Capítulo XVI

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^^ Buenas siento mucho la tardanza, pero por compensar este es el capítulo más largo que he escrito hasta ahora jajaja Espero que os guste y ya sabéis votad y comentar.





Y ahí estaba yo, con una correa en la mano y un perro sentado delante de mí intentando decirme que saliésemos a buscar a su dueño, ya que este llevaba "desaparecido" como unas tres o cuatro horas sin dar señales de vida.

-Está bien te llevaré- lo señalé con el dedo- pero tienes que prometerme que te portarás bien y no morderás la muñeca de nadie- ladeó su cabeza como diciendo: sabes que no te entiendo nada ¿no?-.

Le puse la correa y respiré muy MUY hondo.

-¡Vamos Ares!- le ordené-.

Salimos de casa y esta vez me cercioré de que la puerta quedase cerrada. No quería que por mi culpa entrasen a robar, ya tenía suficiente con lo que estaba pasando.

Admito que estaba muy nerviosa. Era la primera vez en mis casi diecisiete años, que sacaba a pasear un perro y más aún de esas magnitudes.

Están las personas que les gustan los perros, los gatos, los roedores, los reptiles y a muchos no les gustan para nada los animales. Yo soy de gatos es evidente, por lo que sacar a un pitbull enorme de color blanco que te puede hacer mear encima solo con un ladrido, es algo aterrador.

**Después de cuarenta minutos.

-Ares ¿aún no olfateas nada?- pregunté cansada-.

Para mi grata sorpresa, a pesar de que no conseguíamos encontrar ni rastro de Derek, Ares se ha portado muy bien durante todo el recorrido y no ha tirado de mí ni una sola vez.

-Bueno, supongo que es normal con toda la nieve que se ha acumulado. Como deseo que sea verano y se acabe este frío de una vez por todas.

Ares empezó a ladrar y a escarbar en la nieve.

-¿Has encontrado algo?- hablé esperanzada-.

Cuando llegó al fondo hasta poder divisar el suelo gris, vi unas pequeñas gotitas rojas esparcidas por todas partes y en todas direcciones.

-¿Qué es esto?- estaba confundida y pensé por unos segundos de qué podría tratarse- ¡Oh dios mío!- tapé mi boca con mis manos- esto... esto es... ¡Sangre!- grité-.

Me paré de golpe y me quedé helada.

-No puede ser, esto no puede ser verdad- hablé realmente asustada-.

Las piernas me empezaron a temblar y mis manos se volvieron realmente frías, pero no por culpa del clima, sino por el pánico. Quería gritar y llamar a la policía de inmediato, pero no tuve tiempo ya que Ares tiró de mí con fuerza.

-¡Espera! ¡¿A dónde me llevas?!- grité alterada-.

Pero no me hizo caso y siguió corriendo como si fuese detrás de algo o de alguien.

¡Oh dios! ¿Y si me lleva hasta el cadáver de Derek? ¡NO NO NO! ¡NO QUIERO!

-¡Espera Ares por favor!

De repente se detuvo en seco y casi me caigo llevándomelo por delante.

-¡¿Estás loco?!- me incorporé con algo de dificultad debido a mi tobillo- ¡Dios, que dolor...!- sobé la zona adolorida-.

Cuando conseguí apaciguar el dolor, levanté la vista para ver hasta donde me había llevado o más bien arrastrado.

-Pero si es...- Ares ladró sacándome de mi asombro- ¿estás seguro de que está aquí?- sí, le pregunté a un perro de nuevo. Tengo que dejar de hacer eso-.

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