MAKTUB

Extra.

No tengo perdón. Siento muchísimo la espera pero las cosas nunca salen como uno quiere. Espero que os guste ;)

Estoy un poco nerviosa por la cena y supongo que ser yo quien la prepara, no ayuda mucho. Faltaban pocos minutos para que sucediese el mayor milagro que esta familia ha visto jamás. Después de tanto tiempo rogando porque algo así sucediese era muy poco creíble cuando nos enteramos de la noticia.

-Me cuesta hacerme a la idea.

-Creo que no solo te ocurre a ti- dio unas palmaditas en mi espalda-.

-¿Cómo será ella?- pregunté algo ansiosa-.

-No lo sé, pero pronto lo sabremos.

Mi madre no me ayudaba demasiado con sus respuestas a ninguna parte.

El timbre sonó un par de veces y mi padre abrió recibiendo a nuestros invitados. Mi madre y yo salimos de la cocina para hacer lo mismo.

-Pero si es mi querido hermanito- lo abrazó con fuerza-.

-Hola Helena- sonrió- yo también me alegro mucho de verte.

-Hola Dylan- lo salude agitando mi mano-.

-¿No vas a darle un abrazo a tu tío?- preguntó mi padre con sorpresa-.

-¿Por qué tendría que hacerlo?

-¡Kiara!- mi madre no paraba de asesinarme con la mirada-.

-No te preocupes, es normal que esté molesta- se rascó la cabeza sin saber que hacer- pero vine aquí porque quería presentaros a Zoe.

La chica que estaba de pie a su lado, no daba crédito a lo que estaba pasando.

Yo no podía ocultar mi enfado hacia Dylan. No todos los días te dicen que tu tío que llevas sin ver más de un año, se ha casado a escondidas en otro país.

-Buenas tardes- saludó con timidez-.

-Encantada de conocerte Zoe- respondió mi madre con una sonrisa- ¿Por qué no nos dirigimos al comedor?

Todos nos sentamos después del incomodo incidente. Charlaban con normalidad y se reían escuchando las intrépidas historias de mi tío por los diferentes países de Europa. Yo solo guardé silencio y me concentré en cortar mi bistec a la perfección.

-Estaba realmente delicioso- Dylan se levantó de la mesa para llevar los platos-.

-Kiara, ayuda a tu tío a llevar los platos a la cocina.

-No hace falta, puedo hacerlo yo.

Me levanté sin decir nada y fui recogiendo los platos para ayudarlo.

-¿Tan enfadada estás como para no mirarme ni una sola vez?- dejó las cosas en el lavavajillas-.

Lo miré fijamente por unos segundos y seguí con mi tarea.

-Veo que sí- dijo con desilusión- siento mucho no haberte dicho nada Kiara, pero las cosas sucedieron demasiado rápido y...

-¿Y qué?- me giré para mirarlo- ¿no pudiste llamar o dejar un mensaje? Creo que un año tiene trecientos sesenta y cinco días ¿no? Y para colmo, apareces casado con una chica que no hemos visto en la vida.

-Necesitaba desconectar, pensar en muchas cosas.

-Pues sigue desconectado- cerré con fuerza la puerta del lavavajillas- Te deseo lo mejor con Zoe. ¡Ah! y felicidades por vuestro matrimonio.

-Kiara.

Salí de la cocina y me acerqué al recibidor para coger mi bolso.

-¡Voy a salir a dar un paseo!- grité para que todos me escuchasen-.