Quédate Conmigo (EN EDICIÓN)

Prólogo

Entramos al restaurante y la mano de Thomas está rodeando mi cintura, cada vez que puede me pega a su pecho para que esté más cerca de él.

Lo que hicimos ayer pareció relajar las cosas entre nosotros, ahora por lo menos podemos hablar sin querer matarnos y ¿Quién diría que cenaremos juntos en un restaurante caro después de haberme dejado tirada en su cama?, se que debí haberme negado a venir a cenar con él pero estoy realmente cansada de vivir de está manera, con miedo.

Una camarera nos lleva a la mesa que Thomas reservó, es una que está alejada de todas las demás mesas, las luces del restaurante son tenues, ofrecen un ambiente cálido e íntimo.

Thomas se sienta al frente de mí y lee lo que hay en la carta, yo ojeo un poco pero sin decidirme por un plato así que decido pedirle ayuda cuando la camarera se va dejándonos un tiempo para decidir.

—¿Qué me recomiendas? —le pregunto y sus ojos se posan en los míos con intensidad.

—Puedes pedir un Sukiyaki de Wagyu o un Foie Gras —dice y vuelve a fijar su vista en la carta, logrando ponerme verdaderamente nerviosa.

Lo miro extrañada y no tengo la menor idea de que son los platos que acaba de mencionar así que prefiero elegir al azar.

—Creo que quiero un Foie Gras —digo y miro a Thomas que postra una sonrisa ladina en su rostro haciendo que un hoyuelo se marque en su mejilla izquierda.

—No tienes ni idea de lo que es ¿Verdad? —dice y yo suelto una pequeña carcajada que le acompaña.

—De ser por mi pediría una pizza tradicional —me mira divertido y yo no puedo quitar la sonrisa que se formó en mi rostro.

La camarera vuelve a acercarse a nuestra mesa y pide nuestra orden, Thomas le pide un vino que no tengo ni la menor idea de cual es, la chica se va y él se queda mirándome.

—Estas preciosa Amelie —dice y un leve rubor aparece en mis mejillas pero no puedo concentrarme mucho en su halago porque un escándalo se forma en la entrada del restaurante llamando la atención de todos los presentes.

Una de las camareras intenta calmar a un hombre que se encuentra en la entrada, él parece decidido a entrar pero está muy descontrolado y lo único que hace es gritarle a la chica como si ella tuviera la culpa de algo.

El hombre logra zafarse de la mujer y empieza a recorrer la mirada por el restaurante, buscando a alguien y en ese preciso instante posa su vista en nuestra mesa, nos mira por un largo rato, entonces, empieza a acercarse con la cara envuelta en furia y odio puro.

Doy un respingo en mi lugar cuando lo tengo a mi lado, es un hombre muy musculoso, su expresión es tan seria que llega a dar bastante miedo, su cabello es castaño claro y sus ojos estan tan oscurecidos que parecen ser negros.

Por un momento vuelvo a ver a Thomas y las facciones de su rostro están descolocadas, parece estar sorprendido y al mismo tiempo afectado, mientras el hombre de identidad desconocida lo mira como si quisiera matarlo ahora mismo y yo no me habia dado cuenta de que todo el restaurante se había quedado en un silencio absoluto.

—George...  —cuando Thomas menciona ese nombre algo en mi cabeza hace clic, este és el que solía ser su mejor amigo, el esposo de su amante.

—Hamilton... —masculla George con odio profundo mientras fulmina a Thomas con la mirada. Las camareras del restaurante nerviosas por la situación deciden desviar la atención de sus clientes llevando sus pedidos a las mesas.

—¿Qué estás haciendo aquí George? Creí que te habías largado —sisea Thomas en un tono mordaz, hace una pausa y vuelve a hablar—, como el cobarde que eres.

Esas palabras hacen que el rostro de George se crispe en rabia pero parece contenerse, a lo mejor quiere destruir a Thomas con palabras para después destruir su mueca arrogante.

—¿Creíste que te ibas a librar de mi tan fácil? Porque de ser así, estarías perdiendo cualidades Thomas —responde George de la misma manera y se sumergen en un duelo de miradas asesinas mientras yo parezco ajena a todo este tema—. tan fácil te fue quitarme a mi mujer para que ya estes con otra, tu nunca la mereciste pero aún así, ella te eligió. Eres un miserable, yo te creía mi mejor amigo.

Suelta todo eso en un tono lastimero que logra llegar a mi corazón, este hombre no merece nada por lo que está pasando , su mujer lo engañó con su mejor amigo y su mejor amigo decidió traicionarlo, lo miro con compasión que no pasa desapercibida a los ojos de Thomas y eso parece molestarle y mucho porque su rostro se endurece completamente.

—Si lo que estas esperando es una disculpa de mi parte pues tendrás que esperar sentado porque no me arrepiento absolutamente de nada —dice Thomas y mi corazón se encoge, este es su verdadero ser, egoísta y egocéntrico. George se molesta aún más al escucharlo hablar así y por un momento pienso que se va a lanzar encima de él para golpearlo, pero no, respira profundo y habla.

—¿Sabes que me hace sentir bien? —pregunta y me doy cuenta de que lo que está a punto de decir va a desatar el caos—. Que esa zorra también te estaba engañando a ti.

A Thomas se le desfigura el rostro y se levanta de la mesa en un solo salto, se acerca peligrosamente a George y es entonces cuando yo también me levanto en prevención, por si en algún momento tengo que intervenir.

—No te atrevas a hablar así de ella más nunca ¿Entendido? —sisea Thomas mientras me toma fuertemente por mi brazo derecho.

Thomas camina rápidamente en dirección a la puerta del restaurante arrastrándome con él y dejando a George con las palabras en la boca. Nos arrastra hasta su coche y abre la puerta del copiloto invitándome a entrar, no, dándome una orden silenciosa, a lo que yo niego con la cabeza y él me fulmina con la mirada.

Nuestra paz se había acabado.

(***)

Discúlpenme es que sentí la necesidad de editar el prólogo, espero que les guste esta versión.

Nos leemos mañana.

Besos samy 💋