✿ Te convertiste en alguien especial ✿
—iugh!. —lleve una mano a mi nariz mientras que con la otra sostenía el horrible suéter negro de Shawn con adornos rojos y verdes. Observe como me miró mal desde su cama.
—¡¿Que?!, Es horrendo. —me quejé.—A mi me gusta. —se encogió de hombros. —No esperes que tire toda mi ropa.
—No, no lo espero pero al menos espero que ahora vistas con más... Ummm. —lleve una mano a mi mentón pensando en la palabra correcta. —Descencia, si eso.
Shawn todo los ojos y se dejó caer sobre su cama con rendimiento. Después de nuestra tarde en el centro comercial decidimos cenar en su casa y claro, mi yo entrometida no resistió las ganas de dar una vuelta por su guardarropa y arreglarlo un poco.
—De verdad no me gusta. —volvi a negar lanzandolo en alguna parte de la habitación.
Caminé hasta la cama y me recosté junto a Shawn quedando los dos boca arriba con nuestras manos entrelazadas sobre nuestros estómagos.
Deje escapar un par de suspiros mientras miraba el cielo azul marino de la habitación.—Gracias por cierto. —gire mi cabeza al mismo tiempo que la de Shawn mientras me sonreía sin mostrar sus dientes. —Por lo de hoy. —especifico al ver mi cara de confusión.
Sonreí de la misma forma. —No hay de que, eres mi amigo.
—Y tu la mía. —algo dentro de mi se encendió cuando escuché aquello, ya sabía que Shawn me consideraba su amiga pero ahora, el escucharlo decirlo de esa forma simplemente hacia que mi corazón latiese de una forma impresionante.
—Ya se que soy la mejor Shawn, no te exageres. —sacudi mis hombros con arrogancia. Negó con su cabeza y volvió su vista al techo. —Shawn puedo preguntarte algo. Y ni vallas a decir que ya lo estoy haciendo porque juro que te golpeó en este instante. —apunte con mi dedo.
—Claro, dime.
—¿Por qué tu nunca hiciste o tuviste algún amigo?.
Shawn se sentó mejor sobre la cama y después agachó su mirada.
—Bueno, siempre me considere alguien solitario. En la escuela, en casa, en todos lados. —se encogió de hombros. —A los niños no les gustaba jugar con alguien a quien siempre le daba miedo romper sus anteojos o que no le gustará meterse en las peleas. Nadie quería ser amigo del tonto adolescente que se esforzaba por hacer las tareas mejor que otros y que por su culpa todos fueran a exámenes. —rio sin gracia. —Asi que supongo que para los demás era más fácil molestarme y para mí dejar que lo hicieran. —completo.
En automático lleve mi mano a su hombro dando caricias reconfortantes. —Lo siento. —susurre con una mueca.
—Es pasado. —le resto importancia. —¿Ahora puedo preguntarte yo, que es lo que hay en Londres?. —rei al entender a lo que se refería. Mi severa obsesión con esa ciudad era una de las cosas por las que Shawn había tomando el hábito de molestarme de vez en cuando.
—Cuando cumplí doce. —comence a contar. —Me enamoré de este actor británico, ya sabes. —solte una risilla. —Descubri que él vivía allí y jure que alguna vez yo iría a vivir con el. —negue con mi cabeza varias veces. —Yo le decía todo el tiempo a mi mamá que ella y mi papá tendrían que ir a vivir conmigo, no podría estar sola sin ellos. —trate de bajar un poco la cabeza y hacer ni voz más fuerte para que no notará lo débil que sonaba cada vez que pensaba en ella. —Mamá fue quien me regaló el primer cuadro de la pintura del big Ben que está en el estudio. Creí que nunca me escuchaba cuando hablaba de eso y una navidad me sorprendió. —mi voz sonó rasposa al no querer dejar que sonara quebrada.
—¿Puedo preguntar cómo...
—¿Cómo murió?.
Asentí y seguí. —Le detectaron cáncer terminal cuando yo cumplí catorce, el tumor estaba muy avanzado y ni pudieron retirarlo. —negue. —Seis meses después... Bueno ella... —no pude continuar por qué mi voz termino de cortarse y mis labios firmaron un puchero.
Odiaba que me vieran llorar pero sabia que Shawn me escuchaba y que le importaba. Deje que el resto de las lágrimas salieran cuando sentí sus brazos rodearme y su pecho en mi rostro.
Me sentía la persona más feliz del mundo en los brazos de Shawn y no podía negarlo, respirar su olor y sentir los latidos acelerados de su corazón en mi oído me hacían no querer soltarlo nunca.—Lo siento mucho Mel. —susurro en mi oído. —Pero déjame decirte algo. —levanto mi rostro con una de sus manos. —Seguro que tú mamá debe de estar orgullosa de ti.
Eso me hizo derramar un par de lágrimas más. —Asi que deberías de estar feliz. —asenti parpadeando un par de veces.
Un silencio se formó entre los dos, cuando sentí el rostro de Shawn acercarse más al mio. Su nariz y la mía dieron un leve roce, sentía nuestras respiraciones mezclarse la una con la otra, hasta que rompí el momento.
Me separé de él abruptamente moviéndome con incomodidad sobre la cama, me levanté y me encogí de hombros mirando hacia todos lados. Que patética soy.
—¡Sabes algo creo que ya debo de irme!. —busque mi bolso por la habitación. —Es tarde y... Ya sabes no quiero...—Tu nana se va a molestar. —miro hacia el suelo, alargando su labio.
—¡Exacto!. —grite tomando mi bolso. —No olvides retirarte los lentes de contacto. —le señale con el dedo. —Y usa uno de los suéteres que compramos hoy, para mañana.
—Si, lo haré. —rodo los ojos. —Espero que los regalos estén seguros en el maletero de tu auto.
—Si lo están, genio. —respondi con obviedad.
—Entonces te veo mañana. Y por favor no llegues tarde, detesto a los impuntuales. —lo fulmine con la mirada antes de salir de su habitación y bajar por las escaleras hasta la playa baja.
—¡Adiós Karen, adiós Aaliyah!. ¡Las veo mañana!. —me despedí de ellas que se encontraban en la sala viendo el televisor. —¡Que tengan una linda noche!.
—¡Adiós cariño!. —esa había sido Karen.
—¡Adiós Mel!. —y esa había sido Aaliyah.
Salí de la casa dando brinquitos y tratando de no resbalar por la nieve. No podía hacer el ridículo cuando cabía la posibilidad de que un Shawn acosador estubieseme viendo por la ventana de su habitación.
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Simply Him /S.M/
RomanceShawn siempre se caracterizo por ser el chico simple y no solo de la clase, de toda la escuela. El callado, el sin amigos, el dedicado, el patito feo, el nerd, el tartamudo, el juego favorito de los populares del equipo de preparatoria, el debilucho...