Amelie.Estoy en un punto de mi vida que tomar las riendas parece prácticamente imposible, los problemas se amontonan en una montaña que crece y crece a medida que pasan los días.
Ahora estoy en mi oficina redactando unas cosas que me pidió Henry, mi escritorio está lleno de papeles que tengo que corregir y enviar hasta la oficina de mi jefe, lo bueno de que Thomas Hamilton haya comprado las acciones es que casi nunca está por aquí y es lo que necesito.
Espacio.
Espacio porque no se como reaccionar a lo que paso hace ya una semana, después del incidente en mi casa con Verónica no volvimos a hablar ni siquiera por mensaje de texto, Thomas es una persona complicada y se ve a primera vista pero no se en qué estaba pensando en ese momento, me deje llevar con la persona menos indicada, con la persona que sabía que me daría la patada apenas se cansara de mí. No se en que estaba pensando pero no puedo volver atrás.
Escucho un portazo desde afuera en la recepción pero lo ignoro completamente para seguir haciendo mi trabajo.
Cambio de hoja y empiezo otra vez a redactar, totalmente concentrada en lo que estoy haciendo, tanto que ni siquiera me di cuneta de que alisa lleva más de cinco minutos golpeando el cristal que divide nuestras oficinas.
Me hace señas con la mano dando a entender que me necesita en su oficina así que me levanto con toda la calma del mundo y entro en su oficina, su escritorio esta casi igual que el mío pero con menos papeles, dado que yo había faltado una semana por mi quemadura que por cierto parece estar mejor que hace tres días, se infectó, tuve que pasarme por el hospital para que me recetaran algo para curar la infección y bajar la fiebre.
Alisa tiene una sonrisa peculiar en sus labios, parece emocionada y feliz por lo que deduzco que tiene mucho que contarme.
Se sienta en la silla de su escritorio y me mira invitándome a sentarme en la que está en frente de ella, lo hago y me emociono porque tenía mucho sin hablar con ella.
Alisa es una persona espontanea, le gusta salir, socializar y hacer locuras de las cuales no se acordaría el día siguiente debido al alcohol, en repetidas veces me recordaba que mi vida era lo suficientemente aburrida y yo no lo niego por que sé que tiene mucha razón pero no hago nada al respecto para cambiarlo.
Me recuesto del respaldar de la silla intentando buscar una posición más cómoda ya que sé que estaré aquí mas o menos una hora y media.
—A que no sabes que me pasó —apuesta pero yo no se que decir ya que llevamos días sin hablar y sin contarnos de nuestras vidas.
—Ilumíname —le digo y empiezo a quemar mis neuronas en busca de una explicación a su emoción.
Ella se sonroja y parece realmente avergonzada, como si lo que me va a contar hiciera que dentro de ella creciera un deseo de que la tierra se la trague.
—Sabes que te conté que estoy saliendo con un hombre —dice y agacha la cabeza escondiendo su rostro ente su cabello.
—Ah si, el hombre del Drake's.
Se remueve incomoda en la silla y pienso que debe ser muy vergonzoso para que ella en especial se comporte de esta manera, ella casi nada la avergüenza.
—Bueno... el otro día el me invito a su casa y vimos unas películas, comimos juntos y todo iba perfecto, parecía un sueño —me mira y sus ojos se ponen llorosos, como le haya hecho algo como lo que hizo Alex alguien iba a ir a la cárcel e iba a ser yo por cargos de asesinato.
—¿Segura que solo estaban viendo películas? —le pregunto sabiendo la respuesta especialmente porque Alisa odia las películas, si, es la única persona que he escuchado que no le gustan las películas.
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Quédate Conmigo (EN EDICIÓN)
RomanceAmelie Richard es una chica que vivió un pasado que la hizo buscar un nuevo comienzo, un lugar donde no conociera a nadie y donde nadie la señalara, alejarse de aquella vergüenza que tanto la atormentaba y aunque ya han pasado cinco años para ella s...