Capítulo 18

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Amelie en multimedia...
Maratón 3/4
***

Thomas.

Enamorado, yo estaba simplemente enamorado de Janine y bueno creo que sigo estando enamorado de ella después de su muerte, la extraño e hice cosas por ella que no haría por nadie, íbamos a ser felices, tener a nuestro hijo y una casa, hasta tal vez un perro pero el destino parece estar siempre en mi contra.

Las cosas que hice por Janine, para ser feliz con ella, son cosas que no puedo perdonarme, de las que tal vez algún día llegue a arrepentirme. Algún día. Todavía creo que lo que hice era sumamente necesario.

James, esa mierda asquerosa que debería estar revolcándose en una celda y no haciendo de policía super moral. Janine sufría por él, cosa que no tenia sentido porque el no vale nada, no como yo.

Pero en cuanto vi a Amelie con James aquella vez en la comisaría mi sangre parecía estar en ebullición, no por celos, claro que no, pero simple hecho de que Amelie este involucrada con el caso de Janine hace que se me nuble la mente.

Su cuerpo me atrae de una manera que ni siquiera me reconozco, hasta me atrevería a decir que me atrae más que Janine pero eso seria imposible. Janine es mi mujer, aunque ya no esté ella es la dueña de mi corazón. La dueña de mi alma. Pero no puedo evitar mi deseo hacia Amelie así que solo quiero disfrutarlo mientras dure.

Si Héctor descubre algo o logro sacárselo seduciéndola de esta manera, a lo mejor si logro que confíe en mi podría decirme algo, o revisar su apartamento para saber si tiene algo que ver con la escoria de James.

Querer investigarla es uno de los motivos por los cuales me estoy acercando a ella, si tiene algo que ver con James la haré pagar y pudrirse en la cárcel con ese mal nacido.

Una vez que Jordan me informo que el accidente había sido intencionado, la primera persona que vino a mi mente fue James así que juré vengarme. Si Amelie está dentro de todo este complot tendrá que pagármelas, pero si no... puedo disfrutarla sin ningún tapujo y esa idea me hace endurecerme rápidamente.

Que ame a Janine no quiere decir que no tenga necesidades además ella ya no esta y no puedo hacer nada al respecto, solo hacer pagar a los responsables de su muerte, de su partida...

Tal vez mi deseo de venganza hace que haga cosas que no debería, pero siento que sin mi venganza no soy nadie aparte de un empresario multimillonario, con una vida malhumorada, sin sentido. Lo único que hago es follar y comparar cosas que no necesito, me siento vacío. Sin nada en la vida aunque lo tengo todo

Una vida vacía...

Por eso tengo que cumplir mi objetivo. Mi venganza.

Salgo de mis pensamientos pero no proceso lo que está pasando, tengo a Héctor al frente con los ojos abiertos de par en par. Lo que se viene no es bueno.

No calcule esto, es que el idiota de Héctor no debió haber subido, debió haberme avisado para que bajara a buscar las medicinas para su herida.

Definitivamente Héctor es un idiota.

—Thomas ¿No me dijiste que él es tu detective privado? ¿Acaso me estás investigando? —escucho como dice Amelie.

Joder, la cagamos. Se dio cuenta

Solo me queda intentar disimular mi cagada y espero que el idiota de Héctor capte la indirecta.

—¿A que te refieres? —pregunto fingiendo demencia y al parecer Héctor entiende la situación.

—Thomas no soy idiota así que vuelvo a preguntar ¿Me estas investigando? Y si no es así como explicas que él —señala a Héctor con el dedo— estuviera en el restaurante en el cual estaba cenado con James.

Quédate Conmigo (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora