Las vueltas de la vida

Capítulo 4

Manuel se pensó un momento lo que iba a decirle, tenía todo un discurso que había preparado en el camino para que no se le olvidara nada pero su mente estaba en blanco, tenerla enfrente y con la mirada puesta en sus ojos lo sacaba de órbita, si le decía que no iba a salir de ahí con el corazón destrozado y tal vez se lo merecía, pero tenía la esperanza de que ese amor que llevaba muchos años en pausa al fin pudiera tomar su curso, que esa conexión que tanto los unía al fin pudiera ser para siempre y no por momentos.

Mayte: Llevas cinco minutos viéndome y no dices nada -Dijo mientras soltaba sus manos y se cruzaba de brazos.

Manuel: Perdón -Dijo nervioso. Dame cinco más -Le pidió. Es que estoy nervioso -Le confesó.

Mayte: Te los doy -Asintió. Pero habla ya -Le pidió.

Manuel: May, yo... -Suspiró.

Mayte: Si? -Lo miró.

Manuel: Sé que hemos pasado por mucho -Suspiró. Y que nuestros caminos nunca han logrado ir en la misma dirección por una u otra cosa -La miró. Pero quiero que esta vez sea diferente, quiero que esta vez vayamos hacia la misma dirección, quiero que me des la oportunidad de hacerte feliz y que me dejes demostrarte día a día que lo que siento es real -Acarició su mejilla. No sé cómo, ni el momento exacto en el que sucedió, pero un día desperté con ganas de querer ser parte de tu vida y tenerte a mi lado -Suspiró. Haces mi vida mejor, Maytis -Dijo sinceramente.

Mayte pudo ver la verdad en sus ojos, pero tenía miedo de que nada terminara saliendo como ambos esperaban, pensó en lo que hace días había platicado con Isabel y decidió hacerle caso a sus consejos.

Mayte: Te estás dando cuenta de lo que me estás diciendo? -Preguntó con temor.

Manuel: Si -Asintió mientras tomaba sus manos. Y estoy tan asustado como tú porque quiero que salga bien -Suspiró nervioso. Quiero que seamos nuestra compañía por lo que nos reste de vida -Acarició sus manos. Que dices tú? Que piensas sobre esto? -Preguntó seriamente.

Mayte: Go, sabes perfectamente lo que significas para mí y aún hay algo dentro de mí que reacciona a ti -Suspiró. Por más que traté de negarlo o borrarlo no puedo, simplemente ahí está -Admitió.

Manuel: Que te detiene? -Preguntó con un nudo en la garganta.

Mayte: Nada -Negó. Me has roto tantas veces el corazón -Lo miró. Y creo que arriesgarme a que sucede una vez más sería una locura, pero nunca he sido una cobarde a la hora de amar -Sonrió.

Manuel: Eso es un si? -Preguntó esperanzado.

Mayte: No -Negó. Eso es un "Te doy la oportunidad de demostrarme porque mi respuesta debe ser un si" -Lo miró. Conquistame Manuel y haz que esta oportunidad valga la pena -Sonrió levemente.

Manuel: Te prometo que haré que cada segundo valga la pena -Tomó su rostro entre sus manos y pegó sus frentes. Te amo Mayte Lascurain y no me preguntes como lo sé porque solo lo siento -Sonrió.

Mayte sintió una enorme emoción al escuchar eso, quería decirle que ella también lo amaba pero el nudo que tenía en la garganta no dejó que saliera, simplemente se dedicó a disfrutar del momento y de la nueva realidad que estaba por comenzar a vivir.

Manuel: Te puedo robar un beso? -Preguntó mientras se separaba de ella y la miraba a los ojos.

Mayte: Los besos robados no se piden -Sonrió.

Sin decir más Manuel la acercó a él y tomó sus labios en un beso diferente a todos los que se habían dado, en el quiso hacerle sentir todo el amor que tenía guardado para ella, no hubo pasión, ni deseo, solo le entregó su corazón y la mitad de su alma, la otra parte la tenían sus hijos y sabía que iban a estar encantados de compartirla con ella, Mayte correspondía al beso de una manera lenta, más que besarse lo que sus labios estaban haciendo era acariciarse, a lo largo de su vida habían besado muchas bocas, pero ninguna los hacía sentir tan en casa y tan en calma como cuando unían las suyas.