Capítulo 39

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Una vez que Mayte estuvo en su casa se dedicó a ponerle agua y comida a sus pajaritos, estaba más que feliz, tenía mucha curiosidad por saber cuál era la sorpresa que Manuel tenía planeada y no podía esperar a que fuera de noche para descubrirlo, después de hacer todo eso Mayte decidió llamarle a Isabel e invitarla a almorzar.

Mayte: Hola gordita -La saludó una vez que respondió.

Isabel: Hola, chi -Sonrió. Cómo estás? -Le preguntó.

Mayte: Muy bien, y tú? -Le preguntó.

Isabel: Igual de bien -Respondió. A qué debo el honor de tu llamada? -Le preguntó.

Mayte: No seas payasa -Se rió. Te quería invitar a almorzar -Le dijo.

Isabel: Perfecto, quieres que lleve algo -Dijo mientras se levantaba de la cama.

Mayte: No, aquí Sarita hace todo -Le dijo.

Isabel: Bueno, en una hora te veo allá y prepárate porque llevo las damas chinas -Sonrió.

Mayte: Te espero -Se despidió.

Una vez que colgó la llamada Mayte bajó a la cocina para pedirle a Sarita que hiciera algo rico y fresco de almorzar, un rato después Isabel llegó y se sentaron en el jardín para disfrutar lo que Sarita les había preparado.

Isabel: Que milagro que no estás con Manuel? -Le preguntó.

Mayte: Es que tenía unos asuntos que antender -Le explicó. Pero en la noche va a venir por mi porque me tiene una sorpresa -Sonrió.

Isabel: Mmm -La miró. Que tipo de sorpresa? -Le preguntó.

Mayte: No sé -Se rió. Hoy cumplimos 5 meses juntos y no ha querido decirme nada -Dijo mientras alzaba los hombros.

Isabel: Que bonito -Sonrió. Me hace muy feliz saber que eres feliz al lado del gordo -Dijo mientras acariciaba su brazo.

Mayte: Te quiero, hermana -Sonrió.

El día se pasó bastante rápido, Mayte estuvo con Isabel gran parte del día y después la mayor de las Lascurain se despidió para volver a su casa pues iba a salir a cenar con Joss, por su parte Manuel arregló todos los asuntos que tenía pendientes y terminó de ajustar los detalles para que la sorpresa saliera perfecta.

Cuando la noche llegó Mayte y Manuel se prepararon para la mágica velada que estaban por vivir, sin ponerse de acuerdo ambos se habían vestido de negro y de una manera un poco formal, a la hora acordada él estuvo en la puerta de su casa y ella le abrió en cuanto escuchó el timbre sonar, sonrieron al encontrarse y Manuel no pudo evitar hacerle saber lo hermosa que se veía.

Manuel: Estás preciosa -Sonrió mientras la saludaba de beso. Mira nada más que guapa está mi novia -Dijo mientras tomaba su mano y le daba un vuelta.

Mayte: Go, ya que me da pena -Se rió mientras lo abrazaba. Te extrañé -Dijo besando sus labios.

Manuel: Y yo a ti -Sonrió mientras besaba sus labios y acariciaba su mejilla.

Mayte: Estás guapísimo -Le cerró un ojo.

Manuel: Gracias, todo esto para ti -Le cerró un ojo.

Mayte: Ya estás listo para llevarme a mi sorpresa? -Le preguntó.

Manuel: Más que listo -Asintió. Espero que te guste y que la disfrutes -Sonrió.

Mayte: Pues vámonos, no me hagas esperar más -Dijo mientras se daba la vuelta y sacaba su llave de la bolsa para cerrar la puerta.

Una vez que Mayte cerró bien la puerta de su casa caminaron hasta la camioneta de Manuel y se subieron para tomar rumbo al lugar en el que Manuel le tenía preparado a Mayte todo, se tardan aproximadamente 40 minutos en llegar al lugar y cuándo se bajaron de la camioneta los nervios invadieron a Mayte pues tenía mucha curiosidad de saber qué era lo que más no la había planeado con tanto esmero.

Las vueltas de la vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora