Después de aquella declaración de amor ambos se quedaron bailando bien pegaditos mientras los músicos tocaban las canciones que les iban pidiendo, no hacían más que mirarse y sonreírse, de vez en cuando se robaban algunos besos y Mayte ocultaba su rostro en su cuello cuando la vergüenza se apoderaba de ella, estar así entre los brazos de Manuel y sentir su calor muy cerca de ella comenzaba a convertirse en una de sus cosas favoritas.
Manuel: Que afortunado soy -Susurró sobre su oído. Tengo a la mujer correcta a mi lado y soy el hombre más feliz del mundo porque al fin me dijo que si -Besó su mejilla. Pensé que nunca lo harías, May -Admitió.
Mayte: Tenía miedo, aún lo tengo, pero hoy sé que mi camino es seguro si voy tomada de tu mano -Sonrió. Somos afortunados de sentir esto y poder coincidir en esta vida -Se separó de él y acarició su mejilla.
Manuel: Pero ya quedamos que en la siguiente también vamos a andar, eh -Dijo seriamente.
Mayte: Esa promesa no se rompe por nada del mundo -Sonrió. Quiero volver a encontrarme contigo siempre -Dijo mientras lo veía a los ojos.
Manuel: Te amo -Besó suavemente sus labios. Gracias por darme esta oportunidad, preciosa -Suspiró sintiéndose completamente feliz.
Mayte: Yo también te amo -Sonrió entre el beso. De nada -Le cerró un ojo. Gracias a ti por hacer menos todos mis miedos e inseguridades con tu amor -Acarició su mejilla.
La música paró y ellos volvieron a la mesa, un postre de dieta llegó a la mesa y Mayte le agradeció a Manuel por pensar en ese detalle, mientras comían el postre hablaron sobre cómo querían cuidar la relación que estaban comenzando, Mayte nunca había sido de dar explicaciones sobre su vida privada y a Manuel le incomodaba mucho que le hicieran preguntas al respecto, no querían estar en la boca de nadie y mucho menos que la prensa estuviera detrás de ellos, o que los compararan con relaciones anteriores y llenaran todo su entorno de chismes.
Manuel: Entonces nos mantenemos reservados? -La miró.
Mayte: No le quiero llamar ser reservados porque no tenemos que esconder lo que sentimos, pero si tenemos que ser un poco cuidadosos -Asintió. Esto es solo nuestro, go -Se puso seria y acarició su nuca.
Manuel: Entonces no te voy a poder besar cuando se me pegue la gana? -Preguntó serio.
Mayte: Por supuesto que si -Sonrió. Yo te quiero besar cuando se me pegue la gana -Dijo mientras lo acercaba a ella y le plantaba un beso.
Manuel: Somos muy iguales y no sé qué tan bueno sea eso -Sonrió mientras le susurraba y acariciaba su mejilla.
Mayte: Puede resultar muy peligroso -Se rió.
Manuel: Del peligro bueno o del malo? -La miró.
Mayte: De ambos -Respondió.
Manuel: Lo sabremos controlar -Le prometió.
Mayte: Te creo -Asintió y besó su nariz.
Manuel: Eres la única que siempre ha creído en mi, incluso desde el principio -Sonrió y beso su frente.
Después del postre la noche siguió su curso, la música siguió sonando y decidieron acompañar la melodia con sus voces, quiénes pudieran ser testigos de esa noche sin duda describirían todo aquello como algo mágico, cuando el frío se hizo presente ambos decidieron que era momento de irse, eran pasadas de las doce y ninguno de los dos tenía nada de sueño, no querían dejarse, era como si estuvieran viviendo todo eso a plena luz del sol, un largo camino más tarde llegaron a casa de Mayte y Manuel se quedó en la puerta con la intención de despedirse de ella aún muy a su pesar.
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Las vueltas de la vida
FanfictionLa vida tiene sus reglas, no importa cuánto deseemos o queramos algo porque sólo sucederá en el momento correcto, no importa el tiempo, ni la distancia, ni las vidas que se tenga que esperar para ello, si tiene que ser, será.