Shawn siempre se caracterizo por ser el chico simple y no solo de la clase, de toda la escuela.
El callado, el sin amigos, el dedicado, el patito feo, el nerd, el tartamudo, el juego favorito de los populares del equipo de preparatoria, el debilucho...
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✿ Es cuando descubres que realmente el físico no importa✿
Después de aquella tarde en mi casa los días se pasaron volando hasta la presentación del proyecto con Shawn, el cual a decir verdad salió bien. Y me refiero a bien con el hecho de que fui yo quien hizo la presentación completa, el solo se quedó callado al frente disimulando no escuchar las pequeñas risillas del resto del aula.
Gracias a el aprobé la materia, y las otras 6.
Al salir de vacaciones me despedí de la mayoría de mis amigas. Nora se iría a Francia con la familia de su madre, Stacy seguramente se marcharía también con su familia a pasar la navidad y el año nuevo en algún hotel lujoso, Emili también se marcharía de Toronto al menos por navidad y Naomy y yo estaríamos aquí pero no del todo juntas.
Había comenzado a nevar lo que significaba que mis salidas al centro comercial se harían menos constantes, resultaba que el frío y yo no nos llevábamos muy bien y prefería estar encerrada en mi casa a salir y tomar un resfriado involuntario.
Viendo la cuenta exacta en mi pequeño calendario del refrigerador me di cuenta de que solo faltaba un día para navidad y que yo no tenía absolutamente nada planeado, a pesar de que la madre de Shawn ya lo tenía todo.
¡Ay joder!.
El ruido de la licuadora me saco de mis pensamientos obligándome a girar hacia mi nana con una mala cara.
—Ni me mires así niña. —me regaño. —Este postre será el mejor que lleves a la casa de los Mendes. —movio sus manos graciosamente.
—No lo dudo Nana. —suspire. —Creo que saldré.
Nana dejo la mezcla sobre la isla y me miró con el celo fruncido. —¡Te juro que es por una muy buena causa!. —me excuse de inmediato.
—¿Que harás?.
—Quiero ir a comprar un par de regalos para la familia Mendes, ya sabes. —jugue con mis dedos nerviosamente. —Y tal vez... Tal vez algo para mí. —forme un pico con mi boca.
—Mel. —me fulminó con la mirada.
—No me regañes, ¿Quieres?.
—No lo hago, malcriada.
Lleve una mano a mi pecho fingiendo estar ofendida.
