✿ Solo tú ✿
Caminé a casa en silencio, sintiendo como el aire de la noche golpeaba en mi rostro. Sabía que una nueva etapa llegaba a mi vida y no estaba segura de si sería igual de buena que la anterior pero está vez, yo no me encargaría de arruinarlo.
Cuando estuve frente a la puerta me quite los tacones y entré, las luces estaban encendidas y podía escuchar el televisor.Papá se encontraba en la sala viendo una de nuestras películas de Marvel. Traidor. Se giro y me observo con confusión y sorpresa. —¡¿Cariño que haces aquí?!. —cuestiono mira do el reloj en su muñeca. —Apenas darán las doce, ¿Paso algo?.
—No. —negue. —De hecho esta todo bien, pero preferí regresar. —me encogió de hombros y me senté a su lado. —De verdad estoy bien. —volvi a decir al ver qué su expresión curiosa no se relajaba.
—Confio en qué así es cariño. —asintio. —¿Quieres pizza?.
Asentí efusivamente. —¿La vas a ordenar oh?.
—No cariño, la caja está sobre el mesón de la cocina. —me interrumpió. —Tiene menos de una hora que llegó, pero aún así deberías de usar el microondas.
—Lo haré, gracias papá.
Al atravesar el salón principal para ir por la pizza observé aquellos cuadros de Londres, que últimamente había olvidado.
Yel recuerdo del primer día en que Shawn vino a mi casa, llegó a mi mente. Reí siendo inconsciente de ello, recuerdo que lo asusté al aparecer de la nada.
Tal vez si fui una idiota, la peor de todas, pero no podía arrepentirme, no cuando me había dado cuenta de que el era la primer persona a la que de verdad había querido en mi vida. No cuando el me enseñó que a algunas veces está bien sacar mis sentimientos a flote y no cuando sobre todo aprendí que las personas más simples suelen ser aquellas que guardan tanto en su interior.
Solo podía agradecerle.
Mientras estaba en la cocina, escuché el timbre de la casa sonar, caminé hasta la entrada encontrándome a papá con un rostro confuso mientras rascaba su cabeza y se recargaba sobre la puerta. Lo mire con el ceño fruncido mientras aferraba el plato de pizza hacia mi cuerpo. ¿Y ahora que?. Lo único que podía faltar, era que alguien viniese a avisar que Naomy y Cole hubiesen chocado estando borrachos, pero no creía capaz a mi amiga de llegar a tanto.
—¿Que pasa?, ¿Quién era?. —
Papá formo una línea recta con sus labios y se acercó a mi tomando el plato de pizza en sus manos. Estaba por reprochar cuando habló. —Alguien está buscándote afuera. —
—¿A mí?, ¡Por dios juro que si es Naomy o Stacy!...—pase de lado a papá mientras me acercaba a la puerta para abrirla lentamente. —¡Yo les dije que estaría bien si me iba temprano del estupi...
—¡Hija no es Naomy, menos Stacy!. —el grito de papá quedó al aire una vez que abrí la puerta de golpe.
Mi expresión paso de ser a una posiblemente molesta, a completa confusión y emoción, que claramente no mostraría. Shawn tenía las mejillas rojas, su saco lo llevaba entre manos, su camisa arrugada y remangada, su cabello hecho un desastre y su respiración era tan cortada que llegue a creer que se desplomaría en ese momento.
—¿Que haces aquí?. —le pregunté una vez que me asegure de que papá estuviera lejos.
—Cielos, yo... —coloco una de sus manos sobre su pecho tratando de calmarse. —Es que esto es tuyo. — logré darme cuenta justo en ese momento que con el llevaba la corona qué horas atrás había ganado. La extendió hacia mí. La tomé dudosa y lo mire a los ojos.
Sus ojos.
—¿Gracias?. — me miró sin decir nada y sabía que esto no llegaría a ningún lado, así que gire una última vez mis ojos antes de dar la vuelta dispuesta a entrar a la casa.
—No puedes decirme que esto es todo. —mi cuerpo se heló quedando de espaldas al suyo, sentí que dio un paso más cerca de mí y apreté la coronó en mis manos. —¿Sabes lo que me costó convencer a Naomy de que me diera la corona?. ¿O de decirle lo mucho que te quiero?. —mis ojos comenzaron a picar y mi corazón a dar golpes como si de un tambor se tratase. —Eres la chica más ególatra, algunas veces narcisista, prefieres hacer las tareas en el suelo que en tu escritorio, comes el tomate como si fuera una fruta, estás enamorada de cientos de tipos guapos, cantas a todo volumen a pesar de que no lo haces bien, eres pésima en los deportes y... —
—¡¿Y?!. —me gire dejando caer mis lágrimas frente a el.
—Y... —dio un paso más cerca de mí. —Odias mostrar tus sentimientos, aunque estás llena de ellos, dices que odias la cursilería cuando en realidad amas ver películas o leer libros de ello, y eso... Eso es por lo que estoy enamorado de ti. —finalizo dando otro paso hacia mí.
Deje escapar un sollozo y sorbi mi nariz. —¿Por qué haces esto?.
—Porque me di cuenta de que no importa lo mucho que me hirieras, no puedo dejar de quererte. —explico negando con su cabeza. —Se que últimamente no he sido yo pero... —del bolsillo de su pantalón saco ese par de gafas que solía llevar siempre y se las coloco ajustandolas como lo hacía cuando estaba nervioso.
No pude evitarlo y rompí en llanto frente a el. —Pero sigo siendo yo, Shawn, solo Shawn. No el idiota en el que me converti.—Los dos nos convertimos en idiotas. —apenas pude pronunciar. —Y se que no estuvo bien lo que yo hice, pero nunca mentí respecto a mis sentimientos por ti. —termine de acortar la distancia entre ambos para abrazarlo. —Y si lo que quieres que diga, es que te amo. No tengo que hacerlo. —susurre en su oído. —Por que hace mucho tiempo que lo hago.
Lo tome de las mejillas y lo bese con fuerza, con necesidad, con ese sentimiento que llevaba cargando conmigo durante semanas, el sentimiento de extrañarlo, extrañarlo a el, a sus labios.
—Estaba muriendo por besarte una vez más. —dijo cuando nos separamos mientras me aferraba a su cuerpo, tomándome con fuerza de la cintura.
—Si no vuelves a besarme así, en verdad vas a morir. —subi mis manos a su cuello y lo sujete con fuerza.
Sentí su sonrisa sobre la mía y después otro beso igual al anterior.
No sabía que vendría después de esto y si todo sería
color rosa, pero estaba segura de que no sería difícil, no teniéndolo a el conmigo. Yo sabía que ahora las cosas serían un poco más simples.
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Simply Him /S.M/
RomanceShawn siempre se caracterizo por ser el chico simple y no solo de la clase, de toda la escuela. El callado, el sin amigos, el dedicado, el patito feo, el nerd, el tartamudo, el juego favorito de los populares del equipo de preparatoria, el debilucho...