Shawn siempre se caracterizo por ser el chico simple y no solo de la clase, de toda la escuela.
El callado, el sin amigos, el dedicado, el patito feo, el nerd, el tartamudo, el juego favorito de los populares del equipo de preparatoria, el debilucho...
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✿ Cuando todo se ve perdido pasa algo tan inesperado que es casi imposible de créer. ✿
Comencé a desarrollar ansiedad cuando cumplí trece en la secundaria. Tenía muchos problemas de autoestima y entre otras cosas, cuando mamá lo descubrió no dudo en llevarme con un médico para tratarme. Lograron controlarlo gracias al cielo pero cuando ella murio los ataques de hicieron constantes y más fuertes provocando que usará somniferos y otros medicamentos que con el tiempo fueron reduciendo.
O eso creía.
Salí de la casa completamente enfurecida, ¿Cómo carajos era posible que no hubiera una rebanada de queso?. Si bien Nana se encargaba de hacer las compras una vez a la semana pero al parecer en esta se le olvidó apuntar en la lista que había muy poco queso amarillo. Ese solía ser un capricho mío, amaba el queso amarillo y más cuando lo derretía.
Según yo cerca del vecindario había un súper mercado y preferí caminar a usar el auto pero me arrepentí de mi decisión cuando el frío se apoderó de todo mi cuerpo queriéndome dejar inmóvil.
Justo cuando pasaba por el mismo parque donde había visto a Shawn aquella vez un estruendo se escucho en el cielo y como por arte de magia comenzó a llover a cántaros. Esto iba de mal en peor. Mis manos comenzaron a temblar, mi respiración era agitada y sentía esas inmensas ganas de llorar. Ese sentimiento de preocupación estaba de nuevo ahí y sin saber por qué. A cómo pude llegué a una de las bancas y me senté sobre ellas dejando que el agua me mojara por completó.
Estaba pasando de nuevo.
Comencé a llorar con un dolor en mi pecho sientiendo las ganas de caer rendida, sin importarme que estuviera en un parque empapandome y muriendo de frio. Justo cuando me dejaba caer completamente rendida a que pronto me desmayaría una figura se paró frente a mí mirándome completamente angustiada.
Estaba empapado.
___¡Melina, Melina!. __escuchaba un eco a lo lejos llamándome. ___¡Melina!, ¡Tienes que levantarte vamos!. __mis ojos comenzaron a cerrarse poco a poco.
___Shawn... __susurre antes de que todo se volviera negro con aquella imagen de Shawn mojado frente a mi.
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___¡Mamá, está abriendo los ojos?. __¿Eso había sido una niña?. Mi cabeza dolía y mis ojos pensaban pero a cómo pude logré abrirlos. El techo era de un verde agua y esa lámpara no estaba ahí. Definitivamente esa no era mi casa. No lo era. Me incorpore con fuerza asustada ¿Me habían secuestrado?. Joder no, tan solo me desmaye en el parque. O tal vez si. Estaba en un sofá, con un montón de toallas debajo de mí y mi ropa se encontraba aún húmeda, podía escuchar el ruido de la lluvia callendo desde afuera. ¿Dónde estaba?!.
