Jueves 18 de diciembre 3 AM

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1. Aviso: Algunos capítulos tendrán diálogos entre comillas y en cursiva puesto que son escenas del pasado (flashback) o llamadas telefónicas. A su vez estarán separados en horas por las diferentes escenas que sucedan en el mismo día.

2. Aclaración: El mundo en el que vive Kara y Lena en esta historia, (Tierra 1), es elegido del reeboot The New 52 donde los héroes icónicos viven en el siglo XXI y concuerda con la misma linea de Tierra 2 (en el que transcurre parte de este fic),que dentro de este reeboot muestra a los héroes con otras edades, diferentes orígenes y hasta hijos. Asimismo Tierra 1 dentro de la serie de Supergirl y el mundo de Arrowverso es conocida como Tierra 38.

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Las luces de la ciudad danzaban contra un alfa romeo stelvio azul marino brilloso, que recorría las calles a gran velocidad.

Una mujer elegante a pesar de haber salido en pijama, cambiaba la aceleración con la palanca como si estuviese en una carrera.

Se detenía en cada tienda de conveniencia que permaneciera abierta y salía bufando al no encontrar lo que buscaba.

—¿Por qué se le tuvo que antojar papas fritas sabor cangrejo y galletas con relleno de helado? —protestó volviendo al auto por quinta vez.

Paró delante de una tienda bastante pequeña, en comparación con las otra en las que había estado, pensando que perdería el tiempo.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, en un rincón de la tercera góndola encontró las papas fritas y en la parte inferior de la sexta estaban las galletitas.

—Todo esto y un refresco de uva —dijo Lena al señor de la tienda.

—Uff, pensé que nunca vendería eso —rio el vendedor—: Lo adquirió mi hijo hace poco pero temía haber perdido dinero.

—Qué le puedo decir, conozco una embarazada a la que le encanta estas cosas —comentó casi riendo.

—Oh, el periodo de los antojos —Pasaba cada producto por la registradora—: Es agotador porque suceden a cualquier hora y uno tiene que correr por lo que piden —Le dedicó una sonrisa—: Pero al final del día tiene su recompensa.

—¿Cuál? —inquirió curiosa mientras le tendía la tarjeta.

—Cuando vuelva a casa lo sabrá —Le cobró y le dio el ticket—: Y mucha suerte y paciencia con su esposa.

Lo iba a corregir pero la sola idea de que Kara fuese su esposa la hizo feliz, así que tomó el ticket y salió de la tienda.

Sin mayor dilación que un par de semáforos rojos en los que se tuvo que detener, llegó a su casa.

Subió al piso, entró y le entregó la compra a la rubia. Quien sentada en el sofá no pudo evitar sonreír.

—¡Oh, Lena!, los conseguiste —Le dio un beso que la morena correspondió.

Y ahí estaba su recompensa, la felicidad de su mujer. Verla devorar esas papas fritas sabor cangrejo y las galletitas dulces sabor helado con una expresión infantil de travesura realizada, era lo más bello y cálido que había vivido hasta ahora.

—Se movió, Lena, el bebé se movió —interrumpió la joven Danvers—: Ven, pon tu mano aquí.

Con cuidado la joven Luthor acercó su mano al vientre de Supergirl y realmente el bebé se estaba moviendo. Ninguna encontraba palabras para describir lo que estaban sintiendo.

—Einar, nos siente —comentó la rubia emocionada—: Y parece que le gusta la comida.

—Eso no es comida, Kara —regañó la morena—: Y no dejaré que malacostumbres a Keara.

El dilema de la CazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora