Capítulo XXIII

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Puedo asegurar que tuve el mejor sueño de todos. Después de mi "cita" con Derek, me fui directamente a la cama y me quedé dormida en cuestión de segundos. No es que recuerde exactamente lo que soñé, pero algunos fragmentos aparecían de la nada en mi cabeza como flashes dejando en mí una sensación realmente agradable.

Espero y deseo no volverme una ñoña y empezar con apodos como "osito", "amorcito", "cariñito", porque os juro que antes de que eso pasa, me pego un tiro. Y no solo lo digo por mí. Sé que él no es de esos (o eso espero), así que no tengo de que preocuparme por el momento.

Los domingos son más o menos un coñazo. Sabes que al día siguiente tienes que madrugar para ir a "aprender" sobre las guerras pasadas y los conflictos provocados por hombres que no supieron tragarse su orgullo y pensar en algo que no fuese "Yo soy quien la tiene más grande" (y no me refiero solo a las armas de fuego).

Llamé a Zach como le prometí y salimos a tomar algo por el centro de la ciudad. No hablamos de nada en especial, y con especial me refiero a Derek o a Jared. Las dos, por lo que pude comprobar, no nos apetecía hablar sobre el tema y es normal. Ella odia a Derek y aún no estaba preparada para decirle a mi mejor amiga que estaba saliendo con él y Jared era un tema tabú para Zach, así que decidí no sacarlo en la conversación.

No tardé demasiado en llegar a casa. Después de dejar a Zach en la suya, puse rumbo hacia la mía.

Mis padres estaban tirados en el sofá viendo una película llamada Los Goonies y tarde un abrir y cerrar de ojos en unirme a ellos. Me gustó bastante, pero es normal siendo una película de Steven Spielberg. Ese hombre es muy bueno en lo que hace.

Subí a mi habitación para empezar con lo que sería mi mayor tormento durante los próximos días, los exámenes. Los primeros eran el martes y el último si todo me va bien, sería el miércoles de la siguiente semana. Odio el mes de Febrero es un asco, pero solo son unos días de sufrimiento para luego respirar tranquila.

**Dos días después.

Sé que resultará difícil de creer, pero fui a ver el partido de Patrick el lunes. Bueno de Patrick no exactamente, más bien de nuestro instituto. Como ya sabréis por comentarios anteriores, no soy muy aficionada al deporte, es evidente; pero como la relación entre Patrick y yo ha mejorado desde hace algunas semanas, cumplí me promesa de ir a verlos jugar.

¡Ganamos! ¡Sí, estoy tan anonadada como vosotros por emocionarme al respecto!

Lo hicieron realmente bien. Sé notaban sus días de entrenamiento y como mejoraron desde la última vez que los vi jugar. Ahora tenía el corazón dividido entre los Shutones y los Thokers... ¡Jajaja! ¡No me lo creo ni yo! Me da absolutamente igual quien pierda y quien gane. No me van a dar dinero por apoyar a ninguno.

-¡MARLEY! ¡MARLEY!- gritó Zach desde la ventana de clase-.

Levanté la vista para mirar a la loca ruidosa que me estaba llamando y le saqué la lengua para fastidiarla.

-¡No pongas esa cara que te ves más fea de lo que eres!- respondió a mi provocación con burla-.

-Payasa- dije en voz baja-.

-¡Te escuché!- me enseñó el dedo corazón-

-Jajaja ¡dime que es lo que quieres de una vez! ¡Y guarda ese dedo!

Apoyó sus manos en el marco de la ventana y me lanzó la pregunta que estaba esperando.

-¡¿Cómo te fue en el examen de historia?!

-¡Genial! ¡creo que sacaré buena nota!- levanté mis pulgares a modo de victoria- ¡¿Y a ti?!

-¡IGUAL!- gritó eufórica-.

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