Quédate Conmigo (EN EDICIÓN)

Capítulo 12 parte 2

Empiezo a comer cuando esa sensación de estar siendo observada vuelve a mi con más fuerza, vuelvo a recorrer la estancia con la mirada y no encuentro nada fuera de lo normal así que me centro en seguir comiendo ignorando la desagradable sensación.

De un momento a otro me doy cuenta de que llevo dos copas de vino encima, que si no paro ahora podría decir cosas de las cuales me arrepentiría mañana.

James parece percatarse y me pregunto algo que me toma con la guardia baja.

—¿De qué conoces a Thomas Hamilton?

Todo una relativamente bien hasta que decidió hablar de él, yo intentando sacarlo de mi cabeza y James empujándolo hacia dentro.

Yo dudo que responderle, me siento en un interrogatorio que no quiero llevar a cabo.

—Trabajo —hablo rápidamente y le doy un sorbo a mi tercera copa de vino, sé que debo parar pero justo ahora lo necesito—, lo conozco del trabajo, trabajamos juntos, no bueno es mi jefe —cierro la boca de golpe al darme cuenta de que estoy diciendo incoherencias y el alcohol ya está haciendo efecto en mi sistema.

«Si, seguro que es el alcohol»

Ignoro la voz de mi conciencia y me concentro en James que tiene una expresión divertida en el rostro.

—Creo que ya es suficiente con el vino —dice y suelta una carcajada.

—¿Por qué? ¿Va a arrestarme señor oficial? —digo arrastrando las palabras, te vas a arrepentir de esto mañana...

—¿Quieres que te arreste? —me pregunta alzando una ceja y con un tono de doble sentido en su voz.

—Tal vez...

Me mira sorprendido por mi atrevimiento y se empieza a reír.

—Ya, ya... hablando en serio y tú ¿De qué conoces al señor Hamilton? —le pregunto y intento parecer profesional después de esa metida de pata.

—Bueno es complicado —dice dudoso—, en realidad él era el mejor amigo de mi hermano, eran inseparables.

—¿Eran? —pregunto cautelosa y bebo más vino.

—Si, eran la verdad es que nunca supe que fue lo que pasó entre ellos —no hace falta ser policía para saber que James sabe exactamente lo que paso entre su hermano y Thomas.

—Pero ¿Eran muy buenos amigos? —intentó sacarle información.

—Los mejores, hacían todo juntos, en la universidad dormían en la misma residencia, iban al gimnasio juntos y he de admitir que durante una buena temporada sentía celos de su buena relación. George casi no pasaba tiempo conmigo, pareceré un niño pero a mi me reconfortó que dejaran de hablarse.

Yo, sorprendida por su confesión decidí no seguir preguntando al respecto y me sorprendió que él siguiera hablando del tema mientras yo seguía comiendo mi deliciosa lasaña.

—Siempre sentí que Thomas me odiaba, siempre le decía cosas a George sobre mi para que él de cierto modo me rechazara... Una vez yo empecé a salir con una chica que se juntaba con personas no muy confiables, pero yo la quería de verdad y al parecer a Thomas le gustaba la misma chica. Thomas supongo que se enteró que por George que yo estaba saliendo con ella y le molesto, demasiado diría yo —hizo una pausa para después seguir hablando—. Dos meses en los que ya estaba con la chica y conocía a su familia, íbamos en serio y Thomas se enteró de que ya conocía a los padres de la chica.

»Unas semanas después recibí una paliza por parte de George sin ni siquiera explicarme porque me estaba golpeando, después de que se calmó me grito que como era posible que estaba metiendo a esa chica en las drogar y que como era posible que yo me estuviera drogando.