro que es mejor el tuyo que el mío!- gritó-.
-Si tú supieras…- musité-.
Subí a clase como siempre, me senté en mi sitio como siempre y esperé a la profesora de siempre para impartir la historia de nuestros abuelos… de siempre.
-¿Dormiste bien?- preguntó Zach con unas ojeras como campanas-.
-¿Y esa cara?- pregunté sorprendida-.
-No preguntes, mejor responde antes de que llegue Grown.
-Por lo que veo, muchísimo mejor que tú.
-Y eso no será por cierto individuo llamado Mark ¿no?- levantó una ceja mirándome fijamente a los ojos-.
-¡Claro que no!- grité algo alterada-.
-¿No?- sonrió-.
-No… por supuesto… que no… ¿no?
¿Estaba dudando? ¿Por qué? no era posible que dudara respecto a ese tema, yo no soy así. Tenía muy claro que no pensaba dejarme llevar por el “amor” y mucho menos ahora que estaba tan cerca de irme de aquí.
-Amiga, déjame decirte algo muy importante- se acercó a mi rostro- la putada del amor, es que nunca sabes cuando te va a tocar.
-¡Chicos, todos en sus sitios por favor!- entró la profesora para impartir la clase-.
Me quedé pensando seriamente en ello aunque sabía que no debía hacerlo, porque si lo hacía, eso significaría que… ¿era cierto? ¿de verdad podía llegar a sentir algo por Mark?
-Kiara- tocaron mi hombro- cógelo.
Mis pensamientos fueron totalmente interrumpidos gracias a Patrick, que por primera vez en mi vida, se lo agradecía de verdad.
Me entregó un pequeño trozo de papel arrugado por encima del hombro y supuse que sería algún insulto, así que opté por ignorarlo.
-Déjame en paz Patrick, ahora no estoy de humor- susurré para no ser descubierta por la profesora-.
-Es importante, solo cógelo- insistió de nuevo-.
Lo cogí de mala gana solo para que me dejase en paz.
No quería perder mi tiempo leyendo tonterías que vengan de un tipo como él, pero como la clase no tenía mucho más interesante que ofrecerme, abrí el papel.
Espérame en el descanso bajo el pino del campo de béisbol.
¡¿Qué?! ¿A qué venia todo esto? ¿es que pensaba darme una paliza por lo del otro día? No voy a ir ni de broma.
Gracias a mi intriga e impaciencia por esa maldita nota, llegó rápidamente la hora del descanso y no sabía qué hacer. Si voy, me arriesgo a tener más morados de los que ya tengo en el cuerpo, pero por otro lado, si quisiese darme una paliza no me citaría, sino que directamente me pegaría y aquí paz y después gloria.
Bueno… de todas formar era el lugar donde yo comía en el descanso y ya que no tenía mucho que perder, a parte de una visita al hospital, caminé hacia allí.
ESTÁS LEYENDO
MAKTUB
Teen FictionMi vida no podía ser más "perfecta": tenía una única amiga, mi clase y casi todo el instituto me odiaban y mi inexistente vida amorosa era eso, inexistente, no porque no quisiera, sino porque detesto al sexo masculino y eso era un "pequeño" problema...