Hora de la verdad

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- ¿Cómo es posible que Lena esté viviendo en esta pocilga? – dijo para sí mismo mientras intentaba adivinar cómo tocar la puerta sin tocarla, porque seguramente tendría cientos de gérmenes - ¡Agh! ¡Espero que esos millones pronto estén en mis bolsillos! – finalmente tocó la puerta y unos pasos se escucharon a la distancia.

- ¡¿Qué diablos haces aquí Jack?! – Lena se encontraba furiosa por volver a ver a ese hombre tan despreciable - ¡¿Cómo me encontraste?! – Kara en el interior de la casa se preocupó al oír tantos gritos.

- Pensé que te alegrarías más al ver que te venía a rescatar de esta pocilga – empujó la puerta con el pie e intentó ingresar a la casa.

- ¿Quién te has creído para presentarte en mi casa y encima intentar ingresar sin siquiera pedir permiso? – se irguió más si es que eso era posible – Te pido que te retires de inmediato – intentó cerrar la puerta.

- No, no y no – empujó esta vez con más fuerza, obligando a la pelinegra a hacerse a un costado – No me iré hasta que conversemos, porque te recuerdo que teníamos un acuerdo de matrimonio – tomó asiento justo cuando Kara salía de su habitación para averiguar qué estaba sucediendo.

- ¿Lena está todo bien? – Lena le indicó que sí con un casi imperceptible movimiento de cabeza, pero a pesar de eso la rubia sabía que no era verdad.

- Así que vienes a mi casa, ingresas sin mi permiso y encima exiges una conversación. Una conversación, que dígase de paso, es sobre un matrimonio que yo tampoco acepté – se acercó hacia su celular. Necesitaba que su seguridad hiciera su trabajo por una vez en sus vidas – Te advierto Jack que, si no te retiras pronto, mi seguridad hará el trabajo sucio – esas palabras asustaron ligeramente a Kara.

- ¿Quién es él Lena? ¿Estás en peligro? ¿Cómo te puedo ayudar? ¿De qué boda está hablando? – no sabía qué la había puesto más tensa, oír a Lena hablar sobre un matrimonio al parecer forzado o el que Lena esté por llamar a su seguridad.

- Vamos cariño. No seas tan dramática. Ya vine a rescatarte. Solo dame 5 minutos y estaremos de regreso a la mansión Luthor, disfrutando de tus millones y planeando nuestra boda – en ese momento Kara sintió la necesidad de golpearlo y le dio un fuerte pisotón que lo hizo quejarse - ¿Qué diablos ha sido eso? – Lena se reía por lo bajo

- Eso ha sido mi nuevo invento para espantar a gente indeseable – le hizo una señal a la rubia para que lo volviese a hacer – Si no quieres seguir recibiendo golpes, te aconsejo que te retires. No tenemos nada de qué hablar. No hoy, no nunca.

- Le diré a tu madre dónde estás y verás lo que te pasará – se burló – Ella te hará cumplir con el trato.

- A ver Jack, vamos a dejar un par de cosas claras antes de que mi seguridad te arrastre fuera de mi casa. Yo – se señaló – no le rindo cuentas a nadie. Soy Lena Luthor. L – U – T – H – O – R – se acercó de forma atemorizante y lo intimidó alzando su ceja - ¿Te quedó claro? – en ese momento su seguridad ingresaba a su casa – Gracias por venir, necesito que se lo lleven y me consigan una orden de alejamiento. No lo quiero volver a ver en mi vida.

- Me las vas a pagar Lena. No me importa que seas una Luthor – se levantó y se sacudió las manos de los de seguridad – Tú te casarás conmigo y yo controlaré tu fortuna. Tal y como había sido planeado desde un inicio.

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