Tras la repentina muerte de su esposa el millonario empresario Trevor Argall se encierra en un mundo de total soledad, aislado en una vida totalmente diferente a la que llevaba, convirtiéndolo en un hombre arrogante y desinteresado por las cosas del...
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No podía creer lo que acaba de escuchar de la boca de Trevor. No podía salir de mi asombro menos de mi miedo.
Escuchar aquello me ha helado la sangre.
- No puedo creer que Charlie este muerto – me hago a un lado del mueble-. ¿Cómo ha sucedido? ¿Cuando?
- Al parecer fue hace unas noches, la policía está investigando, el accidente ha resultado muy sospechoso.
Me quedo con mi vista clavada en la alfombra.
- ¿Crees que los Holmes tengan que ver? – pregunto.
- No lo sé –se sienta a mi lado tomándome de una de las manos-. Lo que sí sé es que no deberías preocuparte.
- Sí que debería, el fiscal de nuestro caso ha muerto de una manera sospechosa, esas personas se encargaran de tapar su crimen una vez más con el dinero de por medio.
- Escucha – trata de calmarme-. Para nuestra tranquilidad Renzo sigue en prisión, mientras ese sujeto permanezca lejos me basta.
- ¿Qué hay de su familia?
- Si los Holmes están involucrados, no volverán a atacar de nuevo de manera seguida, levantarían aún más sospechas.
- Ellos ya no tienen nada que perder Trevor – exclamo-. Pero nosotros sí que tenemos.
Me quedo en silencio un par de segundos, Trevor se ha quedado sin decir nada, me levanto del mueble y camino de un lado a otro en un intento de buscar alguna solución pero solo hay una a todo este lio.
- Debemos irnos de aquí, viajaremos a otro lugar, otro país. Hasta que Estella nazca.
- ¿Qué? – parpadea sin creerlo-. Alena, no – protesta.
- No se quedaran de brazos cruzados, harán lo que sea, estoy segura de que lo harán, no voy a quedarme de nuevo a averiguarlo.
- Sabes que no podemos viajar, acabas de salir de un tratamiento para ti y la bebé.
- Y si nos quedamos aquí correremos el riesgo de que le hagan daño.
- Apoyaría esto si nuestras circunstancias fueran otras, pero la salud de Estella y la tuya son ahora lo que más importa, un viaje sería muy riesgoso para ambas. ¿Quieres pensar en esa posibilidad?
Me siento derrotada de nuevo en el mueble, al final Trevor ha tenido razón, arriesgarnos a un viaje sería demasiado para Estella y para mí, Miranda había dejado recomendaciones claras y precisas para regresar a casa y seguir cuidados antes del parto.
Perderíamos todo nuestro esfuerzo en tan solo un error.
Y quedarnos implicaba riesgos.
No sabía qué demonios pensar, hacer o menos elegir.
