— Es todo, es posible que se despierte un poco adormilada por los efectos del sedante que hemos suministrado, también hemos suturado la herida de su frente podrá irse después de una última revisión —escuché una voz en el lugar que me encontraba.
Me removí en un intento de levantarme, pero mi cabeza martillaba del dolor.
— Gracias doctor —pude escuchar la voz de Trevor cercana.
— Trevor... —susurré y él volteo su vista hacia la mía.
El médico abandonó la habitación y nos dejó solos, dándonos tiempo para hablar de lo que había ocurrido.
— ¿Cómo estás? —pegunté mientras lo tomaba de su brazo—. ¿Te han hecho daño?
Él negó con su cabeza.
— No importo yo, ¿Cómo te sientes tú?
— Estoy bien —me encogí de hombros llevándome una mano a la frente sintiendo hilos de sutura—. O eso supongo.
Trevor se sentó en una esquina de aquella cama en la que me encontraba, me abrazó con fuerza y dejé que las lágrimas se desbordaran, porque aún mi corazón latía con miedo por lo sucedido.
— Esos tipos los ha enviado Renzo, querían matarte, es peligroso, todo esto es peligroso.
— Creí que ibas a morir cuando te vi entrar en esa crisis.
— No sé realmente que sucede conmigo, las pastillas debían ayudarme en las crisis —mi corazón volvió a latir con fuerza al revivir las imágenes de la noche.
— Alena, hay algo que debes saber —alejó un mechón de cabello de mi rostro—. Las pastillas que te dio esa terapeuta no eran clonazepam, eran otra especie de droga que te producía alucinaciones.
— ¿Qué? —negué—. No puede ser cierto, ¿Por qué alguien haría eso? ¿Estás seguro?
— El médico ha dicho que tu sistema tenía altas dosis de esa cosa, no sabemos aún con exactitud de que se trate, pero el laboratorio examinará el frasco.
— No puedo creerlo, ¿porque? ¡¿Porque demonios estas cosas me suceden a mí?! —grité frustrada—. Justo en un día tan importante como este.
— No te lamentes por eso, todo ya ha pasado.
— ¿Qué no me lamente? ¡No va a dejarme en paz nunca! Incluso quería volverme loca para que nadie me creyera.
— Esa terapeuta pagará por lo que ha hecho, al menos hay algo bueno de todo esto.
— ¿Qué bueno podría salir de esto? Dime una sola cosa.
Limpié mis lágrimas.
— ¿Qué se supone saldría bien? ¿Eh?
— Charlie ha dicho que esta semana se tramitará la orden de captura de Renzo, he dado mi declaración a la policía sobre el ataque de esos hombres, y mi versión es bastante sólida culparlo.
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Bajo tu Piel
RomanceTras la repentina muerte de su esposa el millonario empresario Trevor Argall se encierra en un mundo de total soledad, aislado en una vida totalmente diferente a la que llevaba, convirtiéndolo en un hombre arrogante y desinteresado por las cosas del...